La convergencia perfecta al unir arte y sociedad

Las dinámicas en relación al arte por parte de Lexus no se detienen. El pasado viernes 15 de marzo tuvo lugar otro emocionante proyecto de la marca en el espacio Impact Hub, con la participación de decenas de personas y el artista Andrés Sánchez-Ocaña, conocido como Misterpiro.

Este plan tuvo como objetivo trasladar el proceso de creación artística directamente hacia la sociedad madrileña. Los jóvenes participantes, previamente inscritos, tuvieron la oportunidad de sumergirse en el mundo del arte bajo la guía experta de Andrés Sánchez-Ocaña. 

Durante el taller, Andrés les ofreció consejos y asistencia artística, ayudándoles a dar vida a sus pequeños lienzos inspirados en obras que habían visitado previamente esa misma mañana en el museo Thyssen de Madrid.

El proyecto continuará su viaje a través del panorama nacional, atravesando Barcelona y finalizando en Bilbao. Además, esta iniciativa se enmarca dentro del concepto más amplio de "Intangibles by Lexus", una exploración de la intersección entre el arte y la experiencia humana, que desafía nuestras percepciones y nos invita a reflexionar sobre el papel del arte en nuestras vidas.

Hemos hablado con Misterpiro para conocer su origen, su arte y su idea del proyecto con Lexus.

Origen en el graffiti y los murales

Cuando le preguntamos a Misterpiro cuál fue el momento en el que supo que el arte era su destino, su respuesta fue inmediata: “siempre lo he sabido, casi como si naciera con ello”, como una llama que había estado ardiendo en su interior desde siempre. 

Pero fue en las calles donde esa llama encontró su combustible, donde la inspiración residía en los graffitis y murales que adornaban los muros de su ciudad.

Ese amor por el arte callejero le llevó a estudiar Bellas Artes en Sevilla. Pronto, sus creaciones atrajeron la atención de otros, y antes de darse cuenta, se encontraba trabajando en encargos para clientes que reconocían su visión. 

Posteriormente y viviendo en Madrid se convirtió, sin darse cuenta, en artista de profesión. Andrés había cruzado el umbral de aficionado a profesional, y su nombre comenzó a sonar en la escena artística actual.

Hablando de su técnica, Misterpiro nos reveló su amor por la innovación y la experimentación. Aunque su arte ha evolucionado hacia lo abstracto, nunca olvida sus raíces en el arte callejero. Reconoce la importancia de lo figurativo y lo incorpora sutilmente en su obra.

El arte que se acerca a la sociedad

En entrevistas anteriores, había reflexionado sobre cómo los murales han democratizado el arte, liberándolo de la figura del mecenas y haciéndolo accesible para todos. Sin embargo, Misterpiro también reconoce los desafíos que este cambio ha traído consigo.

Misterpiro siente gran pasión por el arte en gran formato como los murales. De ellos, destaca que pueden trascender las barreras físicas y emocionales y que son capaces de democratizar el arte. Aunque, también, suponen grandes desafíos.

La creación de un mural no solo implica la expresión del artista, sino también la interpretación de un público diverso y a menudo crítico. El lugar donde se coloca la obra es crucial, ya que puede influir en cómo es percibida por aquellos que la ven. 

Un mural en un barrio puede evocar emociones diferentes a las que despierta en otro, y el contexto en el que se encuentra puede moldear la experiencia del espectador de maneras inesperadas.

A pesar de estos desafíos, lo que permanece constante en cada mural de Misterpiro es su deseo de transmitir las sensaciones con las que trabaja. Cada pincelada, cada color, cada detalle está impregnado de la pasión y la emoción del artista, invitando al espectador a sumergirse en un mundo de belleza y significado. 

La importancia del arte colaborativo

La sensibilidad de Misterpiro hacia la parte emocional y social del arte es verdaderamente inspiradora. Más allá del aprendizaje técnico, él valora profundamente el aspecto humano y sensitivo de la creación artística. Reconoce que la magia surge cuando se permite que la mente se libere de las limitaciones de lo figurativo y se sumerja en el mundo abstracto de la creatividad.

Misterpiro busca provocar una experiencia liberadora. Quiere llevar a los participantes de este proyecto a un estado en el que la creación fluya sin restricciones, según palabras de él mismo: “Ese momento en el que estás en una llamada telefónica y, mientras, estás dibujando garabatos”.

Este estado de abstracción no solo brinda una sensación de relajación, sino que también promueve la interacción social y el diálogo entre los participantes.

En esta dinámica no solo es crear, sino también conectar con uno mismo y con los demás de una forma auténtica.

El proyecto con Lexus

El proyecto con Lexus es una oportunidad que Misterpiro celebra con humor, relacionándola de forma cómica con la figura del mecenas del pasado. Reconoce con gratitud el papel crucial que empresas como Lexus desempeñan en el mundo del arte contemporáneo.

Agradece sinceramente el apoyo de empresas como Lexus, que no solo brindan una plataforma para que los artistas compartan su trabajo, sino que también facilitan los medios y la logística para que los proyectos se hagan realidad. 

Sin este respaldo, los artistas podrían encontrarse con recursos limitados para llevar sus obras al público, ya sea en forma de murales callejeros o colaboraciones con museos y eventos accesibles para el público.

Durante el Lexus Art Month, se ha hecho evidente que los sectores considerados más industriales no tienen por qué estar alejados del mundo artístico. 

En estos proyectos se reconoce la igualdad que hay en la creación tanto de coches como de obras de arte, donde en ambas coincide la importancia de la creatividad humana en la presentación de nuevos productos que sirven para enriquecer a la sociedad y a la cultura en general. 

Y es que, al final, fabricar coches o crear piezas de arte comparten un espíritu innovador que nos hace avanzar como comunidad.