La mayor empresa de impresión de Estados Unidos quiere desprenderse de su negocio de financiación que adeuda 3.400 millones de dólares

Alberto Iglesias Fraga
John Visentin, CEO de Xerox.
John Visentin, CEO de Xerox.
  • Xerox ha admitido este lunes que está explorando una posible "transacción estratégica" de su negocio de préstamos a clientes para la compra de impresoras y otros equipos. 
  • La división de financiación representa actualmente 3.400 millones de dólares de los 5.200 millones de deuda total que atesora Xerox, según los últimos resultados económicos conocidos.
  • Xerox está inmersa en una profunda reestructuración con el fin de convertirse en una mera unidad de negocio de un nuevo holding que cotizará en Bolsa bajo su actual ticker (XRX).

Soplan vientos de cambio en Xerox, una de las compañías históricas del sector tecnológico y referente indiscutible del mercado de impresión empresarial en Estados Unidos. No es ningún secreto que la multinacional está inmersa en una profunda reestructuración con el fin de convertirse en una mera unidad de negocio de un nuevo holding que cotizará en Bolsa bajo su actual ticker (XRX).

Lo que sí es nuevo es que, con el fin de allanar este cambio de estrategia, Xerox va a desprenderse de algunas de sus divisiones menos rentables o que suponen un mayor lastre en sus cuentas anuales. Y la primera en ver la señal de salida no es otra que su negocio de financiación.

Xerox, al igual que otros fabricantes de la industria, ha impulsado en los últimos años programas de alquiler o financiación de impresoras y otro equipamiento. De este modo, los clientes no tenían que desembolsar las ingentes cantidades que cuestan estos dispositivos de categoría profesional, sino que podían usarlos pagando a plazos como si de un coche o una casa se tratase.

El problema llega a la hora de contabilizar esos contratos. A diferencia de una venta al uso, que figura como ingresos para la compañía, Xerox se ve obligada a incluir el montante prestado a sus clientes como deuda propia, lo que deja en mal lugar sus libros de contabilidad.

Leer más: La Unión Europea prepara represalias contra los aranceles de Trump y pone a Xerox en el punto de mira

En concreto, la división de financiación representa actualmente 3.400 millones de dólares de los 5.200 millones de deuda total que atesora esta compañía, según los últimos resultados económicos conocidos. Dicho de otro modo, su deuda asociada a estos préstamos a clientes suponen el 65% de la deuda global de Xerox y, por ende, un elemento negativo en sus cuentas. Máxime si tenemos en cuenta que estos planes apenas suponen el 4% de la facturación total de la empresa (300 de los 7.630 millones de dólares en el año fiscal 2018).

Por todo ello, la multinacional ha admitido este lunes que está explorando una posible "transacción estratégica" para esta parcela de actividad. Según Reuters, esta medida permitiría a Xerox simplificar sus operaciones, lo que a su vez provocaría ahorros brutos de al menos 640 millones de dólares en 2019 y 1.500 millones de cara a 2021.

Como telón de fondo, Xerox trata de salir a flote bajo la nueva batuta de John Visentin. En la historia reciente de la firma todavía resuenan los ecos de la fallida alianza con Fujifilm Holdings debido a las reticencias de algunos inversores como Carl Icahn y Darwin Deason. Pese a todo ello, en los últimos trimestres fiscales la compañía ha superado las expectativas de beneficios y ha emprendido diversas iniciativas para dinamizar este mercado.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.