Cuidado con las sobras: 7 alimentos que pueden provocarte intoxicación alimentaria si no los comes enseguida

La comida que queda en el plato o en la olla y se aprovecha para otro día, lo que se conoce como las 'sobras', supone una importante fuente de ahorro de dinero y de tiempo para muchas personas.

No se trata solo de la comida con la que no has podido en un restaurante y pides para llevar, sino también y sobre todo de aquellos alimentos que has preparado en casa y que te pueden salvar varios días si sabes cómo aprovecharlos.

Eso sí, cuando se quiere almacenar y comer sobras hay una serie de normas que conviene conocer, como esperar a que se enfríen antes de refrigerarlas, no dejarlas fuera de la nevera de un día para otro y comerlas dentro de un margen razonable de tiempo.

La clave, claro, está en saber cuánto tiempo puede pasar antes de comer las sobras para no sufrir intoxicación alimentaria, y eso depende de cada alimento.

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Cuándo debes comer cada alimento

No todos los alimentos suponen el mismo riesgo de sufrir intoxicación alimentaria, y de uno a otro pueden variar las formas ideales de conservación o los mejores tiempos para comerlos. Estos son 7 alimentos y 'sobras' que pueden enfermarte en determinadas circunstancias, según informa un artículo de Lifehacker:

Arroz

Cuando se habla de restos de comida, el arroz suele ser uno de los protagonistas. Pero, además, también es uno de los alimentos que pueden convertirse en peligrosos para la salud si no se comen a su debido tiempo.

Una vez que el arroz cocido empieza a enfriarse, las bacterias resistentes al calor se forman lentamente en el arroz, explica el Consejo de Información de Seguridad Alimentaria de Australia.

El problema añadido es que conservarlo en la nevera ralentiza este proceso, pero no lo detiene, como tampoco lo frena meterlo en el microondas o recalentarlo por otro medio. Por eso, se recomienda comer los restos de arroz de forma inmediata, o como máximo en el plazo de uno a tres días.

Pasta

Con la pasta sucede como con el arroz: pueden entrar en juego bacterias como Bacillus cereus, por lo que, al igual que otra comida precocinada, no debe almacenarse en la nevera durante más de dos o tres días.

Patatas

Las patatas tampoco se salvan de ser un alimento potencialmente peligroso si no se come enseguida. Para evitar una intoxicación alimentaria, deben almacenarse en un lugar oscuro, fresco y seco y ser consumidas pronto una vez cocinadas.

Todas las patatas contienen glicoalcaloides en una cantidad pequeña, pero esta es mayor en el caso de los brotes de las patatas y en la piel, si tiene un sabor amargo. Por eso, y como no se destruyen con la cocción, es importante evitar comer los brotes y quitar las partes verdes o dañadas antes de cocinar las patatas, advierte el Consejo australiano.

Marisco

En el caso del marisco, es importante confirmar que procede de un vendedor certificado. Además, los mariscos refrigerados deben comerse en el plazo de 2 a 3 días, mientras que los langostinos y mariscos vivos deben consumirse tan pronto como sea posible después de su compra, informa el organismo.

Si se consume crudo, como sucede con las ostras o el sushi, se debe prestar un especial cuidado en su tratamiento y en la higiene.

Pescado

El pescado puede durar un poco más que el marisco, pero igualmente hay que tener cuidado para no sufrir intoxicación. Conviene comerlo pronto y no dejarlo más de tres días en la nevera si no está cocinado.

Para saber si está bien cocinado, un truco es comprobar que la carne del pez es opaca y se separa fácilmente con el tenedor.

Pollo

El pollo es un alimento frecuente en España y saludable, pero también puede estar expuesto a bacterias tóxicas. 

Para evitar una intoxicación alimentaria por pollo, deben seguirse algunos consejos: no lavar el pollo crudo con agua para no expandir las bacterias (se puede hacer con papel de cocina), limpiarse bien las manos y lavar las superficies cuando se entra en contacto con el pollo crudo, cocinarlo a 75º C y no dejarlo más de tres días en la nevera sin cocinar.

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Hongos

Si los hongos (como champiñones) no se almacenan de forma correcta, pueden deteriorarse rápidamente y causar problemas estomacales después de haber sido recalentados. 

Sin embargo, se pueden recalentar (a 70º C) si han sido almacenados en la nevera durante un máximo de 24 horas, según analiza el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación y recoge The Independent.