YPO, el elitista club secreto que ayuda a los CEO más jóvenes a preparar su batalla para conquistar el mundo

El lema no oficial de YPO es "Nada, nadie, nunca".
El lema no oficial de YPO es "Nada, nadie, nunca".
  • La Young Presidents Organization, o YPO, es un grupo social ultraexclusivo para líderes empresariales.
  • Las reuniones mensuales dan a los ejecutivos la oportunidad de hablar libremente sobre lo que supone dirigir una empresa.
  • Su código de conducta exige un secreto absoluto, lo que, según sus miembros, forma parte del atractivo del grupo.
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Rana el Kaliouby, fundadora de la startup Affectiva, cuenta que estaba desesperada el día en que tuvo que comunicar a sus empleados que algunos de ellos iban a ser despedidos debido a las consecuencias económicas de la pandemia. Pero no tenía a nadie en quien confiar.

"Es una experiencia muy solitaria", dice el Kaliouby sobre el hecho de ser CEO. "Puedes hablar con tus mentores, pero a veces están en otro sitio. Puedes hablar con tus inversores, pero tienes que tener cuidado".

En su lugar, recurrió a la Young Presidents Organization (YPO por sus siglas en inglés), una red mundial de ejecutivos cuyos miembros se reúnen mensualmente en pequeños grupos regionales conocidos como foros.

Fundada en 1950, la YPO tiene fama de ser una fraternidad para hombres blancos ultrarricos que han heredado un negocio familiar, y efectivamente, durante un tiempo, lo fue. Pero a lo largo de los años, ha reclutado a más empresarios, que según cuentan a Business Insider, este exclusivo club merece el precio de la entrada. La cuota de iniciación para el primer año es de unos 4.000 dólares (unos 3.300 euros) y las cuotas anuales parten de los 6.000 dólares (alrededor de 5.000 euros), dependiendo de la sede.

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Cuando Rana el Kaliouby se sentó ante su ordenador para asistir a su primera reunión del foro de líderes empresariales de toda la zona noreste de Estados Unidos, recuerda que pensó que iba a ser "una pérdida de tiempo colosal".

Luego, la reunión comenzó con los miembros compartiendo lo más importante que estaba ocurriendo en sus vidas. El Kaliouby contó su experiencia al tener que despedir a sus trabajadores. Oyó a otros líderes hablar abiertamente y así lo hizo ella también.

Desde entonces, su foro se ha convertido en una importante fuente de información.

"Muchos de mis amigos no son CEO", cuenta. "Soy la primera empresaria de mi familia. No puedo ir a buscar el consejo de mi padre sobre cómo gestionar mi junta directiva o cómo conseguir la siguiente ronda de financiación".

Secreto absoluto

El código de conducta exige confidencialidad. Esa atmósfera de secretismo es según los miembros, parte de su atractivo. Los ejecutivos pueden hablar distendidamente sobre el trabajo y sus vidas personales, confiando en que compañeros de una misma empresa nunca se colocan en un foro juntos, y tampoco sus competidores en el sector. 

En 2015, cuando la fundadora de TaskRabbit, Leah Solivan, era consejera delegada, la recaudación de fondos estaba tardando más de lo que esperaba y la empresa se estaba quedando sin dinero. Solivan sintió pánico.

Una noche tuvo que pedir un Uber para ir al hospital por un fuerte dolor de estómago. En cuanto salió del hospital tras unos días, fue directamente a una importante reunión. Solivan sentía que de lo contrario, su empresa fracasaría. 

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"Hay muchas razones por las que un inversor dice que no a un acuerdo. No quería generarles ninguna duda sobre mi salud, así que lo mantuve en secreto", cuenta Solivan. Sin embargo, luego compartió este incidente con su foro.

"Nada sale del foro", asegura Solivan, que ahora es socia fundadora de Fuel Capital.

Confió en su pequeño grupo de ejecutivos de San Francisco cuando se planteó dimitir como CEO de TaskRabbit, y volvió a hacerlo como presidenta durante los 9 meses que tardó en cerrarse la venta de su empresa a Ikea.

De hecho, el código de conducta del grupo tiene una línea que se repite a menudo: "Nada, nadie, nunca" que sirve de eslogan no oficial. Se "inculca" en la iniciación al club, según confiesa un miembro. "Fuera del foro, no cuentes Nada que se diga en el foro a Nadie bajo ninguna circunstancia. Nunca significa para siempre", dice el código.

Algunos miembros notables de YPO como Heidi Zak, Leah Solivan, Spencer Rascoff, y Allison Long Pettine.
Algunos miembros notables de YPO como Heidi Zak, Leah Solivan, Spencer Rascoff, y Allison Long Pettine.

30.000 miembros repartidos por todo el mundo

La lista de miembros también está muy bien protegida. La organización afirma que cuenta con más de 30.000 personas, la mitad de ellas en Estados Unidos. Para poder optar a formar parte a este selecto grupo, los candidatos deben haber llegado a ser presidente, director general o consejero delegado de una empresa valorada en al menos 20 millones de dólares (16.5 millones de euros) antes de cumplir 45 años. También pueden ser elegidos si la empresa tiene un valor inferior, pero alcanza ciertos objetivos de ingresos.

En la actualidad, aproximadamente un tercio de los miembros son personas que han heredado una empresa familiar, y el resto son empresarios y ejecutivos. En el ámbito de las startups y el capital riesgo, entre los miembros más destacados se encuentran:

  • Steven Galanis, cofundador y CEO de Cameo.
  • Adena Hefets, cofundadora y consejera delegada de Divvy Homes.
  • Spencer Rascoff, socio general de 75 & Sunny Ventures.
  • Michele Romanow, cofundadora y presidenta de Clearco.
  • Keith Wasserman, socio general de Gelt VC.
  • Heidi Zak, cofundadora y codirectora general de ThirdLove.

La organización se ha hecho cada vez más visible, reclutando a más gente a medida que los miembros de más edad han ido envejeciendo, lo que ha permitido aumentar la diversidad. El reto que tiene el grupo es que mucha gente nunca ha oído hablar de YPO y, si lo han hecho, tienen la idea de que es "una organización de viejos blancos", dice Allison Long Pettine, inversora y encargada del capítulo de YPO en la costa de San Diego.

Las cuotas son elevadas, y últimamente hay una oleada de grupos de networking rivales con requisitos de entrada menos estrictos, y algunos orientados directamente a mujeres.

El Kaliouby seguirá en el club a pesar de que acaba de vender su empresapor 73,5 millones de dólares (casi 62 millones de euros) en efectivo y acciones, un final feliz para la compañía que fundó hace 12 años. Dice que su foro la asesoró en todo, desde la estructuración del acuerdo hasta el anuncio a sus empleados.

Como nuevo miembro de la junta directiva de su capítulo, ahora tiene la capacidad de devolver todo lo que ha recibido. 

Este contenido fue publicado originalmente en BI Prime

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