Cómo vivir en una furgoneta sin aire acondicionado ni calefacción, según un hombre que hizo de sí mismo en 'Nomadland'
- Bob Wells, nómada a tiempo completo desde 2008, enseña a la gente cómo vivir en una furgoneta con poco presupuesto.
- Mantener el calor o el frío es uno de los problemas más comunes, explicó Wells a Business Insider.
- Reflectix, una lámina plateada que cuesta a partir de 13 dólares (10,80 euros) el rollo, puede ayudar a regular la temperatura de la furgoneta, señaló.
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Una de las preguntas más frecuentes que le hacen a Bob Wells, que hace de él mismo en la película ganadora del Oscar Nomadland, es sobre la temperatura.
Este nómada de 65 años, que se mudó a una furgoneta después de que un divorcio le dejara sin poder pagar el alquiler en 1995, comentó a Business Insider que la gente que se plantea su estilo de vida suelen preguntarle cómo pueden mantenerse calientes o frescos según la estación del año y su ubicación.
En verano, "el calor se cuela por las ventanas, y en invierno, se escapa", afirma.
Wells lleva viviendo en una furgoneta a tiempo completo desde 2008, tras un breve periodo en una casa; ahora, pasa sus días enseñando a otros cómo vivir en una furgoneta con un presupuesto reducido a través de su blog, CheapRVLiving, y su canal de YouTube, mientras vive en la carretera en una GMC Savanna 4x4.
Courtesy Bob Wells
Para vivir cómodamente en una furgoneta, Wells recomienda a los que se inician en este estilo de vida que compren Reflectix, un aislante reflectante que él describe como "plástico de burbujas de alta resistencia" y que cuesta unos 13 dólares (alrededor de 10,80 euros al cambio actual).
"Si lo introduces en la ventana desde el interior, evitarás que entren los rayos del sol", explica Wells. "Y en invierno, le dará un valor aislante", apunta.
Como ventaja adicional, "nadie puede ver a través de él", señala Wells. "La privacidad es una de las cosas más importantes porque vas a vivir en tu furgoneta. Te vas a duchar en tu furgoneta. Vas a hacer todo dentro de la furgoneta".
Courtesy Bob Wells
Aunque una furgoneta puede no ser tan cómoda como una casa con calefacción y aire acondicionado, Wells siempre dice a los que se mudan por primera vez a una furgoneta que lo que renuncian en comodidad, lo ganan en libertad.
Al reducir los costes asociados a la propiedad de una vivienda, como el alquiler, "rompes el poder del dinero sobre tu vida" y recuperas la capacidad de "tomar tus propias decisiones a diario sobre lo que vas a hacer con tu vida", comenta Wells.
Parece un sueño, pero la vida en furgoneta no fue fácil al principio para Wells.
La primera noche que pasó en su furgoneta, lloró hasta quedarse dormido. Pero a lo largo de los 6 meses siguientes, cuando aprendió a adaptarse a su nuevo estilo de vida, Wells fue realmente feliz.
Por primera vez, dijo, su sueldo iba a parar a su bolsillo, y no al de su casero.
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