Un ganador del Premio Nobel de Física de este año está convencido de que detectaremos vida extraterrestre en los próximos 100 años: 13 razones que explican por qué aún no hemos hecho contacto

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A SETI radio telescope.
A SETI radio telescope.Ian Waldie/Getty Images
  • La Vía Láctea tiene miles de millones de planetas que podrían albergar vida. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los científicos para monitorizar y ocasionalmente enviar señales, no hemos encontrado evidencia de que existan extraterrestres.
  • Este enigma se conoce como la paradoja de Fermi, y ha inspirado el debate entre los investigadores durante décadas.
  • Uno de los ganadores del Premio Nobel de Física de este año ha llegado a decir que no cree que los seres humanos seamos la única forma de vida inteligente en todo el universo.
  • En su nuevo libro, End Times, el autor Bryan Walsh analiza las muchas teorías sobre por qué no hemos podido contactar con vida extraterrestre, y posiblemente por qué nunca lo haremos.
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Didier Queloz, físico de la Universidad de Cambridge, fue nombrado este martes como uno de los ganadores del Premio Nobel de Física por su descubrimiento del primer exoplaneta que orbita una estrella similar al sol.

Queloz, que se autodenomina "cazador de planetas", dijo tras la ceremonia de entrega del premio que su trabajo le ha llevado a estar "absolutamente convencido" de que el ser humano detectará vida extraterrestre en los próximos 100 años.

"No puedo creer que seamos la única forma de vida inteligente en todo el universo. Hay demasiados planetas, también puede haber estrellas.... la química que llevó a la vida tiene que suceder en otros lugares", explicó Queloz en una charla en el Science Media Center londinense este mismo martes.

Su declaración es, en cierto modo, una respuesta a una pregunta que el físico Enrico Fermi planteó por primera vez a sus colegas durante un almuerzo en el año 1950: "¿Dónde está todo el mundo?"

Fermi se refería a la vida extraterrestre en el universo.

Podría decirse, según Fermi, que en los 4.400 millones de años que tardó en evolucionar la vida inteligente en nuestro planeta, el resto de nuestra galaxia debería haber sido invadida por alienígenas igualmente inteligentes y tecnológicamente avanzados. Pero a pesar de décadas de buscar signos de vida extraterrestre en la Vía Láctea, no hemos encontrado nada ni a nadie.  

Este enigma se conoce como la paradoja de Fermi.

Los científicos han ofrecido innumerables posibles respuestas a la pregunta, incluido que los extraterrestres están hibernando o escondiéndose deliberadamente de nosotros. Algunos investigadores también han sugerido que las civilizaciones tecnológicas altamente avanzadas se destruyen a sí mismas antes de tener la oportunidad de ponerse en contacto con otra vida inteligente en el universo.

En su nuevo libro, End Times, el autor Bryan Walsh expone 13 teorías obre por qué tenemos que seguir intentando contactar con extraterrestres y posiblemente por qué nunca lo conseguiremos. Así es como resuelve cada teoría la paradoja de Fermi.

Desde que Fermi formulara su famosa pregunta, los telescopios espaciales han buscado en las estrellas planetas similares a la Tierra capaces de albergar vida.

An illustration of NASA's Kepler space telescope.
An illustration of NASA's Kepler space telescope.NASA

El telescopio espacial Kepler de la NASA, que se lanzó en 2009, ha descubierto más de 2.000 exoplanetas (planetas fuera de nuestro sistema solar) hasta su retirada en 2018. Hay otros 2.400 candidatos a exoplanetas esperando la confirmación de la NASA.

Más de 50 de esos exoplanetas se han considerado potencialmente habitables, lo que significa que están situados dentro de la zona favorable de sus respectivas estrellas, donde las condiciones podrían permitir que el agua líquida se acumule en la superficie. (La Tierra y Marte se sitúan dentro de la zona "correcta" de nuestro sol).

En 2013, los astrónomos informaron de que, según los datos de Kepler, podría haber hasta 40 mil millones de planetas comparables en tamaño a la Tierra dentro de estas zonas favorables.

Aunque solo el 0.01% de esos planetas albergaran vida, se traduciría en que 40 millones de planetas tienen vida en su interior.

Otro telescopio en órbita, el satélite de estudio Exoplanet en tránsito (TESS) se encuentra actualmente buscando otros mundos en el espacio. TESS encontró hace poco un planeta dando vueltas alrededor de una estrella cercana en la constelación de Hydra; este podría soportar agua líquida si se demuestra que tiene una atmósfera espesa y es rocoso.

No obstante, las posibilidades de que nuestros telescopios puedan apuntar casualmente a la parte exacta del espacio en el momento adecuado para detectar signos de civilización extraterrestre son infinitesimales.

A telescope at the summit of Mauna Kea, Hawaii's tallest mountain, on July 14, 2019.
A telescope at the summit of Mauna Kea, Hawaii's tallest mountain, on July 14, 2019.Caleb Jones/Associated Press

Los científicos del Instituto SETI (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre) señalan radiotelescopios en varias partes del cielo para recoger datos. Los investigadores analizan esa información en busca de patrones inusuales que puedan indicar una transmisión intencionada o accidental de una civilización inteligente.

El sistema de monitorización de SETI se basa en la idea de que los extraterrestres están intentando enviarnos un mensaje, y solo falta escucharlo.

The radio telescopes SETI uses to look for aliens.
The radio telescopes SETI uses to look for aliens.Kathleen Franklin/Wikimedia Commons

Pero los esfuerzos no han tenido éxito hasta ahora.

El astrofísico Frank Drake creó una ecuación en 1961, ahora conocida como la ecuación de Drake, que ofrece una manera de calcular una estimación del número de civilizaciones tecnológicamente avanzadas en la Vía Láctea.

La ecuación Drake.
La ecuación Drake.Jenny Cheng/Business Insider

La ecuación está compuesta por siete variables que, cuando se multiplican entre sí, producen un cálculo de la posibilidad de que la humanidad algún día escuche a una civilización alienígena inteligente (una que haya logrado la capacidad de transmitir señales de radio que podamos detectar en la Tierra).

El problema es que no conocemos el valor de muchas de las variables de la ecuación de Drake con certeza. Los científicos están familiarizados con las tres primeras: la tasa de formación de estrellas, el número de esas estrellas con planetas y el número de esos planetas dentro de la zona habitable de las estrellas. Pero el resto sigue siendo un misterio.

La primera y quizás la respuesta más simple a la paradoja de Fermi es que la Tierra sea el único planeta que alberga vida inteligente.

A picture of Earth from space, taken November 7, 2017.
A picture of Earth from space, taken November 7, 2017.Joshua Stevens/NASA Goddard Space Flight Center/Reuters

El astrofísico Michael Hart exploró esta pregunta formalmente en un artículo de 1975; Argumentó que había habido mucho tiempo para que la vida inteligente colonizara la Vía Láctea en los 13.800 millones de años desde que se formó la galaxia. Como nadie en la Tierra había escuchado nada, concluyó Hart, no debe haber otras civilizaciones avanzadas en nuestra galaxia.

Más recientemente, un estudio de la Universidad de Oxford de 2018 planteó que hay aproximadamente una probabilidad de dos entre cinco de que estemos solos en nuestra galaxia y una probabilidad de uno entre tres de que lo estemos en todo el cosmos.

Pero cuanto más aprenden los astrónomos sobre las condiciones que hacen un planeta habitable, más parece que nuestra galaxia podría estar mucho más preparada para la vida de lo que se pensaba.

Otra posibilidad sería que los extraterrestres quieran contactar con nosotros y no les sea posible.

Another possibility is that aliens want to talk to us but can't.
YouTube/Movieclips

SETI asume que cualquier extraterrestre con el que podamos entrar en contacto debe poseer una tecnología más avanzada que la nuestra, dado el corto tiempo (relativamente) de existencia de la raza humana.

Por lo tanto, es posible que los extraterrestres no usen ondas de radio como medio para comunicarse. Podrían estar intentando contactarnos con una tecnología que aún no conocemos. Walsh compara la situación con una en la que nosotros actualmente intentáramos chatear con un hombre de las cavernas mediante un teléfono móvil (somos los hombres de las cavernas en esta analogía).

Si otra vida inteligente en el universo nos ha superado tecnológicamente, es posible que esos seres piensen que no vale la pena ponerse en contacto con la Tierra.

A NASA illustration of an alien mega structure.
A NASA illustration of an alien mega structure.NASA

Walsh se refiere a nuestra ausencia de contacto extraterrestre como "El Gran Silencio".

Una respuesta a la paradoja de Fermi, dice, podría llamarse "La gran indiferencia", pues tal vez a los extraterrestres sencillamente no les importe lo que una raza menos inteligente les pueda aportar.

También es probable que nuestros mensajes de radio no hayan llegado todavía.

The M13 star system, as observed by the 32-inch Schulman Telescope.
The M13 star system, as observed by the 32-inch Schulman Telescope.Adam Block/WIkimedia Commons

Frank Drake envió el primer mensaje de radio interestelar el 16 de noviembre de 1974: se emitieron 168 segundos de un sonido de dos tonos hacia el sistema estelar Messier 13 (o M13) en la constelación de Hércules.

En dicho mensaje se codificaron los números atómicos de los elementos básicos de la Tierra, los números del 1 al 10 y un gráfico de nuestro sistema solar para indicar dónde se había originado el mensaje. Sin embargo, el M13 está aproximadamente a 21.000 años luz de distancia, según SETI, por lo que el mensaje de Drake tardará aproximadamente la misma cantidad de años en llegar allí. Por lo tanto, cualquier respuesta tardaría el mismo tiempo en llegarnos a nosotros.

Pero no todos los científicos se mostraron de acuerdo con enviar mensajes al espacio. El astrofísico Stephen Hawking advirtió que no era buena idea intentar contactar en 2010.

Stephen Hawking sits on stage during an announcement of the Breakthrough Starshot initiative with investor Yuri Milner in New York, April 12, 2016.
Stephen Hawking sits on stage during an announcement of the Breakthrough Starshot initiative with investor Yuri Milner in New York, April 12, 2016.REUTERS/Lucas Jackson

Hawking comentó lo siguiente al Times de Londres: "Me imagino que su existencia en naves masivas, habiendo usado todos los recursos de su planeta de origen. Tales extraterrestres avanzados podrían haberse convertido en nómadas, buscando conquistar y colonizar cualquier planeta que puedan alcanzar".

Los extraterrestres también podrían estar escondiéndose deliberadamente de nosotros.

Aliens could also be deliberately hiding from us.
MARK RALSTON / Staff

Algunos investigadores han sugerido que la vida inteligente en la galaxia puede tener las mismas preocupaciones que Hawking sobre el contacto, por lo que eligen permanecer en silencio.

En su libro, End Times, Walsh plantea una hipótesis en este sentido: tal vez la Tierra esté siendo tratada como un zoológico y los humanos seamos un grupo remoto de habitantes galácticos indígenas que no están siendo molestados de forma intencionada.

Tal vez a los extraterrestres les interese dejarnos tranquilos mientras no representemos una amenaza para ellos.

A still from the 1951 movie "The Day The Earth Stood Still."
A still from the 1951 movie "The Day The Earth Stood Still."20th Century Fox

El éxito de taquilla de Hollywood de 1951 Ultimátum a la tierra explora esta teoría. En la película, una nave espacial alienígena aterriza en Washington, DC para entregar un mensaje: o vivís en paz, o tendremos que destruiros por representar una amenaza para otros planetas.

O tal vez los extraterrestres solo estén hibernando, según escribe también Walsh.

Or perhaps extraterrestrials are just hibernating, Walsh suggests.
Columbia Pictures

Las civilizaciones inteligentes con las que intentamos contactar podrían estar en un estado de latencia que puede durar miles de millones de años, explica.

Otra hipótesis indica que podemos estar viviendo en los "palos galácticos", en las afueras del lugar donde se encuentra la vida inteligente de la Vía Láctea.

A shot from Christopher Nolan's blockbuster film "Interstellar."
A shot from Christopher Nolan's blockbuster film "Interstellar."Paramount Pictures

Walsh explora la idea de que puede ser difícil llegar hasta aquí, especialmente si otras civilizaciones inteligentes, como nosotros, aún no han descubierto una forma eficiente de viajar entre los distintos sistemas estelares.

Pero esa respuesta a la paradoja de Fermi tiene un problema: la Vía Láctea es antigua. Walsh argumenta que, dado el tiempo suficiente, una civilización inteligente ya debería haber sido capaz de encontrarnos, incluso si viajan lentamente.

But that answer to the Fermi Paradox has a problem: The Milky Way is old. Walsh argues that, given enough time, an intelligent civilization should have been able to find us by now, even if they were traveling slowly.
NASA/JPL-Caltech

Si los extraterrestres viajaran a una décima parte de la velocidad de la luz, tardarían 10 millones de años en cruzar toda la Vía Láctea. Eso es menos del 0.1% de la edad de la galaxia.

Tal vez una civilización tecnológicamente avanzada no puede durar lo suficiente como para poder viajar a través de la galaxia durante millones de años.

But perhaps a technologically advanced civilization just can't last long enough to be able to travel through the galaxy for millions of years.
Wikimedia Commons

Según esta posible respuesta a la paradoja de Fermi, podrían existir civilizaciones inteligentes en otras partes de la Vía Láctea, pero se extinguen o se destruyen a sí mismas antes de poder encontrarnos o de que podamos contactar con ellos.

Algunos científicos han defendido la idea de que civilizaciones inteligentes similares a la nuestra podrían haberse extinguido debido a los mismos peligros que amenazan a la humanidad en la Tierra.

An illustration of asteroids careening toward northern Greenland.
An illustration of asteroids careening toward northern Greenland.Natural History Museum of Denmark/NASA Goddard Space Flight Center

Tal y como ha explicado el filósofo Nick Bostrom, este concepto sugiere que la vida en un planeta similar a la Tierra tiene que lograr varias "transiciones o pasos evolutivos" antes de poder comunicarse con las civilizaciones en otros sistemas estelares.

No obstante, un obstáculo o barrera, un "Gran Filtro" como se le llama en esta teoría, hace que sea imposible para una especie inteligente avanzar todos esos pasos antes de colapsar.

Un estudio publicado el año pasado apunta al cambio climático como el "filtro" más probable que impide que una civilización llegue a otros sistemas estelares.

Smoke rises from the chimneys of a power plant in Shanghai December 5, 2009.
Smoke rises from the chimneys of a power plant in Shanghai December 5, 2009.Reuters/Aly Song

El estudio presenta cuatro escenarios que una civilización podría seguir a medida que se desarrolla. Una de esas vías conduce a una existencia sostenible. Pero en los otros tres, las civilizaciones abusan de los recursos y colapsan o mueren como resultado.

Por lo tanto, una posible respuesta a la paradoja de Fermi, tal y como plantearon los autores del estudio, es que la transformación ambiental (ya sea que eso implique el uso de los recursos necesarios o el cambio irreversible de un clima) inevitablemente impide que las civilizaciones sobrevivan lo suficiente como para viajar a estrellas distantes.

Walsh sugiere que quizás nunca encontremos nada en nuestra búsqueda de extraterrestres, excepto sus restos, en otras palabras, evidencia de civilizaciones.

Walsh suggests that we may never find anything in our search for aliens except their remains — evidence of extinct civilizations, in other words.
NASA/JPL-Caltech

Walsh llama a estas pistas "necrosignaturas". Los holocaustos nucleares, las armas biológicas, incluso los planetas que desaparecen, dejan signos detectables en el espacio, según afirma, y la humanidad debería estar lista para encontrarlos e identificarlos.

Mientras tanto, el científico planetario Alan Stern cree que es posible que, a diferencia de los humanos en la Tierra, los extraterrestres vivan en el interior de sus respectivos planetas, por lo que todavía no hemos encontrado signos de vida.

A NASA model shows what the interior ocean on Saturn's moon Enceladus could look like.
A NASA model shows what the interior ocean on Saturn's moon Enceladus could look like.NASA-GSFC/SVS, NASA/JPL-Caltech/Southwest Research Institute

Stern postuló que el agua líquida de algunos mundos habitables se encuentra debajo de la superficie, en el interior de los planetas. Ese parece ser el caso de Encélado.

"Si las civilizaciones con tecnología realmente pueden desarrollarse en estos mundos oceánicos interiores, naturalmente quedarían aisladas de nosotros debido a la capa de roca y hielo sobre su océano", afirmó hace un tiempo para Business Insider. "No veríamos las luces de su ciudad. No podríamos escuchar su comunicación. Tal vez ni siquiera sabrían que hay un universo para comunicarse".   

Una de las respuestas más recientes a la Paradoja de Fermi, publicada el mes pasado, sugiere que los extraterrestres ya han visitado la Tierra, pero no lo suficiente como para que nos hayamos dado cuenta.

Finally, one of the most recent responses to the Fermi Paradox suggests that aliens have already visited Earth — just not recently enough for us to have noticed.
ESA

El estudio, publicado en The Astronomical Journal, defiende que los extraterrestres podrían estar tomándose su tiempo para explorar la galaxia, aprovechando los movimientos de los sistemas y los cambios orbitales para facilitar el salto de estrellas.

Los autores del estudio han sugerido que los extraterrestres podrían esperar a que las estrellas se acerquen entre sí antes de extenderse por la galaxia, y que otras civilizaciones ya podrían haber estado aquí, sin haber dejado evidencias de su visita.

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