Que no sea tan arriesgado ni requiera tanta preparación como saltar en parapente, hacer surf, escalar el K2 o ponerse delante de un toro, no quiere decir que empezar a hacer senderismo esté exento de una adecuada o, al menos, mínima preparación.

Son muchos los urbanitas que huyen de la ciudad en verano, deciden hacer una ruta "fácil" y se encuentran con más difícultades que las que hallara Odiseo en su regreso a Ítaca. Si quieres ahorrarte penurias y disfrutar de verdad de la naturaleza y el ejercicio físico al aire libre, es mejor que te equipes apropiadamente con los básicos.

Aquí tienes una lista de lo que no te puede faltar:

1. Un buen calzado
2. Ropa adecuada
3. Mochila cómoda y amplia
4. Pequeño botiquín

Buen calzado

Este es el principal punto y el único totalmente imprescindible. No se puede hacer rutas largas con cualquier calzado, y menos si eres novato porque lo pagarás muy caro y lo que pensabas que sería un agradable paseo se va a convertir en una agonía por las rozaduras, las ampollas o incluso torceduras de tobillo.

Tampoco te hacen falta botas de alpinismo, pero al menos has de elegir un calzado que no deje pasar el agua que, a ser posible transpire, sea resistente y que, por supuesto, te sea muy cómodo. No vayas con zapatillas de running a no ser que la ruta sea un paseo muy sencillo y, en todo caso, es siempre mejor ir equipado de más que de menos. 

Las Salomon X Ultra para hombre y las Salomon y para mujer son una excelente opción porque son cómodas, livianas y Gore-Tex.

Ropa adecuada

Aunque abras la ventana y parece que haga bueno, has de tener en cuenta que el paso del tiempo y la montaña hace que las temperaturas sean mucho más severas. Si tienes calor, andando te abrasarás, y, si parece que hace fresco, en la montaña te helarás en cuando se acerque la noche.

Ten siempre en la mochila una chaqueta técnica aunque sea verano o, al menos, un cortavientos por si el tiempo decide cambiar o por si has de descansar durante horas y te pilla la noche. Es esencial en rutas de muchos kilómetros o si vas por montaña. 

Mochila cómoda y amplia

Puede parecerte que la mochila no pesa tanto o que es cómoda, pero la comodidad de deteriora según el paso de los kilómetros así que es mejor invertir en una resistente a cualquier cosa, de gran capacidad y con el acolado perfecto para distribuir la carga sin que te resulte incómoda en los hombros y trapecios.

Las hay de todo tipo, pero éstas de Salomon que se adaptan al ancho de tu espalda para distribuir mejor la carga y sin abultar demasiado nos parecen ideal para rutas de media distancia o las que no requieran acampar.

Pequeño botiquín

Puede parecer excesivo llevar un botiquín para un paseo, pero has de recordar que no hay ningún súper por las montañas ni llega el taxi, y cualquier imprevisto se puede pagar muy caro. Al menos, has de asegurarte de que llevas tiritas por si tienes rozaduras, vendas y algún desinfectante por si te cortas con cualquier cosa.

No ocupa casi nada y aunque nunca te pase nada, habrá un día en el que ocurra algo y des gracias por haberlo llevado dentro de la mochila. Éste de Honyao nos parece una opción excelente y versátil para llevarlo en casi cualquier lado.