Historias de Iberia: cuatro ejemplos de cómo la aerolínea cumple su propósito de conectar a las personas

Iberia lleva 95 años volando desde España con el mismo propósito: “Generar prosperidad, conectando personas con el mundo” y, fiel a ese propósito, ha intentado siempre darle otro sentido al hecho de volar, demostrando que la conectividad es clave para la sociedad: vuelos de repatriación, colaboración con la organización nacional de trasplantes, servicio a menores que viajan solos, transporte de material humanitario y vacunas, apoyo al talento español o su contribución en acontecimientos culturales históricos, son algunos de los ejemplos del compromiso de Iberia con las comunidades donde desarrolla su actividad. 

Para Teresa Parejo, directora de sostenibilidad de Iberia, “el propósito de una compañía es aquello que transciende a su negocio y aporta valor a su comunidad. Ninguna empresa puede resolver todos los retos del mundo, pero todas las marcas se han visto desafiadas en su contribución a la sociedad, y, en el caso de Iberia, la confianza de nuestros clientes ya solo puede construirse siendo honestos y coherentes con nuestro propósito”.  

Con las historias reales y humanas que han ocurrido en sus vuelos, Iberia ha creado la campaña “Basado en vuelos reales”, para dar a conocer su propósito y poner en valor la conectividad aérea, más allá de su capacidad para conectar a millones de personas alrededor del mundo, de su impacto social y económico en el desarrollo de sectores como el turismo y en la generación de empleo. 

De todas las historias de Iberia, hemos seleccionado cuatro que son ejemplo de la aportación de la aerolínea más allá de volar. 

Compartiendo vuelo de Iberia con el Guernica

El 10 de septiembre de 1981, a las 8:27 AM, el vuelo de Iberia 0952 procedente de Nueva York aterrizaba en aeropuerto Madrid-Barajas. Había sido un vuelo más para los pasajeros y casi toda la tripulación. Nadie sospechaba que, en realidad, acababan de participar en un trayecto histórico.

Lo descubrieron tras tomar tierra y antes de salir del avión, cuando escucharon por megafonía este mensaje del comandante Juan López Durán: "Señoras y señores, bienvenidos a Madrid. Tengo que decirles que han venido acompañando al Guernica de Picasso en su regreso a España".

Los 309 nueve pasajeros y la mayor parte de los tripulantes, que desconocían el hecho, estallaron en una ovación.

El Guernica llevaba más de 40 años en el MoMA de Nueva York (por expreso deseo del artista). El Gobierno español consiguió en 1981 que una de las obras cumbre de la pintura del siglo XX fuera finalmente expuesta en España, y para traerlo optó por las bodegas de un Boeing 747 de Iberia, donde voló enrollado y embalado en una caja de madera, perfectamente protegido para el trayecto transoceánico. 

Volando hacia un futuro con menos emisiones de C02

3 de noviembre de 2021. El vuelo regular Madrid-Bilbao IB 426 tampoco se diferenciaba aparentemente de cualquier otro vuelo comercial realizado ese día en el espacio aéreo español. Sin embargo, suponía "un pequeño paso para un avión, pero la demostración de que la aviación puede ser más sostenible".

Aquel Airbus A320 neo fue el primer avión español que utilizó para su trayecto biocombustible producido a partir de residuos y en una refinería del país.

La Unión Europea ha marcado el objetivo de que en 2050 el 63% del combustible que use el sector de la aviación debe ser sostenible. Antes, habrá que cumplir dos hitos: el 2% en 2025 y el 5% en 2030. 

El vuelo regular Madrid-Bilbao IB 426 fue el eslabón final de una cadena en las que varias empresas españolas dieron el primer paso en dirección a la aviación sostenible. 

Los residuos de aceites y grasas, materia prima del combustible, fueron aportados por la empresa Lipsa de Barcelona. La compañía navarra Oleofat realizó su tratamiento; Petronor, la refinería participada por Repsol, fabricó el combustible biojet, que llegó por tubería a Madrid para su repostaje en el Airbus A320 neo de Iberia.

El 1,84% del combustible de ese vuelo era biojet, y solo con ese pequeño cambio ya se evitó el vertido de 1,4 toneladas de CO2 a la atmósfera. Fue el primer paso del camino hacia un futuro más sostenible.

La compañía en la que viajan los embajadores del deporte español

2 de marzo de 2022. En la ciudad deportiva de Las Rozas se celebraba una reunión entre dos instituciones con algo en común: difunden la "Marca España" por todo el planeta. 

Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, y Javier Sánchez-Prieto, presidente de Iberia, firmaron el acuerdo que convierte a la compañía aérea en la Aerolínea Oficial de las Selecciones masculina y femenina de Fútbol 11 hasta 2026.

Este mismo año, Iberia desplazará a los deportistas a dos citas transcendentales: la Eurocopa femenina, que se disputará en Inglaterra del 6 al 31 de julio, y el Mundial de Fútbol masculino de la FIFA, que se celebrará entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre.

Durante la firma, ambos directivos coincidieron en los valores compartidos por ambas organizaciones: "Tenéis una escala de valores de la que tenemos mucho que aprender”, aseguró Rubianes a los representantes de Iberia.

Por su parte, Javier Sánchez-Prieto habló de la difusión de los valores españoles por todo el planeta: “Para nosotros es un orgullo que la Real Federación confíe una vez más en Iberia para llevar a las Selecciones de fútbol en sus viajes, porque nos refuerza en nuestro papel de Embajadores Honorarios de la Marca España y, sobre todo, nos permite llevar con nosotros la ilusión de todo un país a las distintas competiciones”.

El acuerdo de Iberia con la Real Federación Española de Fútbol se enmarca en su proyecto Talento a Bordo. Con esta iniciativa, Iberia quiere apoyar el arte, el deporte, la cultura, la gastronomía y la I+D+i en español. Una manera de asegurar que las aportaciones culturales de España lleguen hasta el último rincón del planeta.

Hay vuelos que ni siquiera una pandemia puede parar

El año 2020 fue el año del estallido de la pandemia de la COVID-19. Un año donde los confinamientos domiciliarios y las restricciones internacionales cambiaron la movilidad en el mundo entero y redujeron drásticamente el tráfico aéreo.

Pero ni siquiera en los momentos de mayor crisis Iberia dejó de ser una compañía indispensable para conectar personas... y para salvar vidas.

España ha sido siempre un país destacado en el trasplante de órganos, tanto por el elevado número de donantes como por ser pionero en técnicas quirúrgicas. Y esta actividad no paró ni en 2020, cuando la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) registró un total de 709 órganos de donación y trasplante transportados en avión, entre vuelos privados y regulares. 

Ese año, las compañías del Grupo Iberia transportaron 88 órganos: 60 en aviones de Iberia, 24 en aviones de Iberia Express y 4 en aviones de Air Nostrum. Suponen el 50% de los que viajaron en vuelos comerciales en nuestro país.

Como todos los años, Iberia colaboró con la ONT de forma desinteresada. Y resaltando que la colaboración y el compromiso de los empleados de la compañía son los que hacen posible el desarrollo de esta actividad.

El 2020 fue un año duro para todos, pero al dejarlo atrás, Iberia pudo mirar el resultado de su colaboración con la ONT y decir: “Misión cumplida”.