Cuánto tiempo se conserva el aceite de oliva en buen estado (y cómo almacenarlo para una frescura óptima)

Si miras la etiqueta de una botella para comprobar si el aceite de oliva caduca, la respuesta corta es no. La fecha indicada es de consumo preferente, por lo que tomarlo después de la misma no entraña ningún riesgo para tu salud. Sin embargo, tal y como explican desde Hacienda Guzmán, a partir de ese momento el producto pierde cualidades organolépticas y su calidad desciende. 

Este rico elixir tan consumido en la dieta mediterránea, ligado a una mayor esperanza de vida y rico en grasas saludables y antioxidantes no dura para siempre, ni deberías guardarlo para una lejana ocasión especial. Si guardas el aceite de oliva demasiado tiempo, puede llegar a tener un sabor desagradable, plano o rancio, un problema que puede transmitirse a los alimentos que cocines con él. 

El aceite de oliva se puede llegar a conservar fresco y en buen estado entre 18 y 36 meses como máximo, aunque depende mucho de su tipología y de si está filtrado. Lo ideal, según señalan los expertos, es que no pasen más de 9 meses desde su fecha de envasado para disfrutarlo al máximo.

Si el aceite de oliva es filtrado dura de 1 a 2 años, pero en contacto con el aire o la luz o sometido a altas temperaturas, este periodo se reduce a la mitad. Si no está filtrado, tan solo unos meses, puesto que contiene más impurezas. 

El aceite de oliva virgen extra, ya que tiene más antioxidantes y por tanto, conserva mejor el zumo de la aceituna, puede durar entre 18 meses y 3 años, siempre que se vigilen las condiciones atmosféricas mencionadas. De lo contrario, puede durar 6 meses. 

La clase de aceituna de la que se extrae el aceite de oliva también influye en su conservación: algunas variedades, como la picual, mantienen sus propiedades durante un período más prolongado que otras, como la arbequina.

Cómo guardar el aceite de oliva para que dure más tiempo

Desde Well+Goodaportan algunas claves para que el aceite de oliva se conserve durante un mayor período de tiempo, y su almacenamiento sea correcto. Así, podrás gozar del sabor, las propiedades y los beneficios de este líquido. 

El primer truco es conservar el aceite de oliva en una botella opaca, o verter el contenido de la que hayas comprado en una de este tipo. Recuerda que la luz es uno de sus mayores enemigos, por lo que los envases de plástico transparente están prohibidos. Decántalos en un recipiente más oscuro.

También debes alejar el aceite lo máximo posible de las fuentes de calor como la estufa o el horno. Precisan un lugar fresco, seco y oscuro, con una temperatura estable, como el interior de un armario o alacena. Eso sí, tampoco lo refrigeres, o de este modo podrías solidificarlo accidentalmente. La temperatura ideal para conservar el aceite de oliva es entre los 18 y los 24 grados.

Por otro lado, no te olvides de ponerle la tapa tras su uso: otro factor que deteriora las cualidades del aceite es el aire. El tapón evitará la introducción accidental de oxígeno en la botella. Una vez que comiences cada botella, es mejor usarlo con relativa rapidez, o si lo utilizas poco, adquirirlo en cantidades más pequeñas.

¡Recuerda reciclarlo siempre! Jamás lo tires por el desagüe: un litro de aceite contamina 40.000 litros de agua, equivalente al consumo de agua anual de una persona en su domicilio, según datos del Consorcio de Aguas Bilbao Vizcaya.