El Mobile World Congress reabre sus puertas en Barcelona frente a nuevas encrucijadas políticas y económicas: qué espera la ciudad de la feria

Trabajadores montan el recinto que recibiría al Mobile World Congress en Barcelona, España.

REUTERS/Nacho Doce

  • Por tercera vez en su historia, el MWC Barcelona rebaja sus expectativas de visitantes de un año para otro.
  • El Mobile regresa a Barcelona con un nuevo alcalde en la Ciudad Condal y desafíos políticos y económicos inéditos.

La relación entre el Mobile World Congress (MWC) y la ciudad que lo acoge, Barcelona, ha venido siendo una de amor y odio en los últimos años. Aunque parece que en los últimos tiempos lo que impera es el amor.

En cuestión de días la gran feria de redes y telefonía volverá a abrir sus puertas en la Fira Barcelona, el palacio de congresos de la Ciudad Condal. Lo hace dejando atrás las polémicas en torno a las protestas de ciudadanos independentistas catalanes críticos con la presencia del rey Felipe Vi en la cena inaugural del evento o las consecuencias de la crisis suscitada por el coronavirus.

Lo hace, además, en un marco bien distinto al de los últimos años. Ada Colau dejó de ser alcaldesa de Barcelona hace unos meses. Ahora Barcelona la gobierna en minoría el PSC de Jaume Collboni, algo que podría cambiar a corto o medio plazo dado que Barcelona en Comú sigue dispuesta a firmar un acuerdo de coalición.

Cuando la líder de los Comunes logró la vara de mando del Ajuntament allá por 2015, la polémica comenzó a envolver la cita. La entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, reclamó el traslado de la feria que organiza la GSMA, patronal global del sector de las telecos, a la capital de España, una idea que volvió a salir a primera plana hace poco.

Colau reprochó la actitud de su adversaria política y manifestó que la continuidad del MWC en Barcelona no estaba en peligro. Era 2016 y la GSMA tenía un contrato vinculante con la Ciudad Condal hasta 2023. Luego comenzó el procés, con manifestaciones constantes en la segunda mitad de la década pasada, así como huelgas de transportes que desafiaron al evento.

El MWC Barcelona sigue pidiendo a sus visitantes que escaneen su carnet de identidad, pero con cambios tras la multa de 200.000 euros de la AEPD

Hoy el panorama parece distinto. El año pasado las manifestaciones de independentistas frente al Mobile apenas trascendieron en los medios. Y hoy la feria tiene vocación de perpetuidad, después de que se prorrogara su estancia en Cataluña primero hasta 2024 y después hasta 2030, gracias a la firma de un convenio que aumentaba la inversión pública para su celebración.

A pesar de todo ello, la feria se dejó de celebrar en 2020, cuando la GSMA se vio obligada a cancelar el Mobile ante el goteo de anuncios que protagonizaron entonces las marcas avisando de que no irían a la cita anual. Volvió en 2021 en formato híbrido y ahora el punto de partida es diferente al de la década pasada.

Tanto, que hace unos años lo habitual es que la GSMA esperara un impacto económico del Mobile en Barcelona por encima de los 460 millones de euros —así lo avanzó de cara a las ferias de 2016, 2017, 2018 y 2019—. Ahora, para la feria de 2024, la GSMA declinó en un principio hacer un pronóstico. Hablarían del retorno económico una vez terminase el evento.

Finamente, la organización ha apostado por poner cifras, pero conservadoras. Se espera que la repercusión económica sea de 350 millones de euros. Para el MWC 2023 se estimó lo propio y al final el impacto de la feria en la Ciudad Condal fue de 461 millones.

Así ha estimado la GSMA el impacto del Mobile en la economía barcelonesa en todas sus ediciones:

El único dato sobre el que la GSMA aporta certidumbre con respecto al MWC24 que abre las puertas el próximo lunes es en el de expositores. En la siguiente tabla se puede apreciar el desplome que supuso la cancelación de la edición de 2020 por la pandemia y su posterior recuperación, con la estimación de 1.500 para 2022, 2.000 para 2023 y 2.400 para este año.

Es el único dato en el que hay certidumbre porque el precio del metro cuadrado en Fira Barcelona en eventos como el MWC24 no es precisamente barato: en 2020 Computer Hoy calculó el precio del metro cuadrado en los stands en unos 1.000 euros, y el año pasado el mismo medio detalló precios incluso del wifi diario para varios dispositivos, con tarifas cercanas también a las cuatro cifras.

Por último, de los tres cifras de expectativa que la GSMA comparte antes de la feria, sorprende que por primera vez la asociación prevé un descenso en afluencia de visitantes. La GSMA solo ha moderado sus expectativas de visitantes en tres ocasiones a lo largo del Mobile: en 2009, en 2014 y ahora, 10 años después, en 2024.

Si la GSMA previó en 2008 una afluencia de 55.000 personas en Fira, para 2009 esperó solo 47.000. En 2013, la organización esperó una afluencia de 86.000 visitantes. Para el MWC de 2014, de 85.000. Por último, la GSMA esperó una afluencia de 88.500 en el MWC del año pasado, 2023. Para el MWC que empieza la semana que viene, la entidad espera solo la visita de 85.000 personas.

Bien detrás quedan, eso sí, los grandes números que la feria cosechó entre 2016 y 2019, cuando superó consecutivamente los 100.000 visitantes llegando al pico de 109.000 en la edición de 2019.

Al margen de ver cómo acaba impactando este Mobile en la economía local y regional, lo que está claro es que el contexto político global arrojará titulares. Fundamentalmente, porque este 2024 será el primer año en el que las instituciones locales reanudarán un acto que dejó de hacer Ada Colau, la exalcaldesa: la recepción de los directivos de EEUU durante la feria.

Collboni recupera ese acto y al mismo tiempo Colau ha exigido al Gobierno municipal y a la Generalitat que sus representantes no saluden a las autoridades israelíes ni visite el stand del país en Fira, ante los bombardeos en la Franja de Gaza. "Pido a las administraciones que no normalicen esta situación", abundó a principios de mes la exalcaldesa.

Todo esto en un marco muy concreto: a finales del año pasado se alcanzó un inusitado consenso institucional en Cataluña para aprobar la ampliación de Fira Barcelona, que construirá un nuevo pabellón de 60.000 metros cuadrados —el conjunto de pabellones existentes ahora mismo suma 240.000 metros cuadrados— que se conectará mediante un paso elevado.

Es probable que en próximas ediciones el MWC sea una feria todavía más grande. A fin de cuentas, el president de la Generalitat ya dijo entonces que esas obras serán "el preludio de nuevos congresos mundiales que atraerá Barcelona".

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