Las mentiras de los fabricantes del USB Tipo C: lo que iba a ser el estándar ideal ha acabado siendo una confusión para los usuarios

  • El USB Tipo C ha causado mucha confusión desde el momento en el que tenemos dos cables que parecen iguales, pero aparentemente no sirven para lo mismo.
  • No todos los adaptadores de USB Tipo C que usas para conectar tus auriculares son compatibles con todos los tipos de teléfonos. 
  • Algunos fabricantes venden USB 3.0 haciéndolos pasar por estándares diferentes aprovechándose del desconocimiento del usuario.

Esta es la transcripción del video. 

Es muy probable que ya hayas visto este tipo de puertos en alguno de los dispositivos más nuevos. Es un cable USB-C. El USB-C está bastante bien. Puede transferir datos, energía, vídeo, audio y no está limitado a un solo fabricante, como los cables Lightning de Apple. Por fin, ha llegado el conector universal. Pero, espera un minuto: ¿Cómo es que este cable USB-C cuesta más que este otro? ¿Y por qué este cable transfiere datos y energía mucho más despacio que este? ¿Cómo pueden ser tan diferentes dos cables que parecen idénticos?

A pesar de que este cable ya lleve existiendo unos cuantos años, todavía hay mucha confusión en torno al USB-C. Se suponía que iba a ser un conector universal estandarizando en los teléfonos, ordenadores, fuentes de alimentación y demás accesorios. Pero se ha encontrado con un gran problema. El nombre de “USB-C” hace referencia a la forma física del conector, no al protocolo. Aunque dos cables pudieran tener el mismo conector físico, lo que pase dentro de ellos puede ser muy diferente. El protocolo, o sus especificaciones, determinan lo que el cable puede transferir y la rapidez con la que pueda enviarlo.

Un cable USB-C puede limitarse a velocidades USB 3.1, 3.0 o 2.0. Algunos cables USB-C son cables USB 3.1 de segunda generación. Esto quiere decir que pueden transferir una película en HD en unos cinco segundos, unos 10 gigabits por segundo. Pero, también puedes tener un cable USB-C que sea tan lento como los antiguos USB 2.0 spec. La transferencia de esa misma película en alta definición le llevaría casi dos minutos a una velocidad de 480 megabits por segundo. El uso de los cables USB-C que cargan los teléfonos Android probablemente no sean tan rápidos como los que incluyen los discos duros externos. Y por si no fuera lo suficientemente confuso, algunos cables USB-C pueden conectarse a un segundo monitor, mientras que otros no son capaces de enviar señales de vídeo en absoluto. Puedes acabar fácilmente liado si mezclaras dos cables diferentes. Y las cosas pueden complicarse aún más cuando utilizas adaptadores para cambiar de tu USB-C a otro conector, como el de los auriculares. No todos los adaptadores son iguales. El adaptador para auriculares que viene con el teléfono no garantiza que funcione con el teléfono de otra compañía.

Leer más: 10 mitos de Internet que has escuchado pero son completamente falsos

Vale, tus datos pueden transferirse más lento e incluso puedes mezclar cables diferentes, pero… ¿Cuál es el daño? Bueno, los cables USB-C también son los encargados de cargar la batería.

Las expectativas son muchos más altas cuando se confía en un cable que es capaz de enviar la cantidad exacta de electricidad a tu dispositivo. Muchos teléfonos inteligentes y portátiles ya se cargan a través del USB-C, pero la cantidad de energía que estos cables pueden proporcionar no es siempre la misma. En algunos casos, un portátil puede requerir casi el doble de energía que un Smartphone.

Y las consecuencias de usar el cable equivocado pueden ser mucho peores que una carga más lenta. Si conectas un dispositivo USB-C a un portátil que consume más energía de la que el puerto es capaz de proporcionar, existe la posibilidad de que el puerto deje de funcionar para siempre. En 2016, un ingeniero de Google probó varios cables USB-C que no fueran de la marca Amazon. Uno de esos cables hizo que su Pixelbook dejara de funcionar. Desde entonces, ha seguido revisando docenas de cables de Amazon y continúa encontrando cables que no funcionan como se esperaba.

Pero, ¿Por qué empresas como Google y Apple iban a apoyar un conector que puede causar tantos daños? Se supone que los cables USB-C cuentan con medidas de seguridad para evitar daños. Si lo utilizas en un dispositivo que no soporta más de su consumo máximo de energía, se supone que el cable debería mantenerlo a salvo. Pero, a veces, los fabricantes recortan gastos para recudir los costes. Los cables que no cumplen con los estándares USB-C pueden dañar seriamente tu dispositivo.

Puede parecer que el USB-C es un cable maligno que espera la mínima para destruir tu dispositivo. Pero las historias de terror que escuchas sólo ocurren con los cables que no cuentan con mecanismos de seguridad. Entonces, ¿Qué se puede hacer para evitar usar el cable equivocado? Siempre compra en marcas de confianza, lee completamente las especificaciones y los comentarios, y asegúrate de que otras personas están utilizando el cable para lo que realmente necesitas. También puedes etiquetar los cables para evitar que se mezclen dos que se parezcan demasiados. Por último, intenta utilizar únicamente el cable que incluye el dispositivo para evitar sorpresas desagradables. Incluso con todos estos riesgos, el USB-C sigue siendo algo bueno para los consumidores.

Puede soportar una gran variedad de usos y no tiene una exclusividad. Pero es importante saber para qué se debe y no se debe usar el cable para que no dañe el dispositivo. Y, además, es reversible.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.