Biometano, ejemplo de economía circular que es el presente y será el futuro de la energía

Business Solutions para Naturgy
Biometano
  • El biometano, obtenido de residuos y aguas residuales, es un gas renovable que se integra fácilmente en las redes de distribución de gas existentes.
  • Naturgy busca reducir el impacto de la actividad energética sin afectar el progreso económico y social. El biometano se produce a partir de residuos orgánicos, resolviendo problemas de gestión y evitando impactos ambientales.
  • Esta apuesta no solo impacta en la descarbonización energética, sino también en sectores como la gestión de residuos y la producción de fertilizantes orgánicos. Además, España tiene un alto potencial en la producción de biometano y la infraestructura para aprovecharlo al máximo. Esto lo convierte en una oportunidad clave para el país en su camino hacia la sostenibilidad.

Este gas renovable se obtiene a partir del tratamiento de los residuos y la depuración de las aguas residuales. Además, puede inyectarse de forma sencilla en las redes de distribución de gas ya existentes y puede consumirse para los mismos usos que el gas natural.

Descarbonizar toda actividad se ha convertido en uno de los objetivos clave de nuestra sociedad. Durante mucho tiempo, sólo se ha prestado atención al impacto final de estas emisiones, cuando en realidad están presentes en todas las etapas de los procesos. 

Sólo desde un acercamiento circular se puede plantear una estrategia de reducción de emisiones efectiva. Un objetivo en el que el sector energético va a desempeñar un rol fundamental para reducir nuestro impacto, dado el proceso de transición energética en el que se encuentra inmerso.

En este sentido, Naturgy está abordando su propia estrategia para reducir el impacto de la actividad energética en el plano económico y social y sin que esto afecte a la evolución y desarrollo de ciudadanos y empresas. Un cometido en el que ha encontrado un aliado con gran potencial: el biometano.

Este gas renovable se produce a partir de la digestión de residuos orgánicos por las bacterias que hay en los propios residuos y que, tras una depuración posterior, puede inyectarse en la red de distribución de gas. 

La producción de biometano permite el aprovechamiento de multitud de residuos orgánicos (urbanos, lodos de depuradoras, agropecuarios o de agroindustrias), solucionando sus problemas de gestión y evitando los problemas ambientales que estos generan (desde emisiones difusas de metano, contaminación de aguas, daños a la biodiversidad, hasta molestias y olores en poblaciones cercanas). 

Pero las bondades de esta solución energética no terminan en ese punto. El planteamiento circular permite sacar aún más rendimiento del biometano. 

En el proceso de su producción se genera un digestato que puede ser aprovechado como fertilizante orgánico, en una lógica de economía circular que ofrece una funcionalidad adicional a este gas renovable. 

Biometano

Impacto en multitud de sectores

La apuesta por el biometano puede contribuir a descarbonizar todos los sectores de la economía. 

Desde el propio sector energético (por el uso de una energía descarbonizada que puede usarse en industrias, viviendas, comercios o movilidad) a otros sectores como el de los residuos, al evitar las emisiones de metano debidas a una gestión inadecuada, o de los fertilizantes orgánicos, al ser éste otro producto generado en el proceso.

A esto se añade las posibilidades que abre para impulsar la independencia energética, en línea con el plan REPowerEU, al producir gas de “kilómetro cero”. Una posibilidad que se suma a la mejora de la biodiversidad, al valorizar residuos conflictivos en energía y en subproductos orgánicos. 

Además, su producción contribuye a la transición justa, al reducir las inversiones necesarias para la descarbonización e impulsar la actividad económica en el medio rural, creando empleo y fijando población en la denominada como España vacía.

Esta alternativa energética representa una gran oportunidad para España. Sin ir más lejos, es uno de los tres países europeos con mayor potencial para la producción de biometano, que se estima en unos 163 TWh/año, lo que representa más del 40% de la demanda anual. 

Sin embargo, su potencial está por desarrollar. La ejecución de los primeros proyectos de producción e inyección de biometano a la red de distribución del país ha contribuido a demostrar la viabilidad técnico-económica de este nuevo modelo de negocio, al desarrollar y probar las tecnologías y los modelos de colaboración necesarios.

En este mismo sentido, España cuenta con las infraestructuras adecuadas para sacar el máximo provecho al biometano. Actualmente, en nuestro país se vehicula un 40% más de energía por las redes de gas natural (350 TWh/año) que por las redes eléctricas (250 TWh/año). 

El biometano contribuye a la descarbonización del sistema gasista, imprescindible para conseguir los objetivos climáticos. 

Además, aprovechar la extensa infraestructura de la red de gas es clave para exprimir el potencial del biometano, ya que permite utilizarlo en zonas alejadas de las áreas de producción en la que se generan los residuos, reduciendo el esfuerzo inversor de la transición energética, al permitir una rápida penetración de los gases renovables. 

Apuesta por la innovación

La iniciativa de Naturgy representa una apuesta por la innovación tanto desde el punto de vista de modelo de negocio, como desde el de la tecnología o las alianzas. En concreto, el desarrollo de este nuevo modelo de negocio supone la colaboración de diferentes empresas de sectores muy diversos: agropecuario, gestión de residuos, gestor de la red de distribución o comercializadoras de gas. 

Los proyectos desarrollados hasta el momento han permitido testar diferentes alternativas tecnológicas en la producción y uso de biometano. 

Además de ser pionera en desarrollar marcos de colaboración y alianzas entre empresas diversas que hasta la fecha no se habían integrado en una misma cadena de valor, Naturgy aporta sus capacidades de coordinación y colaboración de todos los actores integrados en la cadena de producción. 

Esto permite poder viabilizar los proyectos de biometano estableciendo y trabajando alianzas con ganaderos, agricultores, gestores de residuos, industrias agroalimentarias o industrias de fertilizantes.

Hasta la fecha, Naturgy ha sido pionera como promotora de plantas de producción de biometano. De hecho, fue la primera en inyectar biometano en España en la red de distribución de gas y cuenta con dos de las seis plantas que actualmente están inyectando biometano en la red del país. 

Se trata de la Unidad Mixta de Gas Renovable (A Coruña), que produce biometano a partir de aguas residuales, y la planta Elena (Cerdanyola del Vallès, Barcelona), que produce biometano a partir de residuos sólidos municipales. 

Adicionalmente, la compañía cuenta con otros cuatro proyectos en construcción. Vila-sana (Lleida), en la que el biometano se produce a partir de residuos agroganaderos, inyectará a la red de distribución a lo largo del segundo semestre de 2023. 

En Torrefarrera (Lleida), Naturgy, junto a otras empresas, ha iniciado la tramitación de una nueva planta de gas renovable que está previsto que pueda poner en marcha en 2025. Utiel (Valencia) acogerá la quinta planta de la compañía, que utilizará residuos agroindustriales y tendrá capacidad para abastecer a más de 5.300 hogares. Por último, la planta de Utrera (Sevilla) será su sexta planta de producción de biometano en España y la primera en Andalucía. 

Complementariamente al desarrollo de proyectos de biometano, Naturgy está desarrollando opciones para adquirir la producción de gas renovable a terceros para su inyección a la red. 

Así, a través de Nedgia, su distribuidora de gas, tiene identificados en España 170 proyectos que podrían materializarse a corto plazo, con capacidad de más de 7 TWh/año, el equivalente al consumo de 1,4 millones de hogares. 

La antesala del hidrógeno verde

A futuro, la apuesta por los gases renovables de Naturgy se completará con el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde. Naturgy lleva años investigando el desarrollo del hidrógeno y está trabajando en el desarrollo de grandes hubs de producción. Se está prestando especial atención a la reconversión de las centrales térmicas de carbón en zonas de la denominada Transición Justa. 

El objetivo de estos proyectos es impulsar el desarrollo de nuevos mercados para consumos directos de hidrógeno verde en industria, la inyección en la red de gas para su comercialización con garantías de origen, la movilidad o la producción de derivados como el amoníaco o el metanol. 

Naturgy Biometano

Uno de los principales proyectos en marcha es el desarrollo de una planta de hidrógeno verde en La Robla (León), en el entorno de la central térmica que Naturgy clausuró en 2020. Paralelamente, la compañía trabaja también en el desarrollo de otros proyectos de producción de hidrógeno vinculados a la industria.

En definitiva, el biometano representa una de las alternativas con mayor potencial no sólo para alcanzar los objetivos de descarbonización, sino como paso inicial para la llegada de alternativas energéticas que permitan a la sociedad continuar con su actividad eliminando el impacto en el medioambiente. 

Una carrera que ya no tiene vuelta atrás y en la que Naturgy parte entre las primeras posiciones. 

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