La nueva generación de energías renovables: el trampolín de la transición energética para alcanzar los objetivos en materia de sostenibilidad

El acceso a la energía ha sido siempre un valor diferencial a la hora de valorar la capacidad de desarrollo de unos territorios frente a otros.

Contar con energía abundante y de calidad ha permitido florecer a industrias que han sido, a su vez, fuente de riqueza y desarrollo social.

Una fórmula a la que ahora se suma una nueva dimensión dentro del sector energético que va a destacar por encima del resto: la sostenibilidad.

La importancia de esta vertiente sostenible radica en unas razones nada novedosas. Si el objetivo último de la generación de la riqueza es el desarrollo social, esto ya no puede separarse del cuidado del medioambiente y el capital natural.

Por ello, es básico que toda actividad, actual o futura, se reduzca a la mínima expresión y compense cualquier tipo de impacto que genere.

Para llegar a esa meta, vivimos un tiempo de transición en el que las energías renovables ya desempeñan un papel crucial en la generación de energía.

En este contexto, Naturgy está inmersa en una profunda transformación en la que la transición energética representa una oportunidad para dar una vuelta a su modelo de negocio y, a la vez, promover los cambios necesarios para alcanzar una economía baja en carbono.

Un mandato que destaca en su revisado Plan Estratégico 2021-2025, cuyos pilares fundamentales se centran en potenciar la sostenibilidad, resumida en los aspectos Ambientales, Sociales y de Gobernanza.

Como resultado de todo ello, ha definido un Plan de Sostenibilidad a 2025 estructurado en 6 palancas con 21 líneas de acción y 74 objetivos comprometidos y alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

El papel clave de la transición energética

La transición energética se presenta como el trampolín que permitirá alcanzar gran parte de los objetivos marcados en ese horizonte sostenible.

Una meta tras la que esperan dos premios: reducción de la dependencia energética y aceleración de la lucha contra el cambio climático. 

Si estas dos cuestiones se realizan de forma inclusiva y justa, pueden procurar, además del impacto medioambiental, un importante progreso social y una mejora en el bienestar del conjunto de la sociedad.

Pero este no será un camino fácil y simple de recorrer. Los cambios económicos y sociales derivados de la transición energética ya sea por pérdida de empleos, cambios en las condiciones de vida en territorios donde se desarrollan nuevos proyectos de tecnología renovable o las posibles consecuencias que esta transición puede tener sobre el precio de la energía, hacen que cualquier solución que se adopte para abordar las problemáticas de clima y naturaleza no dejen de tener en cuenta a las personas.

Lo cual puede que sea por pérdida de empleos, cambios en las condiciones de vida en territorios o las posibles consecuencias que esta transición puede tener sobre el precio de la energía.

El gran reto de este proceso radica en que, en paralelo a la reducción del impacto de la actividad humana en el medio ambiente, debe de asegurarse la creación de riqueza para la sociedad. 

De nada servirá un cambio de modelo que no tenga un resultado justo y que permita reducir desigualdades en lugar de agudizarlas más.

Inversiones en marcha

Naturgy está lanzando uno de sus periodos más potentes en materia de inversiones para apuntar este cambio. A 30 de septiembre, la compañía ha movilizado 1.900 millones de euros de inversión, lo mismo que durante todo el pasado año. 

De este importe, cerca de un 62% se destinó al crecimiento renovable y, el 29%, al desarrollo de redes. Actualmente, Naturgy cuenta con una potencia renovable en operación de cerca 6 GW, con un incremento de 730 MW en los últimos nueve meses a nivel global.

Como resultado de esta estrategia, en España la compañía tiene una treintena de parques eólicos y plantas fotovoltaicas en construcción, que permitirán incorporar cerca de 1,5 GW de potencia instalada a la cartera del grupo a lo largo de 2024.

Asimismo, prosigue con el desarrollo de varios proyectos de biometano e hidrógeno, con más de 50 proyectos de estos gases renovables en distintas fases de desarrollo.

Adicionalmente, en el primer semestre de 2023 alcanzó un acuerdo con el fondo de infraestructuras Ardian para la adquisición del 100% de ASR Wind, que cuenta con un total de 422 MW repartidos en 12 parques eólicos en operación en España. 

Esta operación fue autorizada el pasado 19 de julio sin condiciones por la CNMC.

Naturgy ha iniciado también los trámites para desarrollar ocho proyectos de almacenamiento con baterías, principalmente hibridados con plantas fotovoltaicas de la compañía en España. 

Estas instalaciones, con una potencia de 145 MW y una capacidad de almacenamiento de 290 MWh, contribuirán a reforzar la calidad del suministro del sistema eléctrico español y permitirán una mayor introducción de energía renovable en la red.

Apuesta por el autoconsumo

En medio de toda esta revolución, una iniciativa ejemplifica las virtudes de esta nueva forma de generar energía mejor que cualquier otra: el autoconsumo. 

Esta actividad permite a cualquier persona o empresa producir electricidad renovable para su propio abastecimiento instalando en su hogar, local o comunidad de vecinos paneles solares fotovoltaicos u otros sistemas de generación renovable. 

Una actividad que, por fin, ha alcanzado velocidad de crucero.

Naturgy ha multiplicado por nueve la potencia en autoconsumo fotovoltaico durante 2022 en el marco de su iniciativa ‘Naturgy Solar’, con la que el grupo energético ofrece a sus clientes soluciones personalizadas para generar su propia electricidad. 

Esto supuso multiplicar por cinco los contratos con respecto al año anterior tras recibir más de 75.000 solicitudes de información.

El objetivo de Naturgy es alcanzar 650 MW en autoconsumo a 2025, apoyado en su experiencia en el desarrollo de este tipo de soluciones, sus activos y la cartera de clientes. 

Con esta ambición, el grupo quiere contribuir a los objetivos de descarbonización, facilitando a sus clientes el acceso a una energía renovable, y ayudarles a reducir su factura eléctrica en el actual contexto de precios energéticos.

Actividad en fuerte crecimiento

Naturgy registró un fuerte crecimiento en las instalaciones de autoconsumo en el año 2022 principalmente para vivienda unifamiliar, con un incremento destacable en comunidades de propietarios y empresas. 

Madrid y Cataluña fueron las comunidades en las que se registró el pasado año el mayor volumen de contratos, aunque el grupo está presente en todo el territorio nacional y colabora con 120 empresas instaladoras especializadas.

Una actividad en la que Naturgy aporta sus capacidades de gestión integral de proyectos. Desde el diseño de la instalación, la compra de equipos, su legalización, la puesta en marcha, la gestión de subvenciones y su financiación a la instalación de baterías.

La compañía puede aportar su know how en todas las áreas del proceso que no termina en la puesta en marcha de este tipo de proyectos. Naturgy cuenta con servicios adicionales como la tarifa con compensación de excedentes o el mantenimiento de la instalación.

En definitiva, una apuesta decidida por seguir manteniendo un rol fundamental en la nueva era energética que será crucial para que el desarrollo de la actividad social y económica sea compatible con un cuidado por el planeta. 

Algo en el que la nueva generación de soluciones energéticas desempeñarán un rol indispensable.