Ahorra dinero aprendiendo a calcular la potencia eléctrica que necesitas en tu casa

Bombilla, luz de casa

El precio de la luz es un tema que preocupa y mucho. No en vano, las familias españolas cargan con el coste de la electricidad más alto de toda Europa

Las productoras de electricidad no tienen un precio fijo, sino que varía en función de la oferta y la demanda. Si coincide un época en la que se produce poca luz (por ejemplo, no hay lluvia ni viento y las centrales eólicas e hidráulicas producen menos), y hay mucha demanda, como ocurre en invierno, el precio de la luz sube. Esto se debe a que la electricidad no se puede almacenar, más allá de unos días y en pequeñas cantidades, a través de las baterías.

Pero este precio variable de la luz apenas representa el 37% de la factura. El resto son impuestos, alquileres de equipos, y la potencia contratada. Esta tasa, que la elige el consumidor, puede suponer hasta el 40% del coste de la luz, tal como podemos ver en esta factura:

Factura de la luz

De los 114,72€ de esta factura más del 30%, 42,54€, corresponden a la potencia facturada, que no depende del consumo. Es un cargo que tienes que pagar incluso aunque no consumas electricidad.

Qué es la potencia contratada

Los dispositivos electrónicos necesitan cierta potencia eléctrica para funcionar, medida en vatios (W) o Kilovatios (KW). Pero su consumo, el gasto eléctrico, depende del tiempo de uso. No es lo mismo usar una estufa cinco minutos que cuatro horas. Por eso el consumo eléctrico se mide en Kilovatios - hora, (KWh), que es la electricidad necesaria para alimentar un dispositivo de 1 KW durante una hora.

Habitualmente se usan muchos electrodomésticos al mismo tiempo. En normal que estén en funcionamiento la tele, el ordenador, el frigorífico, y varias luces.

La instalación eléctrica debe ser capaz de alimentar varios electrodomésticos a la vez. Es lo que se conoce con el nombre de potencia contratada: la máxima potencia que puedes usar al mismo tiempo.

Imagina que tienes una potencia contratada de 3,45 kW. Un kW son 1000 vatios. Por tanto, la potencia máxima de tu instalación son 3450 W. Si tienes encendidas 10 bombillas de 26 W eso suman 260 W, así que tu instalación puede con ello. Pero si al mismo tiempo enciendes el horno, que consume 1200W, y la lavadora que puede alcanzar los 2000W, en total suman. 600 + 1200 + 2000 = 3800W. Eso supera la potencia contratada, 3450W. ¿Qué ocurrirá? Saltarán los plomos y se irá la luz. Seguro que te ha ocurrido más de una vez.

La solución parece sencilla: si subes la potencia contratada, evitarás el problema. Y es cierto, pero a más potencia contratada, más sube la factura de la luz. Incluso aunque no consumas electricidad, porque la potencia contratada es un fijo que tiene pagas siempre. Vamos a ver cómo reducirlo para ahorrar en la factura de la luz.

¿Cuánto cuesta?

La potencia contratada la elige el cliente, y aparece en todas las facturas. Ya hemos visto que como más potencia contratada tengas podrás usar más dispositivos electrónicos al mismo tiempo, pero también te costará más dinero.

Existen diferentes potencias establecidas que puedes contratar, y son las mismas para todas las compañías eléctricas:

  • Potencia contratada 1,15 kW
  • Potencia contratada 2.3kW
  • Potencia contratada 3.45kW
  • Potencia contratada 4.6kW
  • Potencia contratada 5.75kW
  • Potencia contratada 6.9kW
  • Potencia contratada 8.05kW
  • Potencia contratada 9.2kW
  • Potencia contratada más de 10 kW

Un apartamento sin aire acondicionado en donde no se usen muchos electrodomésticos tiene suficiente con una potencia de 3,45 kW. Si usas aire acondicionado o varios electrodomésticos potentes al mismo tiempo, lo normal es contratar 4.6 o 5.75 kW.

Cada día debes pagar una determinada cantidad por la potencia contratada, que depende del precio por KW en cada momento, y que varía según el tipo de contrato con tu operadora o el precio de la luz. Supongamos que tenemos una potencia contratada de 6.5 KW. En mi factura de enero de 2018, cada día tengo que pagar 0.103944€ por cada KW. Es decir, 6,5 x 0.103944€ = 0,675636€ diarios. En un mes la tasa asciende a 30 días x 0,675636€ = 20,26€. Un pago que deberás hacer incluso aunque estés de vacaciones y no consumas electricidad.

¿Qué ocurre si bajamos la potencia programada a 3,45 KW? La tasa mensual habrá bajado a 3,45 KW x 0.103944€ x 30 días = 10.75€. Cada mes te ahorrarías 10€ en la factura de la luz, sin tener en cuenta el consumo. Tan sólo tendrás que tener más cuidado de no conectar muchos electrodomésticos potentes al mismo tiempo.

Los electrodomésticos que más potencia necesitan

La realidad es que pocos dispositivos electrónicos necesitan mucha potencia durante mucho tiempo. Gastan más aquellos que producen mucho frío o mucho calor. Estos son algunos de los lo más exigentes: 

DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS       Potencia necesaria
Frigorífico250 - 400 W
Lavadora1500 - 2500 W
Lavavajillas1500 - 2000 W
Horno y vitrocerámica900 - 4000 W (horno y vitro a la vez)
Pequeños electromésticos150 - 900 W
Microondas750 - 1500 W
Iluminación10 - 100W por bombilla
Televisor100 - 450 W
Ordenador25 - 300 W
Consola150 W
Aire acondicionado900 - 2000 W
Calefacción eléctrica400 - 2500 W (según sea o no de bajo consumo)

Simplemente poniendo cuidado en no usar al mismo tiempo el horno y la lavadora, o el lavajillas y y el aire acondicionado, podrás reducir la potencia contratada y ahorrar en la factura de la luz sin renunciar a nada.

Calcula la potencia que necesitas

La potencia contratada aparece en tu factura de la luz. Si nunca te han saltado los plomos es que posiblemente tienes más de la que necesitas.

Debemos calcularla. Para ello hay que hacer una lista de los dispositivos electrónicos que utilizamos en casa, o en nuestro negocio. Es importante apuntar todos ellos, incluido las bombillas y aparatos como los altavoces, reproductores, despertadores, etc.

A continuación debes descubrir cuánto consume cada uno de ellos. Es un valor, medido en W o kW, que aparece en una pegatina en el propio aparato, o en el manual de instrucciones.

Enchufe en el hogar

El último paso es sumar todos los dispositivos electrónicos que podrías llegar a usar al mismo tiempo. Suma todas las luces, y los aparatos que siempre están conectados, como la nevera, el ordenador (ten en cuenta la torre, el monitor, los periféricos) o el aire acondicionado en verano. A continuación añade electrodomésticos potentes que podrías llegar a conectar a la vez: el horno y el microondas, el lavavajillas y la lavadora, incluso el horno, la lavadora y el lavavajillas, en un momento de locura... Añade un 10% por el standby y otro 10% de margen de seguridad. Esa será tu potencia contratada segura. Un máximo que te permitirá usar casi todos los electrodomésticos a la vez, sin que salten los plomos. Si no sabes calcularlo, existen calculadores de potencia. O puedes pedírselo a un electricista.

Ahora nos proponemos evitar los dispositivos más potentes al mismo tiempo. No poner nunca el horno, el lavavajillas, la lavadora o el aire acondicionado al mismo tiempo. Usando solo uno de ellos, deja el más potente en la lista que has hecho y quita el resto que no vas a usar a la vez. Verás como la potencia necesaria baja mucho. Quizá te lleves una sorpresa, y descubras que tienes una potencia contratada mucho mayor de la que necesitas...

Incluso podemos asumir que alguna vez nos pasaremos de potencia y saltarán los plomos. Basta con apagar un aparato y volver a conectar la luz. Por cada tramo de potencia contratada que bajes te ahorrarás entre 5 y 8€ al mes. Eso son más de 60€ al año.

Hora de llamar a la compañía eléctrica

Para cambiar la potencia tienes que llamar a tu compañía eléctrica. Tanto subir como bajar la potencia contratada tiene un coste, y en algunos casos sólo puedes cambiarlo una vez al año. Así que piénsalo bien porque luego tendrás que vivir con ello 12 meses. 

  • Debe llamar a la compañía el titular de la instalación. Es necesario el DNI
  • Te pedirán el Código Universal del Punto de Suministro (CUPS), que aparece en todas tus facturas de la luz
  • El coste de bajar la potencia es de 11€ (sin importar cuánto la bajes). Subir la potencia cuesta 45€ por cada kW
  • El cambio puede tardar un máximo de 78 días (lo normal es 15 o 20 días)
  • Algunas compañías permiten realizar el trámite por Internet

Como ves, bajar la potencia es barato pero subirla es caro. Bajar de 6,9 a 3.45 kW cuesta 11€, pero subir de 3,45 a 6,9 kW cuesta 45 x 3 kW = 135€. Por eso no la bajes demasiado porque si te pasas y saltan los plomos con frecuencia, luego tendrás que pagar mucho para volver donde estabas.

Como puedes ver bajar la potencia contratada te permite ahorrar más de 60€ al año por cada tramo. Merece la pena hacer el cálculo de potencia que necesitas, incluso aunque tengas que pagar a un electricista para que lo calcule por tí.

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