La salud es lo primero incluso para las tecnológicas: marcas como Apple y Google apuestan por apps y wearables para hacerse con un mercado que valdrá el triple en 2027

Alguien poniendo un smartwatch a alguien

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  • La salud se ha convertido en uno de los campos de batalla preferidos para las tecnológicas como Apple, Google, Xiaomi o Huawei, que apuestan cada vez más por dispositivos wearables y apps deportivas.
  • En el punto de mira está un mercado que ya es millonario pero que se espera que multiplique su valor en los próximos años.

Las empresas tecnológicas ya no intentan convencerte para que te quedes en tu casa utilizando sus dispositivos, sino que cada vez les interesa más que utilices su hardware y su software como parte de un estilo de vida saludable y para controlar tu salud.

Esta visión de que la salud es lo primero, que se promueve en todo el mundo este viernes 7 de abril por motivo del Día Mundial de la Salud, se ha extendido como la pólvora y los fabricantes han lanzado centenares de wearables como relojes y pulseras centrados en el deporte. También ha florecido el mercado de las apps para controlar la dieta o el ciclo menstrual, entre otros.

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Esto no es una labor filantrópica ni mucho menos: las compañías pelean por lideran un mercado que a día de hoy alcanza cifras multimillonarias. 

Pero no solo es que la combinación de salud y tecnología sea ya una apuesta jugosa para las marcas, sino que todas las quinielas pasan porque siga disparado y vivamos una década de oro, y las previsiones señalan que multiplicará su valor en los próximos años.

Dispositivos wearables: el mercado valdrá casi el doble dentro de 5 años

Una de las principales patas del mercado de la salud para la tecnología son los dispositivos wearables, útiles porque recogen información biométrica a través de sensores (frecuencia cardiaca, saturación de oxígeno, respiración, sueño...) y el usuario puede llevarlos puestos de forma cómoda. 

En la categoría de wearables de salud se incluyen desde pulseras cuantificadoras y smartwatch, muy consolidados en la actualidad, hasta otros formatos incipientes como gafas o prendas de vestir inteligentes.

En todo el mundo se vendieron 138,7 millones de wearables durante el pasado año 2022 y fue la primera vez en su historia en que este mercado cayó en unidades según IDC, debido al desplome de las ventas de dispositivos coincidiendo con el fin de la pandemia y la inflación.

Huawei Watch Ultimate, el último smartwatch para deportes extremos de Huawei.
Huawei Watch Ultimate, el último smartwatch para deportes extremos de Huawei.

Huawei

Pese al mal momento actual del mercado, los analistas son más que optimistas con el rendimiento de los wearables, e IDC espera que rebotarán en 2023, con un crecimiento del 6,3% en unidades. El aumento seguirá en los próximos años con una media anual del 5,4%, hasta llegar a 644,5 millones de unidades vendidas en 2027.

Este crecimiento en unidades viene acompañado de un crecimiento aún más fuerte del valor del mercado a nivel económico.

Según las previsiones de The Business Research Company, de los 18.918 millones de euros que recaudaron los wearables en 2022, esta cifra estará cerca de duplicarse tras 5 años y llegará hasta los 31.525 millones de euros en 2027.

Apple y Samsung dominan un mercado en el que Google ha empezado a apostar fuerte en 2022

Por marcas, la gran dominadora del mercado de wearables es Apple gracias a dispositivos como su familia de relojes Apple Watch, con el 29,7% de cuota de mercado y más de 146 millones de unidades vendidas durante 2022. El año pasado lanzó el Apple Watch Ultra, su primer modelo de reloj para deportes extremos.

Le siguen, aunque a una distancia bastante lejana, la surcoreana Samsung  (8,8%), marcas chinas como Xiaomi (7,1%) y Huawei (6,8%) y la india boAt (6%).

Varios Apple Watch.
Varios Apple Watch.

Reuters

En el mercado de dispositivos wearable ha ganado también protagonismo Google, que en 2021 completó la compra del fabricante especializado en relojes y pulseras Fitbit y en octubre del año pasado lanzó su primer producto conjunto, el reloj Pixel Watch. Google vendió 11,8 millones de relojes y pulseras en 2022 junto con Fitbit, según Canalys

Apps de salud: el mercado triplicará su valor hasta 2027

Pero la salud no es solo hardware para las compañías tecnológicas, ya que también estas se encargan de desarrollar las aplicaciones que pueden utilizarse en los wearables o en dispositivos como los smartphones para ayudar a las personas a cuidar su esto físico o sus hábitos.

Existen aplicaciones de salud de todo tipo, pero algunas de las más frecuentes son las que ayudan a las personas a hacer deporte o cuantificar sus entrenamientos, o también las que ayudan a controlar la nutrición o hacer el seguimiento de enfermedades. Otro tipo popular es el que ayuda a monitorizar los ciclos menstruales o el sueño.

Prácticamente todos los fabricantes de dispositivos disponen de sus propias aplicaciones para controlar la salud y el ejercicio físico, como es el caso de Apple Salud, Google Fit, Huawei Salud, Samsung Health o Mi Fitness de Xiaomi. La mayoría son gratuitas aunque algunas incluyen servicios premium de pago como la de Garmin.

Apple Fitness+.
Apple Fitness+.

Apple

Pero el mercado es mucho más grande e incluye también plataformas desarrolladas por terceros como las aplicaciones de running Strava y Runtastic (pertenece a Adidas), mientras que Apple cuenta con la plataforma Fitness+, con un entrenador personal mediante sesiones en vídeo. La mayor parte de estas apps son de pago o con funciones premium por suscripción.

Según otro análisis de la firma The Business Research Company, el mercado global de aplicaciones de salud recaudó 9.296 millones de euros en 2022 y seguirá una tendencia de crecimiento estelar durante lo que queda de década: en el año 2027 se espera que su valor sea de 26.761 millones de euros, casi el triple que hoy.

Las causas de este crecimiento, según los expertos

anciana, persona mayor, envejecimiento

Hay varias causas que explican la creciente importancia de las apps y dispositivos tecnológicos de salud y del aumento importante que se espera que viva el sector en los próximos años. Algunas están en las empresas pero otras residen en los propios usuarios, según los expertos.

Una de las causas que ha hecho que la tecnología de salud se dispare ha sido la pandemia de coronavirus, que ha hecho que pongamos más atención en la salud, según María Carmen Rodríguez, directora del área de Intervención Psicológica de Affor Health.

"Desde la pandemia del COVID-19 ha aumentado la preocupación de las personas por su bienestar, tanto en el plano físico como en el plano psicológico. Las empresas son conscientes de este cambio de paradigma, que es positivo en el sentido de que pone el foco en la prevención, y por ello el mercado de la salud se ha desarrollado tanto en los últimos años", destaca Rodríguez.

La experta también pone sobre la mesa que hasta ahora la tecnología de salud no es capaz de detectar emociones por lo que la atención con personal médico sigue siendo indispensable. Todas las marcas recuerdan que sus servicios y productos no sustituyen a la medicina tradicional sino que solo la complementan.

Las personas están apostando más por la tecnología como aliada para la salud, y esto es algo que demuestra también que la confianza que tienen en las tecnologías es mayor que hace unos años.

"De forma generalizada estamos viendo cómo hay un crecimiento importante en el uso de la tecnología en todos los aspectos sociales y personales", como asegura Carles Perea, profesor del máster de Psicología de la Universidad Carlemany.

Pero esto también tiene una contrapartida: a medida que confiamos más en la tecnología y la utilizamos en cada vez más ámbitos de nuestra vida aumenta también el riesgo de que aparezcan nuevos tipos de desórdenes como el tecnoestrés o incluso adicciones.

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"En estos 10 años las tecnologías han ido penetrando cada vez más en nuestro día a día y, aunque nos aportan muchos beneficios, no podemos confiar en ellas ciegamente, porque también entrañan riesgos", llama la atención María Carmen Rodríguez. 

"Hemos detectado que, cada vez más, las personas encuentran complicado desconectar de las tecnologías. Esta falta de desconexión, de descanso, es lo que llamamos tecnoestrés y puede agravarse y desembocar en falta de motivación o agotamiento", añade la experta de Affor Health.

Y el otro cambio social que explica el crecimiento de la tecnología de salud tiene que ver con otra realidad como es el progresivo envejecimiento de la población. En 2020, el 21% de la población de la Unión Europea tenía 65 años o más, frente al 16% en 2001, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Aunque los expertos destacan la necesidad de que las personas mayores sigan teniendo contacto humano, de momento la visión general de la tecnología como potencial herramienta de ayuda a la salud es positiva gracias a casos de uso como los botones de socorro o las wearables para conocer la ubicación de enfermos de Alzheimer.

"El envejecimiento de la población ayuda a esta tendencia. Cuando las personas de nuestro entorno se vuelven mayores, nos preocupamos más por su salud y a a veces tenemos menos tiempo para atender a sus necesidades. La tecnología nos permite reducir esta preocupación y proporcionar servicios óptimos para facilitar la vida de las personas mayores", según Guillem Viladomat, CEO y fundador de Durcal.

"La tendencia sigue siendo exponencialmente positiva por los beneficios que implica la tecnología para las personas mayores y para la sociedad en general", apostilla Carles Perea.

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