Empatía, pensamiento crítico y curiosidad: así es el empleado del futuro

“Venimos a soltarnos, a crear y a especular sobre el futuro”. Esta fue la bienvenida de Marina Díaz, Learning & Innovation Programs Designer en Talent Garden, una comunidad rompedora que hace unos días abría las puertas de su campus de Barcelona. La excusa era presentar su nuevo proyecto, pero sirvió para plantear un interesante debate en torno a los perfiles profesionales que van a cubrir las necesidades empresariales el día de mañana. 

Con un estilo informal, y totalmente abierto a la participación de los presentes, la jornada arrancó con un foro entre grandes expertos. Benja Orts, fundador de Oasic, fue el encargado de dirigir las reflexiones sobre las nuevas visiones de futuro. Antes de dar paso a los ponentes, recordaba un estudio reciente que asegura que la vida promedio de las habilidades es, actualmente, de cinco años. Ante este mundo tan cambiante ¿cómo deben prepararse los profesionales?

Maroane Abdallaoui, que forma parte desde 2022 de Mind The Bridge, cree que las empresas, y sobre todo las áreas de Recursos Humanos, deben mostrarse más arriesgadas y poner el foco en la innovación. “La idea es entender los nuevos escenarios que van a venir para poder preparar a los empleados”, opinó. Entre sus consejos: meditar. Cree que es importante saber que el futuro acabará haciendo su aparición sí o sí y, meditando y auto conociéndose, es más fácil “surfear la ola”. 

Las habilidades que debe dominar el empleado del futuro

¿Qué cualidades hacen destacar a un profesional entre el millón de candidatos que hay actualmente? Para Abdallaoui, su positividad. “Además, si eres proactivo y curioso, esta energía se transmite a todo el equipo”, añadió. 

Precisamente, esa curiosidad es la habilidad más vital para Ana Torralba, consultora de innovación sistémica. “Debemos valorar las actitudes que son solamente humanas como la amplitud y el pensamiento crítico y que no pueden ofrecernos tecnologías como la Inteligencia Artificial”, decía. Para ella, actitudes como la curiosidad permiten detectar los puntos de inflexión, y es que “los conocimientos técnicos ya vendrán con el tiempo”. 

A todo esto, añadía que es muy importante la humildad, que es el valor que permite a los trabajadores seguir formándose durante los años. “Resulta indispensable escuchar al resto del equipo, pedir ayuda a compañeros que sepan más bajo el prisma de la humildad…”, expresó en Barcelona. 

Brecha en la formación

Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el talento más joven es la frustración. Asistentes a la charla debatieron sobre la necesidad de estudiar años sobre temas obsoletos o la problemática de acabar siendo un perfil al que las compañías acaban pidiendo más de lo que deberían. Estas situaciones llevan a una desengaño o fracaso que hace que muchos se sientan perdidos en el mar empresarial. 

“Es difícil formar en la universidad a los perfiles del futuro sin saber cómo va a ser realmente ese futuro”, sentenciaba Ricardo de la Hoz, especialista de la experiencia del estudiante en la UNIE Universidad. La ventaja en su sector es que los conocimientos tienen caducidad y, en este contexto, “es indispensable querer seguir abriéndose al mundo y formándose continuamente”, añadió. 

De la Hoz también apostó por la necesidad de tener una visión estratégica y un pensamiento crítico y citó “la adaptabilidad y la resilencia emocional” como dos competencias básicas en el trabajador del mañana. Junto a él, Maroane Abdallaoui recomendó para adaptarse y evitar esa temible frustración, en primer lugar, entender el mundo en el que estamos, y luego conocer la pasión individual de cada uno. “Y si no nos ubicamos bien, pedir ayuda. Es importante hablar con gente y realizar mentoring”, consideró. 

Es difícil, pero es clave, a su vez, aprender cómo pensar. En este sentido, “las nuevas tecnologías son una herramienta, pero hay que entender para qué me hacen falta y preguntarse para qué quiero usarlas”, recordaba Torralba. De una manera utópica, la consultora reclamaba la creación de una nueva profesión: el buen preguntador. Una figura que aprenda a contextualizar y analizar todo lo que devuelve la tecnología a los profesionales. 

La transversalidad del empleado

Pero ¿hay que saber mucho y de todo? Ana Torralba es de la opinión que deben coexistir dos perfiles. Por un lado, aquellos expertos en temas o conceptos concretos y, por otros, profesionales más transversales y con mayor amplitud. Iván Leider, Director of Engineering en L+R, analizó qué tipos de empleados buscan en su compañía. “Queremos perfiles capaces de profundizar en alguna habilidad o conocimiento sí, pero también que tengan aptitudes que les permitan integrarse en otras áreas. Estamos ante el perfil transversal”, resumió en Barcelona. 

En esta línea, Ricardo de la Hoz explicó la existencia de “planes muy potentes para trabajar las soft skills”, lo que para él es un gran avance que sirve para coger el hábito diario de ciertas competencias “más humanas”. 

Por que sí, “la automatización está presente en las empresas, pero no hay que tenerle miedo. Es un partner más y el profesional bien formado y reflexivo será el que, en realidad, le diga al robot qué debe hacer”. Su reflexión fue, como la de sus compañeros, abrazar y entender esta tecnología y hacerlo con pensamiento que vaya siempre un paso más allá. Finalmente, disponer de “capacidad emprendedora” –como la definió Iván Leider- ayudará a abrir nuevas puertas que, con una buena dosis de empatía, pueden romper la brecha entre la formación y la realidad del día a día en las organizaciones. 

En todo este entorno cambiante, y lleno de amenazas externas, otro entendido de la materia que formó parte de este Open Day se atrevió a lanzar los perfiles clave para escalar un negocio. Sergio del Frago, representante de la escuela de negocios online Nuclio, tiene claro que las empresas de hoy, y del mañana, van a necesitar especialistas en data science & AI, UX UI design o digital traffic management. 

Para él, los perfiles tendrán que saber mucho sobre CRO, data o SEO. Y, en esta línea, trabaja precisamente Nuclio que deja atrás la educación tradicional y apuesta por intensos bootcamps donde en apenas 6 meses los profesionales salen preparados para ser productivos desde el primer momento.  

¡Bienvenid@s al futuro!

Para finalizar la mañana de trabajo y networking, Marta Campos, Country Lead Spain en Talent Garden, explicó a los presentes qué tiene esta comunidad entre manos. “Algo totalmente innovador”, anunciaba y dio la bienvenida a los presentes al proyecto Hack4Talent, un hackathon donde resolver en 48 horas una problemática real de empresas relacionadas con la energía, las finanzas, la tecnología y la movilidad. 

¿La novedad? Que tras la resolución de estos retos, Talent Garden acompañará durante varias semanas la idea para testearla de forma real y desarrollarla, si es potencialmente un éxito, en un futuro. Y es que sí: lo mejor que hacen en Talent Garden es conectar y este nuevo proyecto implica una conexión entre todo lo aprendido por el camino sobre “talento, empresas y futuro”. Para ello, hace años que Talent Garden combina la creación de campus de coworking creativos con eventos que buscan conectar de manera global al ecosistema digital y sus protagonistas. Y este Open Day fue la clara muestra de ello.