Viajar en el tiempo, entre la utopía y la ciencia: ¿es posible científicamente?

Alberto Iglesias Fraga
Escena de 'Regreso al futuro'.
Escena de 'Regreso al futuro'.
  • Viajar en el tiempo es una vieja aspiración del ser humano pero, a fecha de hoy, la ciencia no ha conseguido demostrar que sea posible.
  • Sin embargo, numerosas teorías afirman que es posible movernos hacia el pasado y el futuro, como la de las Supercuerdas o la del Campo Unificado.
  • La espuma cuántica y los agujeros de gusano serían los conceptos clave para desarrollar los viajes en el tiempo de confirmarse estas hipótesis.

Ya sea para enmendar viejos errores, ya sea por pura curiosidad, viajar al pasado es una de las aspiraciones más intrínsecamente unidas a la naturaleza humana.

Esta posibilidad, que se recoge en diversos tratados de filosofía y en un sinfín de obras de ciencia ficción (¿quién no recuerda la mítica película 'Regreso al futuro'?), sin embargo es poco más que una quimera en estos momentos. Para algunos, se trata de una posibilidad más que disparatada; para otros simplemente el desarrollo científico no ha alcanzado el nivel necesario para conseguir movernos en la línea temporal.

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Pero, ¿existe un respaldo científico para los viajes en el tiempo? ¿Hay alguna fórmula científicamente validada para viajar en el tiempo? ¿Qué principios físicos nos permitirían regresar a cualquier tiempo pasado que nos parezca mejor, que diría la canción de Karina? Vayamos paso a paso desgranando el funcionamiento, según la ciencia, de los viajes en el tiempo, al menos desde el plano teórico.

La espuma cuántica

Michael Crichton, escritor superventas e inventor del 'tecno-thriller', desgrana con extraordinaria sencillez en su novela 'Rescate en el Tiempo' uno de los fundamentos científicos que sustentan la posibilidad de viajar en el tiempo: la espuma cuántica.

Bajo este atractivo término se esconde una parte de la física cuántica, en concreto aquella que defiende que hay diferentes copias de nuestro universo en todos los momentos y estados posibles, cada uno de ellos aislado de los demás. Un infinito número de universos (o 'multiverso') que no respondería exactamente a la definición de un viaje en el tiempo, ya que lo que permitiría sería la desintegración de nuestro ser en el presente universo para ser materializado de nuevo en otro universo que se encuentre en las circunstancias exactas de un punto del pasado de nuestra realidad.

Esta suerte de espuma, que es cómo se configuraría esa red de universos aislados pero conectados entre sí, no ha sido todavía demostrada por la ciencia, perteneciendo por el momento al ámbito de la teoría más básica. De hecho, bajo este mismo paraguas se engloba la posibilidad de que se creen agujeros de gusano en dicha espuma, así como la posibilidad de creación de un hiperespacio que conecte con otros universos paralelos, como veremos a continuación.

Las supercuerdas

Entrando ya en aspectos más específicos de los viajes en el tiempo hemos de hablar de la teoría de las Supercuerdas.

Se trata de una propuesta, de nuevo sin constatar fuera del papel que todo lo soporta, que explicaría las partículas elementales y las cuatro fuerzas fundamentales (gravedad, electromagnetismo, nuclear fuerte y nuclear débil) mediante la hipótesis de que existen diez dimensiones curvas, de las cuales cuatro (las tres espaciales más el tiempo) serían las “visibles” por nosotros, y las demás no se manifestarían habitualmente por estar “enrolladas” en espacios cerrados muy pequeños.

De ser cierta esta teoría, cada una de esas dimensiones permitiría la existencia de universos paralelos en los que podríamos encontrarnos en cualquier momento, tanto del pasado como del futuro, aunque no tendríamos por qué estar en una realidad que se pareciera siquiera a la nuestra. 

La teoría del campo unificado

Los viajes en el tiempo también son posibles si se demuestra como cierta la teoría rival a las Supercuerdas, llamada la Teoría del Campo Unificado.

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NASA

En esta ocasión, la explicación de las cuatro fuerzas fundamentales reside en conceptos como fotones, bosones y gluones. Sin entrar en su concepción más técnica, lo cierto es que el paso del tiempo ha ido confirmando numerosos de los aspectos que subyacen a esta teoría y, lo que es más importante, bajo esta hipótesis el tiempo también podría ser reversible. 

Los agujeros de gusano

Hasta aquí las teorías que fundamentan el funcionamiento del universo y, por ende, la posibilidad de movernos en el tiempo a nuestro antojo. Pero estas premisas son muy generales y falta saber cómo sería, en concreto, el paso de una realidad a otra. Y es ahí donde tenemos que hablar de una elucubración del mismísimo Albert Einstein: los agujeros de gusano.

En 1935, el físico más importante de la historia formuló que algunos agujeros negros podrían generar agujeros de gusano, en los cuales la luz puede tomar caminos más cortos y llegar al futuro en menos tiempo del habitual. Esta premisa, desarrollada a posteriori por el propio Einstein y por otros genios como Stephen Hawkins, implicaría que si ese agujero de gusano reúne las condiciones adecuadas nos permitiría viajar hacia el pasado o hacia el futuro en función del camino que tomemos al entrar en él. 

¿Cuál es el problema con esta teoría? Que al igual que todo lo anterior, no es más que una formulación sin constatación real. Por lo pronto, desconocemos siquiera si los agujeros de gusano existen y, mucho menos, si pueden atravesarse o si de verdad podríamos movernos en el tiempo gracias a este fenómeno.

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