Natalia Gálvez, de dejar su trabajo en plena crisis financiera para ayudar a crear un negocio familiar a convertirse en la mano derecha de una de las jefas de Uber a nivel mundial: "No te limites ni te acomodes nunca"

Natalia Gálvez, jefa de gabinete de la vicepresidenta de Desarrollo de Negocio de Uber, en una entrevista por Zoom con 'Business Insider España'.
Natalia Gálvez, jefa de gabinete de la vicepresidenta de Desarrollo de Negocio de Uber, en una entrevista por Zoom con 'Business Insider España'.
  • Cuando la crisis de 2008 obligó a sus padres a cerrar su negocio, esta barcelonesa creyó que su carrera profesional se habría terminado.
  • Ahora Natalia tiene 33 años, se ha reunido con el CEO de Uber y busca ser la directora general de la compañía en una de sus regiones clave. 
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Natalia Gálvez (Barcelona, 1987) es la jefa de gabinete de la vicepresidenta de Desarrollo de Negocio de Uber. Eso significa que vive en San Francisco y que es la mano derecha de Jennifer Vescio, la máxima responsable de la parte de Business Development. También implica que es "el cemento" que une los diferentes departamentos de la empresa, como ella misma lo define: "Soy solucionadora de problemas". 

Pero esta barcelonesa de 33 años no ha llegado a lo más alto de Uber tras estudiar un MBA en Stanford o Harvard. Su meteórica carrera parte de cursar un grado en Relaciones Públicas y Publicidad en la Universidad Ramon Llull, privada, en Barcelona. Ella fue la primera en estudiar en la universidad de su familia, pero pensó que su carrera se había terminado al llegar la crisis de 2008, que acabó con el negocio de sus padres, ligado a la construcción.

Lo que no pensaba era que esta situación la llevaría a salir de España y ni que dispararía su vida profesional. Tras dejar su trabajo para ayudar a su familia a empezar de nuevo con un comercio en Vilafranca del Penedès, un contacto de la industria del vino de allí le permitió lanzarse a trabajar en Alemania en esa industria y saltar el charco a Estados Unidos.

"Fue una época muy, muy dura", cuenta con acento mexicano. Y es que esa incursión en el sector vinícola le permitió ahorrar para volver a España a estudiar un máster en Marketing y de nuevo saltar a Latinoamérica, lo que le permitió llegar a ese "punto pivotal" al que ella llama "el sueño mexicano" y que acabó en Uber.

Gálvez habla de su trayectoria como si ahora no se reuniese con el CEO de la compañía de coches con conductor más famosa del mundo, Dara Khosrowshahi, aunque confiesa que así es: ha participado en juntas con Dara, aunque no es su día a día. Su trabajo en la compañía ha cambiado mucho desde que empezó allí en 2015 como jefa de Marketing, gracias, en parte, al modelo anglosajón que premia más las habilidades personales que la experiencia en un puesto concreto.

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La española comenzó a trabajar en Uber como jefa de Marketing en el sur de México en 2016. En ese momento no existía Uber Eats, el negocio de reparto de comida a domicilio de la multinacional, y Gálvez tuvo una idea que triunfó: "Consiguió aumentar la demanda de Uber 2,5 veces a nivel mundial, excluyendo China".

Su campaña consistió en repartir donuts de la famosa marca Krispy Kreme por todo el país, creando un enorme revuelo. Los usuarios de Uber podían pedir donuts en su aplicación, en lugar de coches, y los conductores se acercaban a sus domicilios para entregarles una caja a un tercio del precio normal en tienda. Parece simple, pero volvió a todo México loco por un detalle clave. 

"Lo que hizo que fuera tan hitazo es que Krispy Kreme en ese momento no tenía tiendas en todo el país, pero es una marca que la gente superquiere. Cuando estás en México en un aeropuerto ves mucha gente que está volando con cajas de Krispy Kreme para llevárselo de souvenir a su familia. Así que volamos donuts por todo México para conseguir que la gente pudiera pedir donuts en su ciudad sin que hubiera una tienda", cuenta Gálvez.

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"Cualquier persona con la que hables dentro de Uber, todo el mundo sabe qué es UberDonas porque fue muy hablado a nivel mundial", comenta. Fue uno de los momentos que le permitió nutrir su base de contactos dentro de la compañía y también fuera, ya que después organizó campañas con grandes marcas como H&M, Coca-Cola o Starbucks.

Durante ese periodo también se sumó al programa de movilidad laboral de Uber para trabajar durante las Olimpiadas de Brasil como responsable de las campañas publicitarias, donde una vez más amplió su red de contactos. Poco más tarde, desarrolló otra campaña con entidades financieras mexicanas que permitieron que los usuarios de Uber pudieran pagar con tarjetas prepago, en un momento en que la compañía no aceptaba el pago en efectivo.

Pero si de algo se siente orgullosa Gálvez es de haber impulsado una iniciativa que permite que empleados que tienen los puestos más bajos de la empresa puedan escalar a posiciones mejores. Uber cuenta con diferentes Employees Resources Group (ERG) para cuidar a las minorías raciales y a las mujeres dentro de la compañía, pero no contaba con grupos de apoyo a la "diversidad socioeconómica".

"Con la situación que pasó mi familia en la crisis en España siempre he tenido dentro que si puedo ayudar a alguien a que progrese en su carrera lo voy a hacer". Así surgieron estos grupos, que están "enfocados en apoyar el crecimiento de gente en la empresa o de fuera de la empresa de backgrounds socioeconómicos más bajos y que igual era gente que tenía mucho talento, pero que no había podido pagar un máster, pero que si se la cocheaba podía llegar lejos".

Esta idea ha permitido financiar cursos de inglés en Latinoamérica, ya que el idioma es "la principal barrera para empleados de atención al usuario", quienes suelen tener sueldos más bajos, y también ha valido para que hace unas semanas Harvard Business Review identificase que Uber es la única empresa tecnológica con un grupo para impulsar la diversidad socioeconómica.

"La gente que trabaja en tecnología normalmente tiene un MBA, o viene de consultoría o viene de ser un ingeniero, y realmente a veces se tiene la necesidad de esos perfiles, pero no siempre. Entonces existe como un cierto sesgo a nivel de quién puede terminar en tech en base a lo que estudia. Nosotros estamos muy enfocados en que eso no exista y en el talento de las personas y el potencial que tienen, y en desbloquear eso", relata orgullosa.

Ahora Natalia quiere liderar alguna región clave de Uber y para eso tendrá que seguir su propia receta, pero la tiene clara: "Yo quiero ser general manager de alguna región de Uber. Vi literal qué se necesitaba para ser general manager y me voy enfocando en las diferentes áreas que necesitaba para llegar ahí".

Preguntada por qué consejos da a quienes puedan sentirse inspirados por su trayectoria, Gálvez lo tiene claro: no desaprovechar las oportunidades que aparezcan en el camino, levantar la mano siempre y aferrarse a los valores, porque se aferra a que traerá recompensa, son claros trucos para el éxito. "No te limites al lugar donde estás. No te acomodes", es su principal consejo.

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