Dentro de 50 años podríamos tener la respuesta a cómo se originó el universo

Ondas de gravitación alrededor del agujero negro en la ilustración 3D espacial.
Ondas de gravitación alrededor del agujero negro en la ilustración 3D espacial.

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  • Las ondas gravitacionales dan un sentido más a los científicos para poder detectar fenómenos como agujeros negros, explosiones o colisiones entre estrellas.
  • Una investigación muestra que esas ondas dejan muchos "recuerdos" que podrían ayudar a detectarlos incluso después de que han pasado.
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Si tiras una piedra en una piscina, un lago o incluso un estanque, verás cómo se generan unas ondas circulares que se van diluyendo conforme se expanden. Algo así ocurre en el universo con los planetas, las estrellas y los agujeros negros.

Estas ondas llamadas ondas gravitacionales fueron descubiertas por Albert Einstein, quien en su teoría de la relatividad general dijo que si un cuerpo cambiase de forma bajo la atracción de otro (una estrella que se distorsiona al ser atraída por un agujero negro), se producirían dichas ondulaciones.

Esto ocurre porque los cuerpos del cosmos liberan parte de su masa en forma de energía a través de estas ondas y son detectables porque alteran el espacio-tiempo. Pero no fue hasta el año 2016 cuando fueron detectadas por primera vez.

Ver más allá en la inmensa oscuridad del universo

Cuando en 1916 Einstein formuló su teoría, creía que a pesar de su potencia, estas ondas hechas de energía se originaban demasiado lejos para ser detectadas en la tierra. Pero cien años más tarde un grupo de científicos consiguió llevar la contraria al famoso físico y detectarlas.

Esta hazaña ha sido un hito histórico de la astrofísica moderna, ya que los nuevos descubrimientos se suceden ahora a un ritmo cada vez más rápido. Tiene una explicación.

Un experimento que atraviesa nuestra galaxia detectó los primeros signos de un posible ‘mar’ de ondas en el espacio-tiempo

Antes del descubrimiento, la única forma de obtener más información del cosmos era a través la luz que emitían en diferentes longitudes de onda: visible, infrarroja, ondas de radio, rayos X... 

De este modo, es como si una persona tuviera que encontrar un objeto perdido solo con la vista, sin poder contar con otros sentidos como el oído, el olfato o el tacto. Pero en el universo es como estar en una habitación a oscuras y es más difícil encontrar las cosas a simple vista.

Las ondas gravitacionales dan a la ciencia un sentido más para saber qué pasa allí donde no vemos nada, según explica Quanta Magazine. Este hallazgo dio posibilidades de saber qué hay a nuestro alrededor y vislumbrar peligros como, por ejemplo, agujeros negros aún no detectados.

Lo que pasó un segundo después del Big Bang

Hay una pequeña diferencia entre las ondas que genera la atracción de enormes masas en el universo y la que genera una piedra al caer en un estanque. Las del estanque se diluyen instantáneamente y las del espacio pueden generar unas 'arrugas' que dejan huella de manera permanente.

Las mediciones, hasta ahora, sugerían que cuando las ondas gravitacionales alteran el espacio-tiempo, todo volvía a su longitud normal una vez dicha ondulación hubiera pasado.

Pero un estudio publicado en Physical Review ha revelado que, tras el paso de la onda gravitacional, las partículas afectadas no regresan a su estado original, sino que conservan las alteraciones, con lo que es posible medirlas.

De esta forma, estas marcas en el tejido espacio-temporal del espacio pueden ayudar a detectar ondas gravitacionales incluso después de que hayan pasado. 

Una colisión de agujeros negros reveló algo que los físicos pensaron que nunca podría existir— y descifró un misterio planteado por Einstein hace 100 años

Se podría determinar qué ocurrió en el universo desde la primera fracción de segundo después del Big Bang, algo que la radiación electromagnética no permitía, ya que tan solo se podía divisar lo que ocurrió hasta 400.000 años después del origen del universo.

En una entrevista a El País, el director del observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser (LIGO) yPremio Nobel de Física, Barry Barish, dijo que con esta información se podría dar respuesta a preguntas que la humanidad lleva haciéndose desde siempre.

¿Cómo se originó el universo? ¿Cómo se formaron los primeros átomos? ¿Cuál es el origen de la Vía Láctea? Son interrogantes que Barish cree que la ciencia podrá responder en los próximos 50 a 100 años.

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