Viajé varias semanas con un iPhone X como único ordenador: esto es lo que me encanta y, también, lo que Apple necesita mejorar

El iPhone X de Apple puede llegar a ser el compañero de viaje perfecto.
El iPhone X de Apple puede llegar a ser el compañero de viaje perfecto.
  • Me fui de vacaciones varias semanas a Italia solo con mi iPhone X en vez de un ordenador portátil o una tableta.
  • La cámara del teléfono y la duración de la batería convirtieron el iPhone en un compañero de viaje increíble. Nunca sentí que necesitara una cámara digital 'de verdad'.
  • Pero la experiencia no fue perfecta. Entre otras cosas, la pantalla casi sin bordes complica en ocasiones manejar el teléfono.

Cada noviembre, siempre que mi socio y yo nos tomamos las grandes vacaciones del año, me llevo conmigo algún tipo de ordenador por si acaso lo necesito.

Normalmente echo a la maleta un ordenador portátil. El año pasado, en cambio, opté por una tableta híbrida con teclado. Este año —un viaje relámpago de tres semanas por Italia— decidí viajar aún más ligero: el único ordenador que llevaría sería mi iPhone X.

Acababa de sustituir mi viejo iPhone 6S y estaba ansioso por ver hasta dónde podía llegar con mi flamante smartphone de 999 dólares (unos 845 euros). ¿La respuesta? ¡Muy lejos!

Esto es lo que me gustó y no me gustó de mi iPhone X como compañero de viaje.

La cámara del iPhone X es increíble. Nunca eché en falta una cámara 'de verdad'

La cámara del iPhone X es buena, realmente buena. No soy ningún experto en fotografía así que no sé si está o no al nivel de, por ejemplo, la utilizada por el Pixel 2 de Google. Todo lo que sé es que es increíble y nunca, ni siquiera por un segundo, eché en falta haber tenido una cámara digital "de verdad" conmigo. Al contrario, el iPhone X cumple a la perfección el papel de cualquier cámara compacta durante unas vacaciones.

Quiero decir… solo mira esta foto:

Sorrento (Italia) fotografiada con el iPhone X.
Sorrento (Italia) fotografiada con el iPhone X.

Claramente, mi opinión no es imparcial porque yo hice esa foto. Pero, ¿acaso no es impresionante?

El modo retrato del iPhone X, que desenfoca el fondo para dar un aspecto más profesional, es muy divertido cuando tienes las clásicas escenas italianas en segundo plano.

Desenfocado al fondo, el Castel dell'Ovo, uno de los monumentos imprescindibles de Nápoles (Italia)
Desenfocado al fondo, el Castel dell'Ovo, uno de los monumentos imprescindibles de Nápoles (Italia)

El modo retrato no se queda ahí. También fue la mejor forma de capturar todo el sabor de cada plato de pasta y cucharada de salsa que nos comimos en Italia.

Un plato de ‘gnocchi’ de Tandem, un restaurante fabuloso en el centro de Nápoles.
Un plato de ‘gnocchi’ de Tandem, un restaurante fabuloso en el centro de Nápoles.

No te aburriré con otra foto de vacaciones, pero también me encantó la cámara trasera del iPhone X. Su zoom óptico de dos aumentos te permite enfocar de cerca objetos sin comprometer la calidad de la imagen. Es realmente útil para conseguir esa foto perfecta.

La duración de la batería es bastante buena

La batería de mi iPhone 6S dejaba mucho que desear. Fuera donde fuera, tenía que llevar al menos una batería externa. De normal, gastaba el 25% de la batería solo en el camino al trabajo.

Viajando era todavía peor. Cuando estoy fuera, suelo confiar en el fabuloso, pero mortal para la batería, Google Maps. Además, también soy el típico turista molesto que saca fotos de todo, lo que tampoco beneficia precisamente a la batería.

El iPhone X ha sido por tanto un cambio maravilloso. Aunque todavía llevaba mi batería externa por costumbre, no tuve que usarla ni una sola vez durante nuestras salidas diarias. El teléfono estuvo varias veces a punto de quedarse sin batería, sobre todo cuando los días (y las noches) se alargaban, pero siempre aguantó hasta llegar el hotel o el apartamento. 

No he hecho ningún test con validez científica sobre la batería del iPhone X en comparación con otros modelos, pero sí que sé que, para mis propósitos actuales, la duración de la batería es perfecta.

Pero el iPhone X no es perfecto

Mi colega Dennis Green vendió su iPhone X porque odiaba lo difícil que le resultaba usarlo con una sola mano. No me parece un problema tan grande como a él, pero reconozco que tenía algo de razón.

Soy fan de la enorme pantalla del iPhone X casi sin bordes. Pero ese mismo diseño también puede complicar el uso del terminal. Por ejemplo, utilizar el centro de control para ajustar el volumen y el brillo de la pantalla con una sola mano puede ser complicado: Apple lo ha reubicado en la esquina superior derecha de la pantalla.

Las consecuencias de esos cambios en el diseño fueron que en lugar de prestar atención a lo que me rodeaba, tenía que preocuparme por cómo sujetaba el teléfono. También hacían más fácil que se me cayera el teléfono cuando disfrutaba del paisaje y los monumentos, como el David de Miguel Ángel.

El sistema de reconocimiento facial FaceID de Apple para desbloquear el teléfono también pudo conmigo. La mayoría de las veces funciona bien. Sin embargo, en un autobús con problemas de suspensión, un tren mal iluminado y corriendo para llegar a tiempo a cenar la cosa cambia: el teléfono necesitó varios intentos para reconocer mi rostro.

Acabar con la clavija de los auriculares (todavía) apesta

Por mucho que me guste el iPhone X, la falta de una toma para los auriculares aún no me convence. La mayoría de las veces, no tener un jack para auriculares no es un gran problema. Pero cuando estás en un avión y no puedes cargar el teléfono al mismo tiempo que escuchas una película. Bueno... frustra.

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