2024 va a ser sin duda el año de la inteligencia artificial, de su consolidación y generalización, tras su explosión en 2023. Pero todo va tan rápido, que el vertiginoso crecimiento de Internet en su momento te va a parecer lento. 

Cuando ChatGPT 4 no lleva ni un año (se lanzó el 14 de marzo de 2023), ya se atisba ChatGPT 5, con unas capacidades que te harán volar la cabeza. Detrás de todo ello está el Proyecto Q.  

El Proyecto Q tiene como objetivo llevar la IA a un nuevo nivel y ChatGPT 5 sería el resultado. Mucho se ha especulado sobre su llegada, inminente para unos y aún lejos (dentro de los parámetros de la IA, donde a medio-largo plazo significan igual unos meses) para otros.

 Algunos hilan fino en sus previsiones y no se basan en que el sistema esté o no listo, sino en la hegemonía de OpenAI sobre el resto, ya que ni los gigantes como Google y Microsoft han logrado igualar aún su IA. Eso les hace manejar los tiempos y no tener necesidad de lanzar algo tan superior, cuando lo siguen siendo con el 4 e incluso el gratuito 3.5 en ciertas tareas. 

¿Qué es el Aprendizaje Q?

Lo primero es saber qué es eso de la Q, a qué se refiere esa denominación que se da al proyecto. Se refiere al aprendizaje Q, un enfoque de aprendizaje automático utilizado en el ámbito del aprendizaje por refuerzo. Este método permite a los sistemas de IA aprender a tomar decisiones optimizando recompensas a través de la experiencia. En esencia, es como enseñar a un robot a tomar las mejores decisiones basándose en las consecuencias de sus acciones anteriores, como con un niño, siendo todo más natural. 

Para entenderlo mejor, hay que ver los componentes clave del aprendizaje Q:

• Entorno y agente: el agente (IA) interactúa con un entorno, aprendiendo a navegar y tomar decisiones dentro de él.
• Estados y acciones: el agente decide sus acciones basándose en los estados del entorno.
• Tabla Q: es una especie de "hoja de trucos" que guía al agente sobre qué acción es mejor en cada estado.
• Retroalimentación continua: el agente recibe recompensas o penalizaciones por sus acciones, lo que le permite aprender y ajustar su comportamiento.

Esta sería la teoría explicada lo más inteligible posible, pero ¿a dónde llevará a la IA con este aprendizaje? Pues a una inteligencia artificial mucho más potente y "humana", con decisiones más basadas en la experiencia y memoria, no solo en probabilidad y volumen de datos, como hasta ahora. 

La aplicación en ChatGPT 5

El Proyecto Q va a integrar el aprendizaje Q en el desarrollo de ChatGPT 5. Esto significa que el modelo no solo se basará en un vasto conjunto de datos, sino que también aprenderá y se adaptará continuamente a través de interacciones en tiempo real. La idea es superar las limitaciones actuales de los modelos de lenguaje, como el conocimiento estático y la falta de adaptabilidad. El paso definitivo, o al menos crucial, visto la increíble evolución en tan poco tiempo y con sorpresas a cada esquina. 

Superando las limitaciones de modelos previos

Los modelos de lenguaje actuales enfrentan varios desafíos, que el Proyecto Q busca abordar, como son la dependencia casi total de datos masivos. Los modelos actuales necesitan grandes conjuntos de datos para el entrenamiento, limitando su alcance y adaptabilidad. Con este sistema se abre el abanico de posibilidades enormemente y se logra una evolución y aprendizaje más exponencial. 

Por otro lado, está el conocimiento estático, que se refiere a que una vez entrenados, estos modelos no pueden actualizar su conocimiento, quedando obsoletos con el tiempo. Pasa con ChatGPT 4, que aun siendo de pago, no se actualiza y su límite es septiembre de 2023. Además, a menudo los modelos actuales tienen dificultades para entender el contexto más profundo y las intenciones detrás de las consultas, por no hablar de un problema prevalente en la IA como es el sesgo en los datos, lo que puede limitar la efectividad y justicia de los modelos.

El aprendizaje Q en ChatGPT 5 podría superar estos obstáculos, ofreciendo un sistema que aprende dinámicamente, se adapta mejor al contexto y puede actualizarse continuamente. Imagina lo que podrá hacer a partir de ahora, si ya es increíble lo que hace ahora, digamos, metafóricamente hablando, con pies y manos atados. 

Cuál es el futuro con ChatGPT 5

El aprendizaje Q en ChatGPT 5 promete un futuro increíble para OpenAI en particular y para la inteligencia artificial en general. El modelo podrá aprender de interacciones en tiempo real y adaptarse a nuevas informaciones y contextos, además de tomar decisiones más efectivas y eficientes.

También se ha hablado de otro factor importante: a diferencia de los modelos de propósito general, ChatGPT 5 podría estar orientado a lograr objetivos específicos, corroborando esta tendencia apuntada para 2024 de la especialización de la IA según tareas, sectores o empresas, que podrán crear su propia inteligencia con sus propias bases de datos sin injerencias exteriores. Este modelo para tareas específicas necesitaría este mix entre grandes cantidades de datos sintéticos y aprendizaje por refuerzo. 

¿Qué nos depara el futuro? ¿Miedo a la IA?

Seguro que leyendo todo esto te puede venir un sentimiento de emoción, de miedo o ambas a la vez. Toda esta tecnología suena de lo más futurista, pero lo cierto que es su avance es imparable y a velocidad de la luz. 

La polémica no se hizo esperar en cuanto se conoció el Proyecto Q de OpenIA, con el famoso despido y vuelta a los dos días del director ejecutivo Sam Altman. Muchos lo achacan a este proyecto. Según dijo una fuente anónima a Reuters, “el nuevo modelo fue capaz de resolver ciertos problemas matemáticos con enormes recursos informáticos, pero, a pesar de que solo realizaba operaciones matemáticas al nivel de los estudiantes de primaria, sus resultados hacían que los investigadores fueran muy optimistas sobre el futuro éxito”.

Estas palabras no parecen anunciar un sistema tan disruptor, pero en el diario The Information se apuntó, según otras fuentes anónimas, que el Proyecto Q suponía un antes y un después, con unos modelos mucho más potentes y que alarmaban a algunos investigadores, sobre todo en materia de seguridad. Lo cierto es que poco se sabe de este proyecto y en qué derivará para ChatGPT 5 y más allá, y todo son especulaciones, que se han negado. 

En el informe de The Information se puede leer que “el avance de Ilya Sutskever (cofundador y jefe científico de la compañía) permitió a OpenAI superar las limitaciones para obtener suficientes datos de alta calidad para entrenar nuevos modelos (...) La investigación consistió en utilizar datos generados por computadora, en lugar de datos del mundo real, como texto o imágenes extraídas de internet, para entrenar nuevos modelos”.

Al final, como has visto, es una nueva forma de aprendizaje que mejorará la IA, una evolución perfectamente lógica, basado en un entrenamiento más natural y eficaz para que la inteligencia artificial tome mejores decisiones y no se equivoque. 

Aunque aún no hay confirmación de si ChatGPT 5 será el modelo que incorpore por completo el aprendizaje Q, es evidente que esta tecnología marcará el camino para futuras iteraciones. Estamos al borde de un avance significativo en IA que puede marcar este 2024, uno que no solo revolucionará cómo interactuamos con estas tecnologías, sino que también ampliará los horizontes de lo que es posible en este campo.