Calumnia

1. ¿Qué es una calumnia?
2. Características de una calumnia
3. Tipos de calumnia
4. Diferencias entre calumnia e injuria
5. Penas que se imponen a las calumnias
6. Ejemplos: casos prácticos para entenderlo mejor

¿Qué es una calumnia?

Una calumnia es una acusación falsa que hace una persona a otra, a sabiendas de que todo lo imputado es falso.

Es decir, se trata de una mentira cuyo objetivo es desprestigiar. Aquel que hace la calumnia es plenamente consciente de ello.

La calumnia está regulada en los artículos 205 y 207 del Código Penal. Las penas se establecen también en esta normativa.

Características de una calumnia

La calumnia debe cumplir una serie de características para que sea considerada como tal y constituir un delito.

Estas son las características principales de una calumnia:

• La imputación tiene que ser falsa: las calumnias suelen acusar a alguien de haber cometido un delito; esta acusación tiene que ser totalmente subjetiva y falsa.
• Aquel que la hace debe saber que es falsa: el concepto en este caso es el de dolo directo; la imputación no se hace por ignorancia, sino con mala intención.
• Desprecio a la verdad: aquel que imputa lo sigue haciendo aunque le aclaren que no se trata de algo cierto.
• La persona ha de ser reconocible: aunque no facilite sus datos, tiene que ser reconocible por aquel que ha sufrido la calumnia.

Tipos de calumnia

No existe una sola forma de calumnia. Este delito se puede cometer de diferentes maneras.

Estos son los 2 tipos principales de calumnias:

• Calumnia con publicidad: es aquella que se difunde a través de medios de comunicación; se trata de la más grave, ya que el daño producido siempre es mayor.
• Calumnia sin publicidad: no se difunde por medio alguno, y aunque sigue siendo grave no conlleva penas tan graves, pues el daño suele ser menor.

Diferencias entre calumnia e injuria

Teniendo en cuenta las características y los tipos de calumnia, es posible que te preguntes cuál es la diferencia respecto a una injuria, puedes pueden parecer delitos similares.

La principal diferencia es que la calumnia se trata de un ataque concreto, es decir, la difusión de una mentira determinada, mientras que la injuria afecta de forma más general al honor de la persona; no tiene por qué estar formada por una falsedad en sí. 

Otra diferencia reside en las penas impuestas. Aquellos que injurian a otra persona tienen un castigo máximo de multa, mientras que las personas que calumnias pueden tener pena de prisión en casos especialmente graves.

Penas que se imponen a las calumnias

Uno de los aspectos más importantes de las calumnias es saber las penas que se imponen a aquellos que las cometen.

Esto depende de su gravedad y de si se trata de una calumnia con publicidad o sin publicidad. Estos son los castigos que dictamina la ley:

• Calumnia con publicidad: se castiga con multa de 12 a 24 meses, estipulando el juez el importe que considere oportuno; además, en casos graves se puede imponer una pena de prisión de 6 meses a 2 años.
• Calumnia sin publicidad: el castigo es una pena de multa de 6 a 12 meses, decidiendo el juez el importe concreto; en estos casos no se contempla la pena de prisión. 

Ejemplos: casos prácticos para entenderlo mejor

Comprender qué es una calumnia y cuáles son sus características puede ser complicado, de ahí que sea aconsejable ilustrar con un ejemplo para entenderlo mejor.

Este sería un caso típico en el que alguien comete un delito de calumnia:

• Dos tertulianos participan en un programa de televisión. En un momento dado, el debate se acalora y empiezan a intercambiar acusaciones personales.
• Uno de ellos le dice a otro que es un corrupto y que ha recibido dinero público a cambio de hacer ciertos favores a un político.
• El tertuliano que ha recibido la acusación se indigna y explica que eso no es cierto, pero el que le ha acusado insiste en la imputación.
• Tras acabar el programa, la persona que ha sufrido la acusación decide interponer una denuncia por calumnia.
• La denuncia se lleva a cabo a través de una querella, que es el proceso habitual en estos casos. 
• El Juzgado celebra un acto de conciliación en el que participan las partes afectadas, que no llegan a un acuerdo.
• El caso llega a manos de un juez, que debe investigar si las acusaciones constituyen una calumnia.
• Meses después, el magistrado dicta que las acusaciones son totalmente falsas y que el tertuliano era consciente de ello; su único objetivo era desprestigiar a su compañero y causar un daño en su honor.
• Además, el juez estipula que se trata de una calumnia con publicidad, el tipo más grave porque se ha difundido a través de la televisión, causando un daño mayor.
• El acusador es castigado con una pena de entre 12 y 24 meses de multa, además de una pena de prisión de entre 6 meses y 2 años.