El ideal de belleza femenino es cada vez más homogéneo: he ahí un problema

Podría ser un problema
Podría ser un problema
  • Personas de distintas partes del mundo solían pensar que mujeres con diversos tipos de cuerpo eran igualmente atractivas. Ahora, un estudio demuestra que todos comenzamos a converger en un tipo de cuerpo: delgado y "posiblemente por debajo del peso apropiado".
  • Esto tiene más que ver con el estatus socioeconómico que con la cultura: las personas de un estrato inferior tienden a mostrar preferencia por mujeres con más peso.
  • Los medios de comunicación occidentales pueden tener parte de la culpa.
  • La obsesión con la delgadez, a veces hasta un extremo peligroso, puede ser una amenaza para la imagen de la mujer.

Hace unas semanas comencé a hacer una investigación sobre el ideal de belleza.

Me fijé un objetivo que consideraba bastante concreto: hacer un listado con todas las diferencias culturales que definen a una persona como atractiva. La belleza, pensaba, es algo subjetivo, y me hacía ilusión crear un caleidoscopio de la belleza humana.

El proyecto resultó ser más complicado de lo que parecía en un principio. Sospecho que, de haberlo hecho un siglo antes, habría sido mucho más fácil. Al parecer, la gente de todo el mundo comienza a adoptar el ideal occidental que dice que las mujeres delgadas son más atractivas.

Las mayores diferencias surgen cuando comparas a personas de diferentes estatus socioeconómicos, incluso dentro del mismo país. Específicamente, las comunidades con una mejor posición socioeconómica tienden a encontrar más atractivas a las mujeres delgadas. En cambio, las comunidades de estratos inferiores encuentran más atractivas a las mujeres con más peso.

Hay que pararse un minuto para tomar en consideración el estudio publicado en 2010 en la revista especializada Personality and Social Psychology Bulletin. Docenas de investigadores, liderados por Viren Swami de la Universidad de Anglia, en Reino Unido, combinaron sus fuerzas para lanzar el primer Proyecto Internacional del Cuerpo. Más de 7.000 personas en 41 localizaciones de 26 países distintos fueron tomadas como muestra.

Los experimentos consistían en mostrar a los participantes un dibujo con una fila de cuerpos de mujeres. Entre todos, tenían que elegir el que les parecía más atractivo, el que más les gustaría tener ellos mismos. También se hizo el mismo experimento con hombres, aunque aún no he analizados los datos.

Es seguro que hay diferentes regiones del mundo en este sentido, pero las diferencias son mínimas. Por poner un ejemplo, los participantes de Europa Oriental, Occidental y Escandinavia eligieron a las mujeres con más peso. 

Este es el dibujo que los investigadores utilizaron en su estudio
Este es el dibujo que los investigadores utilizaron en su estudio

Swami y los coautores del estudio publicaron: "Se puede afirmar que, cuando las diferencias socioeconómicas no se tienen en cuenta o no existen, las diferencias interculturales en cuanto a peso corporal ideal son, como poco, pequeñas. Dado que la mayoría de los lugares en los que hicimos este estudio las diferencias en este aspecto son mínimas, podemos sugerir que el ideal en estas sociedades es de mujer delgada, posiblemente por debajo del peso ideal".

Los investigadores también descubrieron que a mayor exposición a los medios de comunicación occidentales, más delgados preferían los cuerpos, aunque este efecto podría ser minúsculo.

La popularización del ideal de belleza occidental podría ser problemática

Otro estudio más reciente también sugiere que hay una relación entre el consumo de medios de comunicación occidentales y los ideales de belleza.

Lynda G. Boothroyd, de la Universidad de Durham (Reino Unido), ha demostrado que los nicaragüenses que aseguran ver más televisión son más proclives a preferir cuerpos femeninos delgados que los que la ven menos.

Una precaución que se debe tener al valorar estas conclusiones es que puede haber mayores discordancias cuando a los encuestados se le muestran imágenes de alguien "normal" o de belleza en la media y después una imagen de una persona extremadamente atractiva o extremadamente poco atractiva. Es lo que opina Alexander Todorov, profesor de psicología de la Universidad de Princeton (EEUU) y autor de El valor del rostro: la irresistible influencia de las primeras impresiones.

En lo que respecta a cuerpos femeninos, el problema es que la casi fetichización de la delgadez puede estar contribuyendo negativamente a la imagen del cuerpo de la mujer. El estudio publicado en 2010 por Swami y sus compañeros demuestra que la insatisfacción con la propia imagen es mayor en contextos socioeconómicos más avanzados y menor en los más atrasados.

Si escrutamos el futuro, no parece haber solución disponible a este problema. Poco después de que la edición británica de la revista Vogue publicase un reportaje con mujeres "reales" —es decir, no modelos—, Boothroyd escribió un artículo para The Conversation sugiriendo que la decisión de Vogue no fue lo suficientemente radical como para alterar los ideales de belleza en Reino Unido. Eso necesitaría la implicación de toda la industria, dijo.

Echando un vistazo a los datos del creciente dominio de la insatisfacción con el propio cuerpo en todo el mundo, Swami me dijo que es "un importante problema de salud pública".

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