El último avance en IA: crean un robot que tiene "conciencia tridimensional" de sí mismo

Robot aprende a imaginarse a sí mismo

Getty Images

Las investigaciones en inteligencia artificial y la robótica siguen fusionándose para llegar a metas aún solo vistas en las películas de ciencia ficción, pero van en la buena dirección. 

Los seres humanos adquirimos consciencia de nuestro cuerpo y creamos una imagen de nosotros mismos desde que somos bebés. Ahora, los robots están siguiendo este ejemplo. 

Un equipo de ingenieros de la Universidad de Columbia, en Nueva York, ha creado un robot que, por primera vez, es capaz de desarrollar una imagen de su propio cuerpo desde cero, sin la ayuda de ninguna intervención humana. 

En un nuevo estudio publicado en Robotics Science, los investigadores han demostrado que su robot generó una imagen cinemática de sí mismo que le permitió planificar sus movimientos, alcanzar objetivos y evitar obstáculos en variedad de situaciones. 

El robot aprende de sí mismo como los humanos cuando somos bebés

Los ingenieros colocaron un brazo robótico dentro de un círculo de cinco cámaras de vídeo en streaming. El robot se observó a sí mismo mientras ondeaba el brazo libremente, y como un bebé mirándose en espejos, el droide empezó a moverse para aprender cómo reaccionaba su cuerpo a varias órdenes motoras. 

Al cabo de unas tres horas, el robot se paró después de haber recabado toda la información entre la relación de sus acciones motoras y el espacio que ocupaba su entorno, almacenándola en su red neuronal. 

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"Teníamos mucha curiosidad por ver cómo el robot se imaginaba a sí mismo", explica Hod Lipson, profesor de ingeniería mecánica y director del laboratorio de máquinas creativas de Columbia. "Pero no se puede echar un vistazo a la red neuronal. Es una caja negra". 

Después de que los ingenieros tuviesen dificultades con técnicas de visualización, la imagen recreada del robot acabó apareciendo. "Era una especia de nube suavemente parpadeante que parecía engullir el cuerpo tridimensional del robot", continúa explicando Lipson. "Cuando el robot se movía, la nube parpadeante lo seguía suavemente". La imagen de sí mismo tenía una precisión de aproximadamente un 1% de su espacio de trabajo. 

El autoaprendizaje para conseguir la autosuficiencia robótica

La habilidad de los robots para aprender sobre la imagen de ellos mismos sin la asistencia de los ingenieros significa un avance significativo para que aprendan de su propio desgaste, incluso de detectar y compensar los posibles daños hacia su cuerpo. 

Los autores argumentan que esta habilidad es importante para que se avance en la autosuficiencia de procesos automatizados, para arreglarse por sí mismos o pedir ayuda, por ejemplo, en el caso de los robots de fábrica

"Los humanos tenemos una clara noción de nosotros mismos", explica el primer autor del estudio, Boyuan Chen, profesor asistente en la Universidad de Duke y líder del proyecto. 

"Cierra tus ojos y trata de imaginarte como tu cuerpo se movería si fueses a hacer algún movimiento, la imagen de nuestro propio cuerpo nos informa del volumen que ocupamos en el espacio que nos rodea, y como ese espacio cambia cuando nos movemos". 

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Estos resultados son el resultado de las décadas que Lipson lleva dedicando a que los robots consigan una autoconsciencia. "La imagen de nosotros mismos es una forma primitiva de autoconciencia", comenta. "Si un robot, un animal o un humano tienen una imagen de sí mismos precisa, pueden funcionar mejor en el mundo, tomar mejores decisiones y tener una ventaja evolutiva". 

Los investigadores son conscientes de los límites, los riesgos y las controversias que rodean a la concesión de una mayor autonomía de las máquinas mediante la autoconciencia. 

Lipson admite que el tipo de autoconciencia demostrado en este estudio es "trivial comparado con el de los humanos, pero hay que empezar por algún lado. Tenemos que ir despacio, con cuidado, para poder cosechar los beneficios y minimizar los riesgos". 

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