Ignacio Prieto Pariente, director general de Bodegas José Pariente: “Nuestros clientes ya no solo quieren consumir vino, quieren vivir una experiencia, saber qué hay detrás de cada botella”

En 1960, un viticultor local de Rueda llamado José Pariente, que tenía un pequeño bar en la zona, decidió elaborar su propio vino blanco, con la uva Verdejo, para ofrecérselo a los lugareños en su local. 

Tras su fallecimiento en 1997, su hija Victoria, que se había formado como enóloga, se embarca en el mejor homenaje posible: crear unas bodegas con el nombre de su padre. Su filosofía queda establecida desde el primer momento: innovación sin perder la tradición, y sostenibilidad medioambiental, social y económica. El comienzo fue muy modesto, con apenas 10.00 botellas producidas.

Sin embargo, en pocos años, los vinos blancos de José Pariente empiezan a destacar en el panorama nacional por su calidad y elaboración cuidada, y lo que comenzó como una idea se convierte a partir de 2005 en un negocio. La Bodega empieza a crecer en producción, facturación y equipo, lo que provoca que la tercera generación —los hijos de Victoria, Martina e Ignacio— se sumen al proyecto familiar.

Martina Prieto Pariente es licenciada en Ingeniería Agrónoma y Enología, y se une a la Bodega en 2009. Formándose bajo la experiencia de su madre, ella es ahora el alma y el corazón de los vinos de José Pariente.

Ignacio Prieto Pariente, Licenciado en Derecho y Administración de Empresas y con un MBS en IE Business School, llega en 2013, para dar un impulso a la gestión y avanzar en la exportación del producto. Él es la cara de la compañía. 

Desde entonces, la Bodega ha seguido creciendo en números y en prestigio. 2022, en el que Bodegas José Pariente cumplía 25 años, se convirtió en un año muy especial: su blanco de Verdejo fue elegido para el menú de la Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid en junio, y poco después, en los premios Top Insiders de Business Insider España fue elegida Mejor Compañía por los lectores.

También ha sido elegida “Bodega del Año” por los Premios Guía Vinos Gourmets 2023, y ha recibido el Premio a “La Sostenibilidad” por la Escuela de Negocios de Valladolid y el de “Mejor empresario del año” por la Cámara de Comercio de Valladolid.

Unos reconocimientos que reflejan unos valores basados en el cuidado exquisito por el producto, un respeto absoluto por el medio ambiente —todos sus vinos son ecológicos— y un compromiso por el desarrollo de la economía local, con un objetivo claro de potenciar el medio rural a través de la innovación. 

El año 2022 facturó 13 millones de euros, y actualmente cuenta con un equipo de 34 personas. Su objetivo es seguir creciendo en el mercado de exportación —actualmente solo el 30% de la producción se vende fuera de España—, sobre todo en Latinoamérica y Asia donde la cultura del vino blanco, según el propio Ignacio, “está aún por explotar”.

Además de sus 6 vinos blancos, Ignacio y Martina han comenzado a desarrollar un proyecto de recuperación de viñedos viejos, en zonas del Valle del Duero y de la Sierra de Gredos, de los que ha surgido Bodegas Prieto Pariente, con vinos tintos y blancos que mantienen la misma esencia de la familia.

Y también se han atrevido con su primer rosado, que cierra de manera perfecta la esencia familiar de este proyecto: "Victoria", un homenaje a la alma mater de la bodega, Victoria Pariente, como agradecimiento por haber inculcado a sus hijos la pasión por el vino y los viñedos.