Jugar en PS5 tiene límites: así es como la reventa online ha afectado gravemente a la nueva consola de Sony

Jugar tiene límites. Para desgracia tanto para la industria del videojuego como para los propios jugadores, los revendedores han destruido total y completamente el eslogan que Sony había preparado para el lanzamiento de su PS5: Jugar no tiene límites.

El panorama general tampoco es el más adecuado para lanzar una consola next-gen, cierto. Covid-19 ha provocado retrasos, problemas en la producción de materiales y ha acabado con la tradición de hacer largas colas en la medianoche del lanzamiento para comprar la consola en tu tienda preferida. Ni Sony (ni Microsoft con su Xbox Series X / S) lo tenían fácil de entrada, pero la reventa ha empeorado aún más la situación.

Para los gamers, la primera gran consecuencia del auge de los revendedores ha sido la práctica imposibilidad de reservar PlayStation 5 a tiempo. La gran mayoría deben limitarse a contemplar con furia contenida (algunos manifiesta si decides echar un vistazo por Twitter) cómo los revendedores ponen sus PS5 o Xbox en eBay a 1.000-1.200 euros, el doble de lo que pueden costar normalmente.

Sony prometió inmediatamente reponer su PS5. Lógico, ¿verdad? Quiere que su nuevo producto se extienda entre los suficientes early adopters para que se acabe convirtiendo en un éxito de masas. El problema es que cada vez que una tienda online ha vuelto a poner PS5 a la venta, los revendedores se han adelantado a los fans genuinos.

¿Cuál es el “truco” de estos aprovechados? ¿Su arriba-arriba-abajo-abajo-izquierda-derecha-izquierda-derecha-B-A moderno? Bots. Utilizan bots para monitorizar constantemente las tiendas online, grandes y pequeñas, y saber en todo momento cuándo se repone el inventario. Y, cuando eso ocurre, ¡zas!, en apenas unos segundos, y a mayor velocidad que el dedo humano, ya han añadido una, dos, tres, cuatro… PS5 a la cesta de la compra y han terminado la transacción.

Algunas tiendas o franquicias importantes, y por lo tanto con recursos, han logrado poner medidas a los bots. “Implementamos una acción preventiva contra bots horas antes de que PlayStation 5 se pusiera a la venta el 25 de noviembre”, revela Walmart Inc., titánica cadena de tiendas estadounidenses, en un comunicado oficial. “Con ello logramos bloquear 20 millones de intentos de bots en tan solo la primera media hora”.

Walmart ha pedido al resto de tiendas que se unan a esta iniciativa y a su plan para crear un nuevo marco legal contra los bots.

Mientras tanto, otras cadenas de tiendas toman medidas menos tecnológicas. GameStop Corp. ha pedido a sus empleados que no alerten a los consumidores sobre la disponibilidad de nuevas PS5 hasta la hora anterior a su puesta en venta para garantizar que los compradores realmente interesados tengan oportunidad de adquirir una.

Gamers afectados. Tiendas afectadas. Y luego está Sony. A primera vista, puede parecer que al gigante japonés le daría igual quién compra sus consolas. Si nos centramos en las cifras puras y duras, PlayStation 5 ha batido récords de lanzamiento en numerosos países y regiones, ¡y eso que el Covid-19 ha puesto las cosas difíciles! Pero si rascamos un poco el éxito dorado, encontramos negrura.

Para empezar, debes tener en cuenta que en la gran mayoría de ocasiones, las consolas se ponen a la venta a un precio menor de lo que cuestan. Como resultado, Sony y Microsoft suelen tener pérdidas en la venta de sus consolas; Nintendo suele ser la excepción porque es la única de las tres grandes que vive de la industria del videojuego. ¿Cómo consiguen beneficios entonces? Con la venta de juegos.

El gran problema con PlayStation 5 es que como hay una gran cantidad de reventa, y de consolas pendientes de ser revendidas a precios exagerados, la venta de juegos es menor de lo esperado. Los revendedores no van a comprar juegos, y los gamers tampoco porque no tienen consola.

Las cifras de venta en Japón son un buen ejemplo de la situación. La revista japonesa Famitsu ha revelado que Sony ha vendido cerca de 213.000 PlayStation 5 en Japón. Pero si combinamos los tres juegos de PS5 más vendidos, solo alcanzan las 63.000 unidades vendidas (sin contar la venta digital). En comparación, Nintendo vendió medio millón de Switch en sus primeras cuatro semanas de vida, y sus tres juegos más vendidos consiguieron una cifra similar. Como mínimo, un nuevo consolero se había comprado un juego. No está ocurriendo con la nueva Play.

“Incluso si consideramos las ventas digitales de juegos, el porcentaje de PS5 vendidas no es muy elevada, lo que significa que los revendedores han constreñido la demanda”, explica el analista del Ace Research Institute, Hideki Yasuda. 

Como efecto colateral, encontramos a un cuarto afectado: el desarrollador de videojuegos. Una compañía de videojuegos japonesa explicó a Bloomberg, portal económico que ha listado todos los datos resumidos en este artículo, que está teniendo un debate interno; se plantea retrasar sus juegos para PS5 hasta que a situación se estabilice y realmente casi todas las consolas estén en manos de jugadores. 

Y todo esto nos lleva a la gran cifra. Mientras los jugadores se quedan sin consola, mientras las tiendas deben apretar sus medidas de seguridad, mientras Sony ve cómo su consola fracasa en llegar a los early adopters, mientras las desarrolladoras se plantean retrasar lanzamientos… los revendedores habrían obtenido unos 28 millones de euros en beneficios con PS5 y 20 millones con la nueva Xbox.

Muchos (analistas, gamers, periodistas…) creen que la solución es aumentar la oferta, producir más consolas. Pero esa salida no está del todo clara. Queda por ver si, una vez superadas las semanas iniciales de lanzamiento, PlayStation 5 tiene suficientes juegos disponibles (esto es, que no se hayan retrasado) como para atraer no ya a los early adopters sino a la masa general, aquella que se lo piensa bien antes de gastar 400-500 euros en un producto nuevo.

En conclusión, veremos si los límites que 2020 ha impuesto a los videojuegos next-gen se acabarán levantando en 2021.