Trabajo en 'party hostels' por todo el mundo: limpio habitaciones asquerosas y organizo salidas nocturnas a pubs a cambio de un lugar gratis donde vivir

Taylor Futch, en primer plano.
Taylor Futch, en primer plano.

Cortesía de Taylor Futch

  • Taylor Futch trabaja en 'party hostels' y hace de todo, desde dirigir salidas a pubs hasta atender en la recepción. 
  • Documenta su vida y sus viajes como trabajadora en los 'party hostels' en TikTok para sus 47.000 seguidores.

Este artículo se basa en una conversación con Taylor Futch, una joven de 25 años de Ocala (Florida). El texto se ha editado para darle mayor extensión y claridad.

Mi vida es una sucesión de despedidas difíciles, pero también de bienvenidas que me han cambiado la vida.

Cuando acabé la universidad, mi trabajo consistía en hacer publicidad en redes sociales a través de Upwork. En enero, mientras estaba de vacaciones en Costa Rica, conocí a una chica que viaja por todo el mundo trabajando en party hostels y haciendo pequeños trabajos por el camino.

Siempre había querido hacer algo así. 

Provengo de una pequeña ciudad de Florida donde todo el mundo de mi edad se está cansando y teniendo hijos. Mi familia sabe que eso no está en mis planes ahora mismo, y probablemente no lo estará hasta dentro de 5 años más o menos. Escuchar a la chica contar todas sus aventuras fue el empujón que necesitaba para lanzarme.

Al día siguiente de conocerla, me conecté a Internet y encontré un anuncio de trabajo en Worldpackers para una estancia de un mes en el party hostel Cabana Copa Urban Jungle en Río de Janeiro.

Envié un correo electrónico describiendo mi interés por el trabajo y 3 semanas más tarde, después de conseguir el visado de turista de 90 días, me subí a un avión en Florida y llegué a Río durante la época de Carnaval.

Según las condiciones de mi visado de turista, no podía cobrar por mi trabajo, así que trabajé a cambio de comida y alojamiento en una habitación compartida.

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No tardé en darme cuenta de que me encantaba la vida de los 'party hostels'

Los 'party hostels' son como los hostales normales, pero están pensados para mochileros que quieren disfrutar de la vida nocturna, así como de sus lugares culturales e históricos.

Este estilo de vida me permite ahorrar dinero, ya que nunca gasto porque siempre como y bebo gratis. Y este trabajo me permite conocer a gente fascinante a la que también le gusta viajar y sumergirme en diferentes culturas de una forma que las vacaciones tradicionales no permiten, aprendiendo incluso algunas palabras en otros idiomas.

Considero como parte de mi trabajo relatar mi vida en el hostel para mis 47.000 seguidores de TikTok, porque también me permite desarrollar un perfil profesional para la gestión de las redes sociales.

Cuando estuve atrapada en casa y no podía viajar durante los primeros días de la pandemia del COVID-19, me descargué TikTok porque me aburría, pero en los últimos meses, he intensificado mi actividad en la plataforma. Mis seguidores aumentaron cuando empecé a trabajar en party hostels y a mostrar mi día a día.

He descubierto que TikTok es una forma estupenda de compartir mis experiencias, conectar con la gente e incluso encontrar trabajo. 

Recientemente, he conseguido colaboraciones pagadas con marcas creando contenidos para Hostelworld, que es algo así como la Expedia de los party hostels. De esta manera puedo obtener ingresos a través de códigos de afiliación en otros sitios, como Worldpackers. Mis enlaces de afiliación aparecen en mi biografía de TikTok y en mi Linktree. Ninguna de estas asociaciones ha entrado en conflicto con mis trabajos en party hostels.

He trabajado en 4 party hostels durante este 2022 

Después de Brasil, trabajé durante 2 meses en uno de los party hostels más famosos de Europa, el Rising Cock Party Hostel de Lagos, en Portugal, y allí viví una experiencia increíble. 

Lo mejor fueron los huéspedes y el ambiente en general. Todo el mundo llegaba siempre con una energía divertida y, como es un party hostel muy conocido, siempre estaba lleno. Pienso volver este verano para estar 3 meses.

Pero no todas las experiencias han sido así. Trabajé en un party hostel en Italia, donde no encajaba bien, así que después de una semana y media, lo dejé. El trabajo consistía en llevar sus redes sociales y las expectativas del director no eran realistas en cuanto al tiempo necesario para conseguir seguidores. Como ya tenían a alguien en plantilla que se encargaba de ello, me pareció una enorme pérdida de tiempo y me fui.

En otra ocasión, trabajé para un barco de fiestas en Croacia para llevar también las redes sociales después de que me contactaran por TikTok, pero la microgestión y el ambiente tóxico me obligaron a dejar el trabajo a las 3 semanas.

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Decidí que el destino que saliera sería mi próxima parada. Saqué Guatemala del sombrero, así que he estado trabajando como coordinadora de eventos en el Mellow surf hostel de El Paredón. El pueblo es tan pequeño que hace 3 meses que tiene su primer cajero automático.

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Mi trabajo consiste en conocer a los huéspedes y organizar una serie de eventos nocturnos, como beer pong y trivial pub. Incluso a veces hago de DJ para divertirme.

Futch haciendo de DJ.
Futch haciendo de DJ.

Cortesía de Taylor Futch.

Además de crear contenido en las redes sociales para los party hostels, mi trabajo favorito es organizar rondas nocturnas por los pubs, algo que hice mucho durante mi estancia en Portugal.

Esto es lo que se conoce como pub crawl y consiste en reunir a todos los huéspedes en una zona común por la noche para realizar divertidas actividades previas al juego en las que bebemos y nos conocemos unos a otros. Una vez que todo el mundo ha entrado en calor, dirijo al grupo por unos 4 bares locales.

En unas pocas horas, la gente pasa de ser unos completos desconocidos a ser los mejores amigos. Suelo dirigir 2 pub crawls a la semana y, si no estoy de recepcionista, me apunto a ellos aunque no los dirija, porque son muy divertidos.

Es agotador beber noche tras noche hasta las 4 o las 5 de la mañana y, aunque me encanta conocer gente, la batería social acaba agotándose. Para recargarme y no quemarme, me tomo un tiempo para estar sola. Antes de empezar a trabajar en el party hostel de Guatemala, hice un retiro de yoga y meditación, que me hacía mucha falta.

Los trabajos que menos me gustan del party hostel son la recepción en el turno de noche y la limpieza de habitaciones

En el turno de noche te dejan dormir, pero como la puerta principal del hostel se mantiene cerrada por motivos de seguridad, siempre hay alguien llamando a la puerta para que le dejes entrar, así que al final nunca acabas durmiendo del todo.

Algunos huéspedes llegan después de un largo día de viaje y solo quieren irse a la cama, mientras que otros llegan después de una noche de copas, haciendo todo tipo de ruidos. 

Algunas noches, siento que todo lo que hago es hacer de niñera de gente borracha, diciéndoles que se callen y ayudándoles a encontrar el camino a sus habitaciones o a buscar sus teléfonos o carteras.

Una noche, 5 huéspedes borrachos vomitaron durante mi turno, lo que fue un récord, y sí, tuve que limpiarlo. Son gajes del oficio. Limpiar es otro trabajo que no me gusta, aunque lo hago. Desmontar camas cuando no sabes quién o qué ha estado en ellas no es mi idea de pasar un rato agradable.

Suelo encontrar cosas interesantes mientras limpio las habitaciones del party hostel. Una vez, un huésped defecó en el suelo de su habitación. Por suerte, yo no estaba de limpieza ese turno, porque probablemente habría renunciado. Limpiar la caca de otro es donde yo pongo el límite.

Hasta ahora, he estado en 34 países y he viajado sola a 19 de ellos

Futch escribiendo en su diario de viaje.
Futch escribiendo en su diario de viaje.

Cortesía de Taylor Futch.

Siempre que viajo, tengo una lista de cosas que siempre tienen que venir conmigo: el móvil, el portátil, el dron Mavik-Mini —que cabe en la mochila y hace fotos estupendas—, un trípode, un candado para guardar el portátil y el pasaporte en la taquilla del hostal, y un diario de viaje en el que escribo a diario.

La mayoría de las veces llevo una maleta de mano y una mochila, aunque estoy intentando reducir mi equipaje para llevar solo una mochila.

Uno de mis recursos digitales favoritos es Clear, que me ahorra tiempo en los aeropuertos, y un conversor de divisas para tener siempre acceso a tipos de cambio fiables. He conseguido la mayoría de mis trabajos a través de Worldpackers, pero ahora puedo utilizar mi red de contactos, ya que conozco a gente en party hostels de todo el mundo.

Aunque mi familia apoya lo que hago, se estresan

Postal desde Brasil.
Postal desde Brasil.

Cortesía de Taylor Futch.

Durante mis viajes he hecho muchas con las que mis padres se ponen muy nerviosos, desde hacer puenting en Australia y Suiza hasta comer "pasteles espaciales" en Ámsterdam, perforarme la nariz en Bali y Portugal o hacerme un tatuaje en cada país que visito, incluido uno en la cima de una montaña en Brasil. 

Pero para contrarrestar todo esto, me empeño en llamar a casa todos los días y contarles cómo me va y qué estoy haciendo.

No les oculto nada a mis padres, así que si voy a una rave en la selva, se lo digo, aunque no les emocione. En cuanto a la seguridad, soy precavida, así que por la noche siempre salgo con un grupo y comparto mi ubicación por teléfono con familiares y amigos para que al menos 10 personas sepan dónde estoy en todo momento.

Hace un año, compré una postal y escribí en ella: "Hola mamá, estoy bien". La llevo conmigo y la fotografío en distintos lugares, después se la envío con un mensaje de texto para que no se preocupe, pero, por supuesto, ella no puede evitarlo. La verdad es que, aunque pueda asustar a mis padres, me encanta viajar sola.

Una de las pocas cosas que me asusta es volar, lo cual es irónico teniendo en cuenta el estilo de vida que llevo

Creo que tiene su origen en un vuelo turbulento que hice de niña, pero ha empeorado con los años. A veces acabo teniendo un ataque de pánico en toda regla. Hoy en día, antes de coger un vuelo largo, necesito tomarme unas copas para calmar los nervios.

Pensé que la exposición a volar podría funcionar, pero cuanto más vuelo, peor me parece, lo que me asusta porque no puedo imaginar mi vida sin viajar.

Esta joven pareja dejó su trabajo para viajar por el mundo a tiempo completo: esto es lo que les cuesta y cómo pueden permitírselo

En octubre cumplí 25 años. Al principio, quería hacer algo épico para celebrar este hito, como subir al Volcán de Fuego, uno de los más activos de Centroamérica, pero decidí quedarme en El Paredón. 

Mi cumpleaños cayó en jueves, que es cuando mi hostal celebra su fiesta semanal, así que acabé de DJ. A medianoche, todo el mundo me cantó el "Cumpleaños feliz", y fue la mejor sensación de mi vida.

Justo antes de irme de Guatemala para seguir viajando, me ofrecieron un puesto a tiempo completo en el party hostel durante los 3 meses siguientes como responsable de las redes sociales, coordinadora de eventos y DJ residente. Acepté el trabajo. Dentro de 3 meses, volveré a Europa para participar en el circuito de fiestas en party hostels y barcos.

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