7 alimentos que pierden propiedades si los metes en el congelador, según una experta nutricionista

Alimentos congelador

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  • Algunos alimentos soportan peor que otros el proceso de congelación y aunque resultan seguros, pierden propiedades organolépticas, por lo que no deberías guardarlos en este electrodoméstico.
  • Aleja los siguientes ingredientes del congelador si no quieres alterar su sabor, olor, textura o apariencia. 
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Este electrodoméstico te salva de muchos apuros y te permite conservar numerosas comidas durante muchos meses, pero existen algunos alimentos que debes mantener lejos del congelador si no quieres que pierdan sus propiedades organolépticas.

¿Qué significa esto? Existen varios alimentos que no congelan bien, no por motivos de seguridad alimentaria, sino porque pierden su textura, sabor o color originales. 

En su cuenta de Instagram, la nutricionista Blanca García-Orea desmiente mitos, explica recetas y brinda numerosas recomendaciones útiles a la hora de congelar alimentos, cocinar o preparar batch cooking para toda la semana.

Esta graduada en Nutrición Humana y Dietética, especialista en nutrición clínica, digestiva y hormonal con Máster en Microbiota Humana y autora de los libros Dime qué comes y te diré que bacterias tienes, Sanotes, sanitos y Las recetas de Blanca, explica cuáles son los alimentos que jamás deberían congelarse.

Arroz y pasta

Arroz

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El arroz y la pastason alimentos ricos en almidón, y que pierden su consistencia al congelarse. En concreto, la pasta tiende a reblandecerse, y el arroz tiende a desmenuzarse, empeorando su textura.

Si quieres preparar algún plato como el risotto o la lasaña y congelarlo, es recomendable dejar que se cocinen al dente.

Patatas

Patatas

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Desde Directo al Paladar desaconsejan totalmente congelar las patatas.

"No es que se ponga mala o no nos vaya a sentar bien se queda con una textura mala, perdiendo mucho sabor, ya que la fécula se deshace al congelar", explican desde el popular blog gastronómico. 

Alimentos muy grasos

Carne con grasa

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Los alimentos muy grasos congelados en casa tampoco deberían congelarse, puesto que pueden adquirir mal sabor, olor, perder consistencia o volverse rancios. 

El sabor y la textura cambian porque el agua y la grasa no pueden unirse como estaban antes de congelarse. 

Es el caso de carnes, panceta, embutido o jamón. Cuando los congelas, la parte magra permanece en buen estado pero la grasa se ha enranciado.

Salsas como la mayonesa

Mayonesa casera

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Nunca debes congelar la mayonesa, advierteConsumer. El resultado es nefasto, ya que cuando descongelas la salsa esta se torna una masa sólida sin apenas gusto ni textura. 

Tampoco congeles otras "primas" de la mayonesa, como las salsas emulsionadas como la salsa rosa o elaboradas a partir de nata, que pueden cortarse. 

Sin embargo, existen otras salsas que sí puedes congelar, como la salsa de tomate casera, la boloñesa, la salsa verde o el pico de gallo. 

Verduras de hoja verde o ensaladas pensadas para comer en crudo

Lechuga

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Otras verduras pueden congelarse, pero el procedimiento no es recomendable para aquellas concebidas para consumirse en crudo, como el tomate, el pepino, o la lechuga. 

La congelación incide de forma negativa en su textura, olor y sabor. Los cristales de hielo que romperán sus paredes estructurales y las dejan hechas un fiasco. 

Huevo crudo con cáscara

Huevos

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No debes congelar huevos crudos con cáscara, ya que el líquido de su interior se expandiría durante la congelación, provocando que explotasen

Por su parte, los huevos cocidos pueden perder el sabor y adquirir una extraña consistencia, dura y gomosa, especialmente en el caso de las yemas sin batir.

La dietista-nutricionista  Beatriz Robles revela a Maldita Ciencia que en todo caso, los huevos deberían congelarse enteros pero sin cáscara, o solamente las claras “en un recipiente tipo moldes de magdalenas”, cubriéndolos bien con film transparente. 

Quesos (y otros productos lácteos como la leche o el yogur)

Quesos

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Para almacenar un queso de forma óptima, congelarlo no es una buena ideal: se verán afectados su sabor, aroma y textura originales, ya que el efecto físico de la formación de los cristales distorsiona la estructura interna de este lácteo. 

Cuando congelas un queso, este pierde humedad y consistencia, volviéndose más quebradizo y seco. 

Desde Finedining Lovers recalcan que el queso en bloques como el cheddar, el parmesano o el queso de cabra se congela mucho mejor que los frescos o blandos. Si los congelas es mejor rallarlos antes, introduciéndolos en una bolsita especial con cierre zip.

En todo caso, nunca tardes más de 6 meses en consumirlo.

Aunque en términos de seguridad puede hacerse, tampoco es aconsejable congelar la leche o el yogur. Aquellos de sabores, desnatados o con más aditivos pueden meterse en el congelador, pero se recomienda batirlos al descongelarse, ya que pueden perder su textura homogénea.

Si congelas leche entera, la grasa puede coagularse, alterando su paciencia, según explican desde Food Info.

Recuerda que la congelación no implica pérdida de nutrientes si sigues las pautas adecuadas. Jamás debes descongelar a temperatura ambiente —para impedir la proliferación de bacterias—, sino que lo ideal es hacerlo en la nevera un día antes, preservando de este modo las propiedades sensoriales del alimento. 

Blanca García-Orea recuerda que los alimentos deben congelarse a temperaturas inferiores a -18º C, congelarse lo más rápido posible, anotar las fechas en el envase y apostar por porciones pequeñas, que se congelan de forma más rápida, lo que implica un menor riesgo alimentario. 

Jamás metas comida caliente y no vuelvas a congelar alimentos previamente congelados y descongelados, salvo que se cocinen a más de 70 °C. 

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