"En este país nacemos pensando que vamos a tener el mismo nivel de bienestar que han tenido nuestros padres, como si fuese un contrato de perpetuidad. Creemos que hay algo que nos va a salvar la vida, como eso que llamamos pensión pública". 

"Ese es un talón de Aquiles de las familias —y la administración del Estado—. Pero si supiésemos lo que íbamos a cobrar con la pensión que queda, el disgusto de todos sería tal que al día siguiente o hay una revolución o directamente no votamos o montamos otra historia", advierte Alberte Santos, CEO de Evercom en Money Insider: invertir en tiempos de inflación.

En los próximos 20 años se jubilará la generación más conocida como baby boom —que en su traducción significa "explosión de la natalidad"—. Este grupo de españoles nacidos entre 1957 y 1977 representan el 31% de la población ahora mismo, según los datos del INE. Y tendrá que ser mantenido en gran parte por los millennials (1981-1993), que son poco más del 16%.

El punto de tensión máxima se espera en 2050, cuando el número de pensionistas será un 50% superior al que hay ahora mismo, que son 10 millones de españoles, la mayoría por jubilación. 

"Las pensiones se van a reducir mucho", añade Enrique Castellanos, directos del Instituto BME, a las declaraciones del CEO de Evercom. 

"Hay que tomar decisiones muy complicadas y hay que ser muy valiente para tomarlas. No sé si cuadran dentro de la agenda de los políticos, pero, al margen de lo que hagan: ¿qué podemos hacer nosotros para solucionarlo? Ver si puedo ahorrar, prever y hacer un colchón para mi jubilación o mis gastos futuros", reflexiona.

Castellanos cree que "no podemos echar balones fuera" sin pensar qué está en nuestra mano para mejorar nuestra situación financiera. 

"Si luego tengo una pensión estupenda dentro de 20 años, mejor. Pero, de momento, no contemos con que vayamos a tener las mismas pensiones que las que tienen ahora las personas que las están disfrutando", advierte el experto. 

La fe ciega en el sistema de pensiones es el mejor ejemplo de lo que los expertos consideran el verdadero talón de Aquiles de las finanzas personales en España: el cortoplacismo. Esa falta de visión a largo plazo es una práctica que está presente en la gestión del dinero del día a día, y lleva a la gran mayoría a no pensar más allá que en el momento en el que le llega la nómina cada mes. 

"Solo se vive en este momento, en el disfrutar. Ese cortoplacismo es falta de educación financiera. No tenemos en consideración esa necesidad de guardar dinero ni de poner ese ahorro a trabajar", critica Elizabeth Wakefield, asesora financiera independiente y ponente en el evento de finanzas personales de Business Insider España.

Según Castellanos, esa falta de consciencia de la necesidad de ahorrar va de la mano con el consumo inmediato, la posibilidad de financiar prácticamente todo y la esperanza de que, en un futuro, esa bolsa pública salve tu nivel de bienestar. 

"La gente tiene que establecer un equilibrio. No se trata de dejar de disfrutar del día a día. Si nos fijamos un porcentaje del sueldo que va a gastos fijos, otro a gastos variables, ocio, vacaciones, restaurantes, etc. y al ahorro y la inversión, lo que voy a hacer es disfrutar hoy y mañana sin depender de papá Estado, porque quizás papá Estado el día de mañana no está", añade Wakefield.

"Hay que responsabilizarse del dinero, porque forma parte de nuestras vidas", concluye.

Tanto la asesora como el director del Instituto BME, recomiendan hacer una reflexión sobre lo que ingresas y lo que gastas. Ver de dónde puedes recortar para ahorrar para el futuro —o para tener un colchón de emergencias para empezar a invertir—. Y recurrir a un experto para tomar mejores decisiones financieras si quieres poner ese ahorro a trabajar por ti.