Un cheque de 2 millones de dólares, la cabeza de un disfraz de Mickey Mouse y un saxofón: los objetos más extraños que se han perdido en el Metro de Madrid

  • La oficina de objetos perdidos del Metro de Madrid recibe cada año una media de 50.000 objetos.
  • Entre ellos, muchos son todo un tesoro y seguro que el dueño se llevó un susto al darse cuenta de lo que había olvidado en el subterráneo de la capital española.
  • Descubre más historias en Business Insider España.

En una ciudad tan activa como Madrid se extravían muchos objetos a diario y prueba de ello es la cantidad que recoge anualmente la oficina de objetos perdidos del Metro de Madrid, que ronda una media de 50.000 artículos.

Pero no todos acaban recogiendo sus pertenencias. Es más, solamente un 7% de las personas que pierden algo en el metro acuden a buscarlo a la oficina.

Las oficinas de los túneles del subsuelo se encuentran en Plaza de Castilla y Sol. Hasta allí llegan cada día una serie de pertenencias de lo más variado y que son reflejo de lo que ocurre en el exterior: en época de exámenes se llenan de apuntes, mientras que en verano las protagonistas son las gafas de sol.

Cuidado con tus AirPods al entrar y salir del vagón: esta es la medida que tomará el metro de Nueva York para intentar acabar con la pérdida de auriculares

La mayoría de estos objetos son de lo más común —¡y al tiempo valiosos!—, como carteras, bolsos, anillos, bufandas, pañuelos o  dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, ordenadores o tablets.

Pero algunos de los artículos que pierden a su dueño en el subterráneo de la capital son de lo más variopinto y uno no puede entender cómo alguien pudo dejarse algo así olvidado.

Metro de Madrid, la empresa pública que gestiona el transporte subterráneo, ha compartido con Business Insider España el listado de los objetos perdidos más raros o curiosos que han encontrado y algunos te dejarán boquiabierto: 

Un peluquín

Peluquín

Getty

O el dueño del peluquín llevaba más de uno encima o el golpe de viento del metro entrando en la estación hizo que no pudiera recuperarlo.

No hay manera de explicar cómo alguien no pudo darse cuenta de que había perdido el pelo. ¡Cómo están las cabezas!

Un estuche con un crucifijo, una estola morada, un corporal y un purificador

Cura

Getty

Posiblemente fue fruto de un despiste, pero seguro que se llevó un buen susto el cura que olvidó estas valiosas pertenencias en el subterráneo.

La historia acabó bien, porque pudo recuperarlos, para su tranquilidad. "Se lo entregamos al cura y se puso contento", comentan desde Metro.

Carritos de bebé

Mujer paseando con un carrito de bebé

Cuando tienes un bebé, tienes que estar atento a mil cosas y, en la mayoría de los casos, te faltan ojos y manos para poder llegar a todo.

Por eso, no es de extrañar que a más de un papá o mamá se le haya olvidado el carrito —obviamente sin bebé— en el vagón del metro.

Un microondas

Microondas

O lo acababa de comprar y se le olvidó la caja mientras esperaba a que llegara el metro a la estación o estaba haciendo una mudanza y llevaba demasiadas cosas como para acordarse del microondas.

Aunque no sea lo más barato que uno puede perder en una estación de metro, lo peor que le pasó a esta persona fue no poder calentarse ese día el tupper. Que todo sea eso. 

Un billete de avión de una persona que viajaba a Alemania

Billete de avión

Getty

Cualquiera puede imaginarse la angustia de esa persona cuando llegó al control de seguridad del aeropuerto y se dio cuenta de que no llevaba la tarjeta de embarque.

Como explican a este medio, el dueño del billete pudo volar porque, aunque no le daba tiempo a recogerlo en la estación, Metro lo recogió y se lo entregó en la T4 del aeropuerto de Barajas antes de que saliera el avión.

Un saxofón

Saxofón

Getty

¡Con lo que pesa un instrumento! ¿Cómo no se dio cuenta el dueño de ese saxofón de que le faltaba algo?

Se entiende que un despiste lo tiene cualquiera, pero sería una pena que nunca recuperase este valioso objeto que seguro que le ha dado muchas alegrías.

Un árbol de Navidad

Madre e hijo con mascarillas comprando un árbol de Navidad.

Getty

La chimenea encendida, los villancicos sonando, la nieve cayendo por la ventana, la familia reunida para decorar el árbol de Navidad... Pero, ¿y el árbol?

Los niños de una familia tuvieron que quedarse sin habla cuando se enteraron de que ese año los Reyes Magos no iban a tener dónde dejar los regalos.

La cabeza del disfraz de Mickey Mouse que siempre anda por Sol

Disfraz Mickey Mouse

El Mundo

Si eres de Madrid o has paseado alguna ver por la Puerta del Sol, seguro que has podido ver los míticos personajes de dibujos animados por la plaza. 

Estos disfraces tienen pinta de no ser nada ligeros (ni fresquitos), por lo que no es de extrañar que en un momento de descanso esta persona quisiera liberarse de parte del traje.

Esquís

Esquís en la nieve

Getty

¿Estaría esta persona emocionada por esquiar por el centro de la capital con la llegada de Filomena? ¿O querría llegar en transporte público hasta Navacerrada?

Sea como fuere, hubo una persona que no pudo deslizarse por las pistas y que perdió ese día un bien nada barato.

Un cheque nominativo de 2 millones de dólares y la documentación de un ciudadano californiano de 2013

Cheque

Getty

Ante esto no hay palabras. ¿Cómo no lleva alguien guardado un cheque de tal cuantía como si fuera un hijo? Hay cosas que no tienen explicación y habría que hablar con este estadounidense para entender mínimamente qué pudo ocurrir ese día para que protagonizara una historia que parece sacada de una película.

Si no quieres ser como este hombre y te das cuenta de que has olvidado algo, es importante saber que los objetos permanecen 2 días en la estación donde se han encontrado y, si no se han reclamado en ese plazo, se trasladan a la oficina de objetos perdidos donde son custodiados durante 2 años. 

Pasado ese tiempo, aquellos que siguen sin haber sido recuperados por su dueño son subastados por el Ayuntamiento de Madrid en su página web.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.