“España debe aprovechar el impulso de los fondos europeos para patentar tecnología propia y evitar que se vaya fuera”

Este 26 de abril se celebra, un año más, el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, una fecha que busca, entre otras cuestiones, poner el foco en el papel central que estos derechos juegan en cuestiones como la innovación tecnológica. 

En esta ocasión, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) quiere destacar la aportación que miles de mujeres han hecho y hacen cada día a la industria y a la creatividad, y alentar al talento femenino a utilizar el sistema de propiedad industrial a través de las marcas, patentes, diseños y modelos de utilidad, todavía infrarrepresentado.

Para formar una radiografía exacta del panorama actual y tratar algunas de las cuestiones  y retos más relevantes de la propiedad industrial e intelectual tanto en España como en Europa y el mundo, hablamos con Nuria Marcos, directora general de PONS IP, consultora global especializada en asesoramiento integral de propiedad industrial e intelectual y nuevas tecnologías.

La importancia de proteger y garantizar

Aunque la creatividad no tenga límites, el uso que hacemos de ella sí. Para proteger las creaciones de la mente humana y los intereses de quienes las convierten en nuevas invenciones, existe la propiedad industrial e intelectual, un cuerpo legal reconocido mundialmente que busca proteger el resultado del ingenio de las personas. 

Estos activos intangibles, como la innovación y la capacidad de invención, son fundamentales para el progreso y el bienestar social, puesto que dan soluciones a problemas reales. Por ello, es importante dotarlas de garantías.

Como explica Nuria Marcos, la propiedad intelectual e industrial apunta a un conjunto de derechos que actúa protegiendo, por un lado, la imagen de una compañía y todos los elementos de alrededor de la marca, donde se une el branding con lo legal; por otro lado, se ocupan de todo lo relacionado con la innovación en cuestión de negocio, mediante el reconocimiento de patentes, modelos de utilidad, diseños y secretos empresariales.

Sobre esta cuestión, la propiedad industrial actúa como un sello de garantía y protección que permite a los negocios y compañías crecer en un mundo tecnológico cada vez más sofisticado y complejo. 

Patentar un proyecto de innovación no solo facilita el salto a otros países, comprobando si se puede desarrollar determinada tecnología con un partner a través de los informes Freedom to Operate (FTO), sino que también nos facilita poder licenciar la explotación comercial a un local, o nos previene sobre una posible infracción de nuestra invención sobre los derechos de propiedad industrial de terceros. Hoy en día, patentar es una de las principales claves para poder impulsar la obtención de financiación para nuestro proyecto. 

“Imagina una startup que tiene que crecer y está buscando inversión”, comenta Nuria Marcos. “Cuando entre un fondo de inversión, lo primero que va a preguntar es dónde está su cartera de propiedad industrial de esa compañía para saber si todos los activos están bien protegidos y poder hacer una estimación fiable del valor de esa empresa”.

Para su consultora, esto es el día a día. PONS IP combina el acompañamiento en ambas vertientes, gracias a un equipo de más de 130 personas con perfiles  relacionados con el derecho, el brand legal y el mayor equipo de España de técnicos especialistas en patentes de sectores tan relevantes como la química, biotecnología y mecánica, donde destaca especialmente un área de gran crecimiento como el software. 

Como explica su directora general, los servicios de consultoría de PONS IP “acompañan a las empresas a lo largo de toda su estrategia de innovación”, alcanzando una capa superior al mero registro, asesorándolos en aquellas cuestiones en las que no tengan tanto conocimiento y permitiéndoles centrarse en seguir creciendo e innovando.

Impulsando el talento femenino

Bajo el eslogan Las mujeres y la PI: Acelerar la innovación y la creatividad, este año el Día Mundial de la Propiedad Industrial servirá para celebrar la actitud de sí se puede de todas las mujeres pioneras inventoras, creadoras y empresarias. Como dice la OMPI, “cuando la innovación, la creatividad y las empresas son inclusivas, todas las personas salimos ganando”.

Cada vez son más las mujeres que confían en la PI para proteger su tecnología, sus marcas y su creatividad. El informe Women's participation in inventive activity, elaborado recientemente por la Oficina Europea de Patentes (OEP), arroja un buen dato: en España detrás de casi una de cada cuatro invenciones hay una mujer. Se trata de una proporción que prácticamente duplica la media europea (13,2%).

Sin embargo, a la hora de traducir este dato a solicitud de patentes, el porcentaje desciende de una forma significativa. Para Nuria Marcos, se trata de una cuestión que responde, en gran parte, a algo tradicional: “Esto viene de atrás, cuando generaciones anteriores de mujeres no habían llegado al entorno laboral y mucho menos a la innovación”. 

Ahora, que las mujeres ya van incorporándose e, incluso, siendo mayoría en carreras STEM, se trata una cuestión de esperar, porque “la propiedad industrial siempre va un poco detrás del emprendimiento y la innovación” y añade que “solo necesitamos más tiempo para asistir a un crecimiento notable de la actividad de innovación por parte de las mujeres”.

Para ella, además de las políticas de conciliación y de igualdad, son fundamentales la educación y la comunicación a la hora de fomentar un ecosistema de innovación inclusivo y diverso. También destaca la importancia de tener “referentes femeninos en innovación” que inspiren y animen a quienes están por venir. Y para ilustrarlo, señala a Elena García Armada, fundadora de Marsi Bionics, ganadora del Premio Inventor Europeo en 2022 por su pionero exoesqueleto pediátrico. “Necesitamos más Elenas”, concluye.

Cuestión de cultura

Uno de los principales desafíos que encontramos en España y que se transmite a otros países cuya legislación se parece a la nuestra, como pueden ser los latinoamericanos, es que contamos con una cultura muy enfocada en los activos tangibles y no tanto en los intangibles. 

Esto es algo que contrasta con el espíritu de otros países que, aunque geográficamente nos quedan cerca, como Francia o Alemania, aún nos separa una gran diferencia a la hora de generar derechos de propiedad industrial e intelectual.

En palabras de la directora general de PONS IP, la diferencia que tenemos aquí con el norte de Europa es clara y se debe al “nivel de industrialización” y a que estos países “tienen en su cultura esta inquietud y ven la utilidad de recurrir a este tipo de activos intangibles para poder diversificar modelos de negocio”. 

Además del norte de Europa -”con la excepción de Italia, muy ligados siempre a la innovación y a la industria creativa gracias a la moda”-, Estados Unidos y China son dos de los principales solicitantes de patentes del mundo. 

Concretamente, el país asiático es el primero en el ranking de solicitudes, con “una financiación de patentes muy importante que viene desde el propio gobierno” y que le ha servido para convertirse, ya no solo en la fábrica, sino también en la mente creativa del mundo.

En España, aunque estamos a años luz de las cifras chinas, la buena noticia es que seguimos mejorando. Según el informe 2022 de la Oficina Europa de Patentes, desde España se solicitaron “1.925 patentes europeas”, el segundo mejor resultado de todos los tiempos, ya que 2021 había marcado el récord histórico con un 1% más. 

La valoración que hace Nuria Marcos de estos datos es que “ojalá se mantengan”. Y es que, para ella, son unas cifras muy buenas, pero ligadas a la pandemia y a esa acelerada transformación digital a la que nos obligó el confinamiento. En su opinión, ahora es cuando “hay que aprovechar el momento” y aprovechar el impulso de los PERTE, los proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica, para “patentar tecnología y evitar que esta se vaya a otro lado, esta es la única forma de que España pueda lograr una soberanía tecnológica que nos permitirá asegurar el futuro de nuestra economía, el bienestar social, no dependiendo del cada vez más cambiante contexto geopolítico mundial”.

Mirando desde el presente hacia el futuro

A la hora de plantearse en qué sectores puede destacar un país como el nuestro, Nuria Marcos lo tiene claro: tenemos mucho potencial en “movilidad, salud, biotecnología, agroalimentación, energías verdes y las TICs”.

Para progresar en estos y otros sectores, resulta necesario eliminar las barreras a la innovación. Uno de los habituales frenos que suelen encontrar los profesionales relacionados con la I+D es el de la normativa. Nuria se muestra optimista: “afortunadamente, están aprobándose ahora medidas que son de bajo perfil ideológico, enfocadas a fomentar el emprendimiento y la innovación y que se han aprobado con el consenso de varios países”, explica. 

Buen ejemplo de esto sería la reciente aprobación de la Ley de Startups, que pendiente de la publicación de la Orden Ministerial, ENISA anunció que ha incluido dentro del proceso de la certificación como “empresa emergente” el “criterio de tener una patente concedida, puesto que demuestra que estamos ante una tecnología innovadora”. 

También desde la Comisión Europea ya se exige que, cuando “haya activos resultantes de una investigación financiada que puedan ser protegidos con una patente, se defina una estrategia de protección efectiva, porque el objetivo es que llegue al mercado”. 

Además del consenso político, es importante “un entorno fiscal adecuado que apueste por medidas de continuidad y mejoras que permitan el crecimiento”. En sus palabras, “tenemos que hacer que nuestras grandes compañías ganen mucho dinero con la innovación, para que no se quieran ir y puedan seguir generando y siendo motor dentro del ecosistema, junto a otras empresas más pequeñas y a una labor de investigación potente, para que funcione todo este entramado”.  

Rumbo hacia el horizonte digital

Nos encontramos en plena transformación digital, un proceso que se puso en marcha hace un tiempo, pero que, como hemos visto, se aceleró durante los años de la pandemia. La digitalización es hoy un fenómeno innegable a la que la realidad empresarial ha tenido que adaptarse en mayor o menor medida.

También para PONS IP. Con 75 años de trayectoria, esta compañía ha pasado de ser en sus orígenes un despacho de registros a ser “una consultoría global legal y técnica, en propiedad industrial”, como explica su directora general. 

Para esta empresa, la transformación digital ya estaba en sus planes, pero “es cierto que se ha acelerado y no pensábamos que íbamos a conseguir este cambio en tan poco tiempo”. 

Nuria se refiere a la digitalización de las herramientas internas y el uso de las nuevas tecnologías en la práctica jurídica, que permite a su equipo “ser más eficientes en las tareas básicas y ganar más tiempo para dedicar a los servicios de consultoría”, que son “el valor añadido que le damos a nuestros clientes”. Su objetivo es ser un “acelerador de la rentabilidad y la eficiencia” a través de las garantías que da la PI.

Además de la consultoría, PONS IP actúa como una plataforma tecnológica que da respuesta a los retos a los que se enfrentan las organizaciones hoy en día. En 2020 lanzaron Safe Evidence, una herramienta pionera en el uso de tecnología blockchain, sellos cualificados de tiempo y firma electrónica avanzada aplicada a la protección de activos intangibles. 

En 2021 reforzaron su oferta de servicios avanzados para la gestión de activos intangibles con ALERTA, una solución de base tecnológica bajo machine learning y big data, especializada en la vigilancia y protección integral de marcas. 

En 2022, avanzaron en la creación de soluciones legaltech con el lanzamiento de su primera línea de negocio ALSP (Alternative Legal Service Provider) SingularTM, plataforma online automatizada para el registro de marcas pionera en el sector legal, tanto en España como en la Unión Europea.

Hoy, PONS IP cuenta con el mayor equipo de profesionales de patentes de nuestro país, formado por cerca de 40 técnicos que trabajan para empresas de todos los sectores, 12 de las cuales cotizan en el IBEX 35. 

Además, cuentan en su cartera con 61.354 marcas protegidas para nuestros clientes, de las cuales más de 12.000 corresponden a marcas de la Unión Europea. Una cifra nada desdeñable que sitúa a PONS IP como la compañía de servicios de consultoría legal en propiedad industrial e intelectual de origen español con más volumen de marcas de titulares tanto españoles como extranjeros, tramitadas ante la EUIPO en los últimos 27 años.