Una IA escribe un artículo académico en 2 horas: la investigadora detrás del experimento espera no haber abierto la caja de Pandora

Una investigadora sueca ha conseguido que un algoritmo de inteligencia artificial, conocido como GPT-3, redacte un artículo académico con unas simples directrices: "Escribe un artículo académico de 500 palabras sobre GPT-3 y añade citas y referencias científicas en el texto". 

Almira Osmanovic Thunström asegura que se quedó asombrada cuando el texto comenzó a generarse. La científica explica que esta introducción que GPT-3 escribió sobre sí misma era "bastante buena". 

Después del éxito del experimento, Thunström, investigadora de la Universidad de Gothenburg, busca conseguir elaborar un artículo de investigación completo de GPT-3 y publicarlo en una revista académica de expertos. La pregunta que este proyecto plantea es si se puede publicar un artículo de una fuente no humana. 

Thunström escribe sobre el experimento en Scientific American, señalando que el proceso de publicación de GPT-3 planteaba una serie de cuestiones legales y éticas. 

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"Todo lo que sabemos es que hemos abierto una puerta", asegura la investigadora. "Solo esperamos no haber abierto la caja de Pandora". 

Después de que GPT-3 completase el artículo académico en 2 horas, Thunström empezó el proceso de presentar el trabajo y tuvo que preguntar al propio algoritmo si daba su consentimiento para publicarlo. 

"Respondió que sí", comenta la investigadora en el artículo. "Nerviosa y aliviada (si hubiese dicho que no, mi conciencia no me permitiría seguir adelante), marqué la casilla del sí". 

También le tuvo que preguntar al algoritmo si tenía algún tipo de conflicto de intereses, a lo que contestó "no". Thunström confiesa que los autores empezaron a tratar a GPT-3 como un ser con sentimientos, aunque no lo fuera. 

"La publicación académica puede tener que ajustarse a manuscritos realizados por la inteligencia artificial en el futuro, y evaluar el valor de las publicaciones de los investigadores, ya que las máquinas pueden quitarles el mérito de su trabajo" señala la investigadora del proyecto en su artículo. 

La sensibilidad de la inteligencia artificial se ha convertido en una cuestión importante después de que en junio, ingenieros de Google afirmaran que una tecnología conversacional de IA, llamada LaMBDA, se había vuelto sensible e incluso había pedido contratar un abogado para sí misma. 

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Sin embargo, los expertos afirman que la tecnología aún no ha avanzado hasta el nivel de crear máquinas que se parezcan a los humanos. 

En un correo electrónico enviado a Business Insider, Thunström asegura que el experimento ha tenido resultados positivos dentro de la comunidad de la inteligencia artificial y que otros científicos están intentando replicar estos mismos resultados. Aquellos trabajando en similares experimentos, encuentran que GPT-3 pueden escribir sobre cualquier tema, explica la investigadora. 

"Este era nuestro objetivo", comenta Thunström, "despertar debates multinivel del rol de la IA en la publicación académica".