Así vive y gasta su fortuna Whitney Wolfe: de salir de Tinder presentando denuncias por acoso a ser la multimillonaria (no heredera) más joven del mundo

Hay vidas que dan para mucho. Algo así debió de pensar el pasado mes de febrero Whitney Wolfe, la mujer que se ha convertido recientemente en una de las jóvenes no herederas más ricas del mundo tras la salida a bolsa de su segunda aplicación de citas, Bumble. El evento le reportó una ganancia de más de 1.200 millones de euros. 

De la primera aplicación de citas que ayudó a fundar, Tinder, y en la que llegó a ejercer como vicepresidenta de Marketing, se vio obligada a salir en 2014 tras acusar a su exjefe y expareja, Justin Mateen, de acoso y discriminación sexual: según la versión de Wolfe, este la bombardeó durante meses con mensajes humillantes y vejatorios en los que, entre otras muchas cosas, este afirmaba que Tinder nunca sería considerada una empresa seria mientras una mujer figurara entre sus fundadores.

Aquella salida tan traumática llevó a Wolfe, una estadounidense nacida en Utah en 1989, a una extraña conclusión cuando alguien tiene 24 años: su carrera, pensó, se había terminado, no tenía ya mucho más que aportar.

No pensaba lo mismo el multimillonario ruso Andrey Andreev, un hombre con una fortuna estimada en 600 millones de euros después de haber fundado, entre otras muchas empresas, una de las primeras aplicaciones de citas, Badoo. Este acudió a Wolfe con una pregunta clara: ¿cómo podían mejorar las aplicaciones de citas? ¿Qué les faltaba para poder implicar todavía a más usuarios?

Su respuesta fue clara: no se trataba tanto de involucrar a más usuarios como de dejar que pudieran participar tranquilamente las usuarias. En otras palabras, ellas, más que una aplicación con una inmensa cantidad de chicos entre los que elegir, necesitaban más bien un espacio seguro en el que poder interactuar sin convertirse por ello en la diana de una legión de hombres que, escondidos en el anonimato, les enviaban fotos obscenas que no habían pedido.

El resultado de aquella reflexión fue Bumble, una aplicación donde, una vez producido el match(dos usuarios que se han dado mutuamente el visto bueno), solo ellas pueden iniciar la conversación. Salvo para las usuarias premium, solo pueden hacerlo durante las 24 horas; pasado ese tiempo, la posibilidad de hablar desaparece para siempre. La aplicación, además, cuenta con la posibilidad de buscar solo amistad o entablar relaciones profesionales.

Los números hablan por sí mismos de la aceptación de Bumble. Hoy la aplicación cuenta con más de 50 millones de usuarios activos al mes repartidos en 150 países. De estos, cerca de la mitad son mujeres. Son números más que interesantes para los inversores de Wall Street, que el pasado mes de febrero depositaron su confianza en Bumble: el día de la salida a bolsa, el valor de la acción pasó de los 36 euros a los 63. Lo hicieron para felicidad de Wolfe, que aquel día, con su hijo en brazos, se vio convertida en multimillonaria. Así vive y gasta su fortuna Whitney Wolfe Herd:

Whitney Wolfe nació un 1 de julio de 1989 en Salt Lake City, Utah, EEUU

Fuente: The Washington Post

Con apenas 11 años, se mudó con su familia a París para pasar un año sabático antes de volver a EEUU y acabar sus estudios

Fuente: The Washington Post

El carácter emprendedor le viene a Wolfe de familia. Su padre es Michael Wolfe, un empresario que desde hace más de 40 años preside Downtown Self Storage, una empresa familiar ubicada en Salt Lake City que se encarga de almacenar todo tipo de cosas

Fuente: Web de Downtown Storage / Linkedin

Whitney Wolfe estudió en la Universidad Metodista del Sur, de donde han salido personalidades como la ex primera dama Laura Bush o la actriz Kathy Bates

Fuente: The Washington Post

Mientras se graduaba en Estudios Internacionales, ya tuvo tiempo de fundar un par de empresas, algo que todavía recuerdan en su campus universitario, donde ha sido una de las estudiantes egresadas más jóvenes en dar una conferencia a los recién graduados

Fuente: Web de SMU 

En sus primeros proyectos se pudo entrever su manera de entender los negocios: éxito, sí, pero para mejorar las cosas. Su primer negocio fue una empresa de comercio justo de ropa y el segundo un proyecto que ayudaba a recaudar fondos para salvar la fauna afectada por un vertido de BP en el Golfo de México

Fuente: SMU Magazine

En 2012, recién graduada, ficha por Tinder cuando la empresa todavía era una prometedora startup y ella tan solo una empresaria con interesantes ideas sobre cómo llegar al público

Fuente: The Washington Post

Su romance con Tinder duró poco: apenas un par de años después de entrar, renunció a su puesto de vicepresidenta de Marketing

Fuente: Business Insider

No fue una salida ni mucho menos amistosa. Wolfe acusó a su expareja y exjefe, Justin Mateen, de discriminación sexual y acoso. Mateen acabó renunciando a su puesto en Tinder y el asunto se zanjó con un acuerdo extrajudicial por el que Wolfe recibió, según Forbes, un millón de dólares

Fuente: Forbes

Wolfe se sintió entonces en un callejón sin salida. Al menos, hasta que contacto con Andrey Andreev, un multimillonario ruso-británico que ha participado en la creación de aplicaciones de citas como Badoo y que quería saber qué opinaba Wolfe de verdad sobre ellas, cómo podía mejorarlas

Fuente: Forbes

Fruto de las ideas de Wolfe y el capital de Andreev no tardó mucho en nacer Bumble, una aplicación de citas donde solo ellas pueden dar el primer paso de abrir una conversación

Fuente: Forbes

La idea no tardó en cuajar entre los usuarios. Bumble construyó en los siguientes años una comunidad sólida y, sobre todo, dispuesta a pagar: en septiembre de 2020, el 9% eran de sus usuarios eran premium, mientras que esta cifra en aplicaciones como Badoo apenas llegaba al 4%

Fuente: Forbes

En febrero de 2021, Bumble se atrevió a dar el salto de salir a bolsa. Solo ese día, las acciones de la empresa pasaron de valer algo más de 40 dólares a valer 70. Wolfe vio su cuenta corriente dispararse en algo más de 1.200 millones de euros y se convirtió en una de las jóvenes no herederas más ricas del mundo

Fuente: Bloomberg

Wolfe salió a bolsa con su hijo en brazos. Literalmente. Con ello quiso demostrar que en su empresa siempre habría espacio para la conciliación familiar

En estos años, su actividad empresarial le ha convertido en poco menos que una celebridad. No ha sido raro ver a Wolfe hablar de la necesidad de empoderamiento de las mujeres junto a personalidades como la tenista Serena Williams

Fuente: Reuters

En 2017 se casó con el empresario del petróleo Michael Herd. En vez de adoptar el apellido de su marido, como es costumbre en la cultura anglosajona, lo añadió al suyo y, desde entonces, su nombre completo es Whitney Wolfe Herd. Fue una boda con todos los lujos en el pueblo italiano de Positano, en el sur del país

Entre las invitadas al enlace, además de Serena Williams, claro, estuvo Priyanka Chopra, cantante y actriz india

 Fuente: Theknotwnews

Celebró su 30 cumpleaños por todo lo alto. Por el día, disfrutó con amigos como la diseñadora Rachel Zoe del mar y el sol del Mediterráneo en un lujoso yate. Por la noche, una gran fiesta en la que llevó un vestido de Giambattista Vali valorado en 10.000 dólares (más de 8.000 euros)

El matrimonio Wolfe-Herd es muy deportista. No es raro verles compartir en sus redes sociales fotos navegando, esquiando en lugares como Aspen, en EEUU, o dando largos paseos a caballo en el rancho que, como buena familia texana, poseen los Herd

Fuente: Theknotnews

En 2018, entró en la lista de Times de personas más influyentes del mundo. Aquello fue un punto de inflexión de una vida marcada por la convicción de que el éxito en los negocios se puede conjugar con el éxito en la vida

Fuente: Time