Crear una cultura de datos tiene que ser algo que se haga desde el propio individuo

Business Solutions para Acceleration

Las empresas manejan cada vez más datos, pero esto puede resultar abrumador e inabarcable pues muchos negocios no cuentan con recursos ni con una cultura corporativa en torno al dato. 

Sobre esto y mucho más reflexiona Javier Oliete es el Managing Director de Acceleration y experto en marketing tech y transformación digital.

En los últimos años y cada vez más, las empresas son capaces de recopilar una mayor información sobre sus procesos y ventas, pero también sobre cómo son sus clientes en el día a día. 

Sin embargo, esto no siempre significa que sean capaces de sacarle el máximo partido. El mundo de los datos puede resultar abrumador e inabarcable para muchos negocios que no cuentan con los recursos ni la cultura ni mentalidad necesarias para poder hacer frente a una herramienta tan útil como compleja. 

Para ayudarles en el camino y guiarles hacia una evolución y crecimiento responsable y sostenible, Acceleration acompaña a las empresas en ese viaje rumbo al futuro.

Javier Oliete es el Managing Director del grupo en España y experto en marketing tech y transformación digital. Él mismo da las claves para analizar la radiografía del mundo actual, las cualidades de los perfiles y las tendencias del sector, así como las claves del mundo que está aún por venir.

Un cambio de mentalidad

Con una evolución vertiginosa de la tecnología, cada vez es más fácil que las empresas puedan almacenar datos para acercarse a la realidad de sus consumidores. Pero esta acción tan positiva de nada sirve si no se hace un buen uso de toda esa información.

“El dato se está poniendo en el centro del negocio”, explica Oliete. Para él, aquellas empresas que tienen una relación directa con sus clientes son las que se han mostrado y se muestran hoy más ágiles a la hora de aplicar este cambio. 

Pero está claro que aún queda un largo camino por recorrer y, para ello, Oliete propone actuar de “arriba a abajo y de abajo a arriba”, simultáneamente, “como una pajarita". Primero, “las empresas necesitan un sponsor que apueste por su transformación y que todo sea data-driven”. En este sentido, hace falta que todos los departamentos se involucren, “desde legal hasta operaciones”, ya que “todos tienen mucho que ver con la explotación del dato”. Después, es necesario hacer ejercicios “en dos niveles”: por un lado, estructurando muy bien el dato y, por otro, evitando trabajar en silos y haciendo que el dato fluya “por toda la organización”.

Este cambio de mentalidad que sitúa al dato en el epicentro de todo tiene que venir dado desde cada uno: “Crear una cultura de datos tiene que ser algo que se haga desde el propio individuo”, quien, para Oliete, de quien debe salir el impulso de la formación y la involucración en proyectos transversales que mejoren el negocio y se trasladen a toda la organización.

¿La polución del siglo XXI?

Al trabajar con datos, a veces se puede caer en algunos errores, como la sobreacumulación de los mismos: así lo comenta Oliete, que apunta que “antes decía que los datos eran la polución del siglo XXI: recogíamos y acumulábamos muchos.”

Ahora celebra que “ya no es tan costoso” ese almacenamiento, aunque siguen presentando el reto de “cómo ordenarlos para que puedan ser aprovechados”. En este ámbito, Oliete señala a una de las herramientas que lo está revolucionando todo a día de hoy: la Inteligencia Artificial. Sobre los datos, “si los tiene bien organizados, puede hacer la interrelación entre las diferentes fuentes de datos” destaca.

Para ello, lo primero que plantea es la diferencia entre datos en profundidad o datos que sean más “horizontales” y destaca la importancia de potenciar las capacidades de las empresas “para combinar diferentes colores de datos” y, así, ser más creativos.

Oliete sugiere que lo mejor para solucionar estos problemas de ruido empieza por ver “el problema de negocio” en sí: “crear un caso de uso pequeño es más importante que montar grandes estructuras que den parálisis por análisis”, explica. “Muchas veces no hace falta hacer más complejo, sino determinar “dónde están esos datos, cómo los puedo combinar y hacer un experimento.”

Para ese tratamiento, es necesario contar con perfiles que tengan las habilidades necesarias para entender y ordenar esta información. De ahí, la importancia que destaca de la capacidad de los matemáticos o los programadores, los nuevos Data Scientists, para “entender la lógica, las reglas, los algoritmos en profundidad…”

Pero además de unas habilidades específicas, este experto pone el foco en la importancia de que toda la plantilla debe estar al tanto de los datos, a todos los niveles: “El tener aversión a conocer lo que se puede hacer lleva a que, muchas veces, esta información se quede en un núcleo muy pequeño de la organización, cuando lo ideal es que “todas las personas que tienen una mirada de negocio puedan tener participación” y proponer las reglas a seguir.

De hecho, si hay algo positivo de la tecnología es que “se democratiza lo máximo posible” y que resulta “habilitadora y capacitadora” para cada vez más perfiles. “No hay que tenerle miedo ni aversión y hay que saber utilizarla con requerimientos éticos”, comenta Oliete.

Ayudando a las empresas a avanzar hacia el futuro

Esos requerimientos, muchas de las ocasiones, estarán relacionados con la seguridad, un tema que ha pasado de ser un tema controlado a ser central “en la mesa de cualquier departamento legal” de una empresa. 

Para el director de Acceleration, se trata de un reto que debemos abordar para conseguir el mejor resultado: “Hay diferentes visiones del dato individual y privado, Europa quiere jugar un papel importante, y tenemos una gran oportunidad de que esto se respete y sea negocio.”

En ese sentido, Acceleration aporta un nuevo valor: el de ayudar a las empresas a ordenar y conectar todas las herramientas y su potencial para que el dato pueda fluir y sacarle el mayor rendimiento. “Añadimos una nueva capa, haciendo estrategias de transformación de las compañías para ser más data-driven”, explica. “Somos un nuevo player que ayuda en la estrategia, pero también en la parte más activa y pegada al negocio.”

Para conseguirlo, Oliete explica que empiezan haciendo de las empresas “una primera foto de dónde estás dentro de la maratón”; a partir de ella, hacen un análisis de cómo están usando la tecnología y el dato y se comparte un “estado de madurez”. A continuación, los especialistas de Acceleration perfilan una estrategia y establecen un roadmap que indica “dónde están los competidores y cómo adelantarles lo más rápido posible”.

Estas estrategias resultan cruciales en el nuevo entorno cookieless que está por venir y que supone un desafío en la información para cualquier empresa. Ante esto, Oliete muestra su motivación: “El reto cookieless lo que nos tiene que llamar a las empresas es a qué tipo de relación tengo con mis clientes: ¿puedo llamarlos por nombre y apellidos?, ¿tengo una relación directa?, ¿cuáles son sus gustos?, ¿qué necesita de mí?”

“Si no puedo responder, no tengo un conocimiento real”, explica. Por ello, y debido a este momento de plena transformación, para este experto hay una cosa clara y es que hay que ponerse a trabajar: ”Hay que tener estrategias claras de conocer a tus clientes, conocer cómo utilizan los productos y de mejorar su experiencia”, sentencia. 

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