Cuando el exceso de trabajo se vuelve un problema de salud

Trabajador estresado

Trabajar duro no es algo malo. Sin embargo, si continuamente sacrificamos el tiempo con la familia, amigos y para nosotros mismo por “hacer una cosa más” del trabajo, socava nuestra efectividad a largo plazo. En definitiva si trabajamos por encima de nuestras posibilidades dejamos de rendir y enfermamos.

Investigadores de Suecia descubrieron que los trabajadores que trabajan continuamente 60 a 80 horas a la semana tienen un mayor riesgo de disfunción neurológica.

Estoy tan ocupado” es el mantra de muchos profesionales. Sin embargo estos  hábitos no los convierten en modelos a seguir por mucho que parezca que quienes los pronuncian son profesionales destacados rendidos a su trabajo. Las consecuencias pueden ser peligrosas para su salud: diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, problemas musculoesqueléticos, depresión, ansiedad, solo por nombrar algunos.

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Es importante reconocer que el trabajo que hacemos moldea nuestra identidad. Cuando hacemos nuestro mejor esfuerzo, nos sentimos bien acerca de la contribución que hemos llevado a cabo y pensamos mejor en nuestras habilidades. Sin embargo, es difícil tener una perspectiva positiva sobre el trabajo y sobre nosotros mismos cuando estamos bajo las presiones de una carga de trabajo incesante.

Lo que agrava el problema de la mala salud es la falta de recuperación laboral. La recuperación del trabajo es el tiempo de inactividad que utilizamos para hacer algo que no está relacionado con el trabajo. La realidad muchas veces no expresada, es que gran parte de los profesionales dedican tiempo después del final de su jornada a avanzar en sus tareas profesionales. Y ponen en marcha un círculo vicioso que alimenta la fatiga y el agotamiento.

Por ello es esencial que los gerentes, empresarios y líderes de empresas y negocios comiencen a ser educados en la importancia del sueño y descaso. Nuestras compañías  y sobre todo nuestros gerentes deben ser sensibles a los signos de fatiga y angustia durante temporadas de picos altos de trabajo o estrés por entregas y plazos.

Exceso de trabajo y enfermedad

Los signos del estrés y el cansancio crónico producido por el exceso de trabajosaltan a la vista. Entre los principales síntomas podemos encontrar: comportamiento irracional, juicio alterado, mayor olvido o despistes, aumento de accidentes laborales, disminución del rendimiento en el trabajo o aumento generalizado de los problemas de salud.

Si algo de esto o la mayoría de dichos elementos han pasado o están dándose en tu lugar de trabajo, en tu equipo o en tu propia persona, entonces deberías comenzar a pensar en un plan que ayude a descargar del estrés a tus trabajadores o que te permita liberarte de la ansiedad y la fatiga que el exceso de tareas te está produciendo.

Según la consultora The Energy Project, las cuatro fuentes de energía que las personas necesitamos para un alto rendimiento son: física, emocional, mental y espiritual y como el fundador de la compañía, Tony Schwartz, añade: “La energía, no el tiempo, es la moneda fundamental del alto rendimiento”.

Cuando nuestras cuatro fuentes de energía se mantienen en equilibro, según Schwartz, podemos participar más plenamente en nuestro trabajo y nuestra vida. De nada servirá ampliar nuestro horario o dedicar horas del fin de semana a adelantar trabajo. Si no logramos desconectar, descansar y recuperar energía esas horas extra de trabajo no servirán de nada porque no podremos ofrecer el máximo de nosotros. 

Cultura de empresa y salud

Por eso empresas punteras como Facebook o HuffPost ya cuentan con salas y capsulas dedicadas a proporcionar a sus trabajadores espacios dedicados a descansos y siestas de unos 10 a 20 minutos con los que superar la fatiga y enfrentarse más despejado a las tareas.

De hecho existen muchas soluciones para poder afrontar y evitar los efectos perjudiciales en la salud de un exceso de trabajo que quizá sean más factibles que poder dormir en nuestro trabajo.

Hacer ejercicio diario, una dieta saludable e incluso la práctica de  meditación puede servirnos a contrarrestar los efectos nocivos del exceso de trabajo. Alejarnos por un espacio de tiempo de nuestras funciones profesionales y dedicarnos el tiempo que necesitamos a nosotros mismos resultará crucial para poder seguir rindiendo y avanzando en nuestra carrera al tiempo que evitará que desarrollemos enfermedades serias.

Dedicar parte de nuestra cultura empresarial a promover hábitos saludables en nuestros equipos y a animarles a realizar ejercicio, deporte o cualquier otra rutina que les ayude a despejarse e invertir en salud, será sin duda un punto fuerte para el conjunto de la compañía.

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