Cómo saber cuál es la temperatura ideal para la nevera y el congelador, según los expertos

¿Estás seguro de haber programado la temperatura ideal para la nevera o congelador? 

Si quieres que toda la comida refrigerada se conserve en perfecto estado durante el mayor tiempo posible, es importante atender a este aspecto. No solo de cara a no contribuir al desperdicio de alimentos y ahorrar dinero, sino también a evitar intoxicaciones alimentarias e ingredientes en mal estado.

Según Reader Digest, para mantener la comida fresca en el refrigerador una buena guía son las recomendaciones proporcionadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). 

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En su web indican que la mejor temperatura para la nevera es de 4°C o menos, mientras que los grados a los que debe estar el congelador se sitúan en torno a los -18°C. Si detectas habitualmente frescos en mal estado como moho en las verduras y el queso, carne o pescado podridos u olores agrios, la temperatura no es la correcta. Los alimentos del congelador tampoco deberían estar líquidos.

La mejor manera de monitorizar la temperatura de la nevera y congelador es a través de un termómetro. Los electrodomésticos más modernos lo traen incorporado, pero es sencillo y barato comprar uno si tu refrigerador es más antiguo. 

Trucos extra para alimentos que guardas en la nevera y congelador

Los expertos en seguridad alimentaria aportan varios consejos extra.

• Una regla de oro muy importante es guardar los alimentos en el frigorífico tan pronto como los lleves a casa. Usa el truco de las dos horas, que consiste en no permitir nunca que las carnes, aves, mariscos, huevos, pescados u hortalizas frescas que requieran refrigeración estén a temperatura ambiente durante más de dos horas.  
• Recuerda consultar las instrucciones de almacenamiento en las etiquetas de tus alimentos, ordenarlos según su fecha de consumo preferente y caducidad y estar alerta a la comida en mal estado. Cuánto más tiempo esté un producto en la nevera más posibilidades tiene de almacenar bacterias y organismos patógenos como la Listeria. 
• Además de controlar la temperatura de la nevera debes seguir pautas marcadas de higiene a la hora de manipular los alimentos. Separa los alimentos crudos de los listos para comer, cocina a una temperatura segura y lávate siempre las manos, las superficies y los productos. 
• Marina los alimentos dentro de la nevera. La FDA advierte que las bacterias pueden multiplicarse rápidamente en los alimentos marinados a temperatura ambiente. Nunca reutilices el líquido de marinado como salsa a menos que lo lleves a ebullición. 
• Limpia con regularidad la nevera y el frigorífico, limpia de inmediato los derrames de líquidos y revisa diariamente las sobras. Mantén los alimentos separados para que fluya el aire, y recuerda que no es bueno llenar los estantes hasta los topes. 
• Verifica las fechas de caducidad y consumo preferente. Cocina primero los alimentos de vida útil más reducida y apuesta por las recetas de aprovechamiento para no tirar comida.