Seguridad, estrategia y socios: los tres indispensables si quieres que la migración de tu empresa al cloud sea un éxito

Cualquier gran proyecto de cambio corporativo y tecnológico puede ser problemático. Cuesta mucho dinero, lleva mucho tiempo y siempre conlleva el riesgo de interrupción del negocio. Pasar a la nube es probablemente un proyecto de cambio a gran escala para la mayoría de las empresas, porque no solo implica un cambio tecnológico (la parte más obvia y visible), sino que también requiere la transformación de la organización y de la mayoría de los procesos operativos.   

Más allá de avances tecnológicos obvios, la nube requiere que la propia organización –y la mayoría de sus procesos operativos- muten. Para el éxito de este proceso es necesario el compromiso total por parte del equipo directivo…y que éste sea consciente, además, de que se va a necesitar invertir. La realidad es que muchos de los altos directivos sueñan en ahorrar dinero, no tanto en gastarlo, y sus metas son llegar rápidamente al punto en el que los ahorros de costes previstos se activen y la mejora financiera se evidencie. 

Pero ¿es posible mantener la migración a la nube mientras se abren nuevos flujos de ingresos que ayuden a pagar, ni que sea una parte, de los costes de este cambio? Sí. Solo necesitas seguir leyendo. Recordemos que para que una empresa sea “nativa digital” va a verse en la obligación no solo de confiar en el cloud, sino que va a tener que cambiar su estructura, su metodología y sus operaciones. Y esto requiere tiempo. La buena noticia es que esta migración no está únicamente en las manos de la propia compañía. 

Actualmente, explica everis, empresa con gran expertise en servicios IT, es posible seleccionar de una cartera creciente de productos y ofertas estándar, todos ellos 100% nativos digitales, y utilizarlos como base para las propias ofertas nuevas en la nube. Es decir, el camino se allana gracias a plantillas estándar, estables, testadas y de alta calidad. Solo habrá que personalizarlas según las necesidades de cada uno. 

La cantidad de propuestas es inmensa. Habrá firmas que únicamente necesiten tomar, por ejemplo, una plataforma de transacciones o de servicios bancarios como Platea de NTT DATA y adaptarla a la imagen de marca y añadir alguna funcionalidad más. A esto se le llama “agilidad de la nube en acción”. Describe everis que esta oferta de servicios se aloja en un entorno cloud asociado y que los cambios se definen mediante reglas de negocio, con métodos de personalización de bajo nivel o low code. 

Eso sí, si estamos ante una empresa mucho más ambiciosa, ésta puede obtener beneficios financieros en ambos lados de esta ecuación. Es decir, por un lado, llegan nuevos ingresos y, por otro, las aplicaciones existentes pueden cerrarse potencialmente más rápido. Seguro que a la cúpula directiva esta fórmula le encaja: se obtienen nuevos negocios y se reducen los costes fijos. 

Pensar y planificar, otro binomio ganador

Pero, hay que ser realistas. Para que esta idea llegue a buen puerto, existen tres factores de éxito que, según everis, deben ocupar un lugar destacado en las empresas que sueñan con ser nativas digitales. Socios, seguridad y estrategia. El primero de ellos es claro: ¿con quién se va a trabajar y cuál es su propia agenda estratégica? La recomendación de la consultora es escoger partners con excelentes productos, que trabajen de forma transparente y creativa y que dispongan de una ruta de desarrollo clara para su propia tecnología. 

Por otro lado, redundan en un tema indispensable: la seguridad. La nube no es que sea intrínsecamente insegura, pero hay que vigilar la manera en la que se presentan nuevos servicios o se gestionan datos. A medida que se pasa rápidamente a la prestación de nuevos servicios en modo SaaS, hay que asegurarse de que los protocolos de seguridad se han actualizado para cumplir con el GDPR, la soberanía de los datos y otros requisitos normativos. En otras palabras, para everis no se empieza a operar sin más: la seguridad en la nube es diferente, y eso hay que respetarlo. 

Finalmente, la estrategia. Migrar a la nube no debe llevar a una compañía a perder el norte, todo lo contrario. Todo lo que una empresa vaya a realizar en los próximos meses debe encajar en la visión empresarial a largo plazo que le llevó al cloud en primer lugar. Está claro que la firma lo que quiere es empezar a monetizar su estrategia rápidamente y ser ágil, pero no lo conseguirá si no ha pensado en la visión con suficiente claridad y se muestra coherente. Por tanto, pensar y planificar siempre será el primer paso para que una empresa pueda asegurarse la máxima rentabilidad del paso a la nube. Siempre.