Recurso de reposición

Una mujer tomando notas en el ordenador
  • El recurso de reposición sirve para impugnar una resolución administrativa sin tener que acudir a la vía judicial.
  • Estos son los actos que puedes recurrir y cómo debes hacerlo.
  • Si quieres entender cómo funciona la economía, la tecnología, el mundo empresarial y descubrir el significado de la mayoría de conceptos que escuchas cada día, no te pierdas nuestra sección Qué es.
  1. ¿Qué es un recurso de reposición?
  2. Requisitos del recurso de reposición
  3. Actos que puedes recurrir de esta manera
  4. Diferencias entre recurso de reposición y reclamación administrativa
  5. Cómo presentar un recurso de reposición
  6. Ejemplos: casos prácticos para entenderlo mejor

¿Qué es un recurso de reposición?

El recurso de reposición es un acto legal que permite impugnar una resolución administrativa sin tener que acudir a la vía judicial.

Aquel que utiliza este recurso pretende que un órgano administrativo cambie su resolución, debido a que la considera injusta o a que se ha visto perjudicado por ella.

Una de las ventajas del recurso de reposición es que no necesitas la intervención de un abogado. Para presentarlo basta con acudir con el recurso a la sede administrativa que corresponda.

El recurso de reposición puede presentarse ante la administración local, autonómica o central, dependiendo del caso.

Requisitos del recurso de reposición

Para que un proceso se considere recurso de reposición ha de cumplir con una serie de exigencias. Estas vienen recogidas en el artículo 123 de la Ley 39/2015.

Estos son los requisitos del recurso de reposición:

  • La administración tiene que notificar la nueva resolución en el plazo de un mes desde que se presenta el recurso de reposición.
  • Una vez has presentado el recurso de reposición, tendrás que esperar este plazo de un mes y acatar que no es posible volver a presentar otro recurso de este tipo, aunque la nueva resolución también te disguste.
  • El recurso de reposición lo resuelve la administración a la que se ha presentado el mismo.

Actos que puedes recurrir de esta manera

Existen diferentes actos que se pueden impugnar mediante un recurso de reposición.

Son los siguientes:

  • Acuerdos, contratos o convenios finalizadores de un procedimiento.
  • Resoluciones de responsabilidad patrimonial que competen a una administración en concreto.
  • Resoluciones de recursos de alzada.
  • Actos administrativos de órganos del Gobierno.
  • Resoluciones de órganos administrativos que no tengan superior jerárquico.
  • Cualquier resolución que contemple la ley que regula este procedimiento.

Diferencias entre recurso de reposición y reclamación administrativa

Si vas a interponer un recurso de reposición es muy posible que te preguntes qué diferencias hay respecto a la reclamación administrativa.

Este proceso cuenta con una diferencia principal: la resolución va a llevarla a cabo el órgano en el que has puesto el recurso, en lugar del Tribunal Administrativo que corresponde, que sería el encargo de publicar la resolución en una reclamación administrativa.

Por ejemplo, si interpones un recurso de reposición ante la Seguridad Social, será este propio organismo el que tendrá que darte una nueva respuesta, ya que se responsabilizan de revisar el caso.

Si la nueva resolución tampoco te agrada, debes acudir a la vía contencioso-administrativa. En esta situación será el tribunal competente el que se encargue de revisar el caso.

El recurso de reposición sirve para librarte de este paso que muchos prefieren evitar, aunque en bastantes impugnaciones será necesario que acudas a él.

Cómo presentar un recurso de reposición

Lo primero que debes saber es a qué órgano presentar el recurso de reposición. Por ejemplo, si Hacienda te ha puesto una sanción que consideras injusta, es a ellos a quien debes dirigirte.

Estos son los pasos para presentar un recurso de reposición:

  • Redactar una solicitud con los siguientes datos: DNI, nombre y apellidos, acto que se recurre, razones de la impugnación, órgano al que se recurre, firma y fecha.
  • Plazo para presentarlo: tienes un mes desde que el órgano en concreto ha dictado la resolución con la que no estás de acuerdo.
  • Cómo presentarlo: presencialmente en las oficinas de dicho órgano, por correo certificado o en la sede electrónica del organismo, si es que lo permite.
  • Documentos a incluir: debes reunir toda la documentación que puede darte la razón en el caso, por ejemplo, facturas que hayas abonado a Hacienda o la Seguridad Social.

Una vez completados estos pasos, sólo tienes que esperar un mes para obtener respuesta.

Ejemplos: casos prácticos para entenderlo mejor

Comprender cómo funciona un recurso de reposición puede ser complicado, debido a ello, resulta necesario ilustrar con un ejemplo.

Este es un caso típico de recurso de reposición:

  • La Agencia Tributaria impone una multa a un autónomo porque no ha presentado ciertos papeles a tiempo.
  • El autónomo sabe que sí que ha presentado dicha documentación en plazo, pero al contactar con Hacienda no le da una solución clara.
  • Este trabajador por cuenta propia estudia la situación y decide que interponer una reclamación normal puede ser inútil, pues tardará semanas o meses en recibir respuesta y perdería la oportunidad de presentar un recurso de reposición.
  • El autónomo decide interponer un recurso de reposición ante Hacienda. No contrata los servicios de un abogado, aunque se vale del asesoramiento de un letrado amigo para no cometer fallos en el proceso.
  • Inicia el proceso de recurso días después de recibir la multa. Lo hace redactando un documento en el que indica lo que ha ocurrido, las razones que le llevan a impugnar y la fecha del recurso.
  • En la documentación también incluye los papeles que presentó a Hacienda dentro de plazo, con la fecha de presentación de los mismos.
  • Envía la solicitud a través de la Sede electrónica de Hacienda, identificándose con su certificado digital.
  • Antes de que se cumpla el plazo de un mes, el autónomo recibe respuesta: Hacienda asume no tener razón y le quitará la sanción.
  • De este modo, el autónomo se ha librado de acudir a la vía contencioso-administrativa, ahorrando dinero y tiempo.

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