El negocio de los diamantes ya no es tan lucrativo: así es como la mayor compañía del mundo se está desmoronando

Diamante
  • El club de élite que rige el mundo de los diamantes está empezando a desmoronarse.

  • De Beers es una compañía que se dedica a la explotación, talla y el comercio de diamantes.

  • Ser elegido como comprador de De Beers ha sido considerado durante mucho tiempo como el mayor logro de la industria. Sin embargo, las ganancias que antes eran lucrativas ahora están desapareciendo.

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De Beers es conocido como el club de élite que rige el mundo de los diamantes. Y es que durante más de un siglo la compañía con sede en Johannesburgo se ha encargado de vender la mayoría de sus diamantes en bruto a un selecto número de clientes, entre los que desfilan Tiffany & Co, Graff Diamonds y Signet Jewelers Ltd. 

Estos grupos tienen filiales propias en De Beers, lo que les asegura un suministro constante de piedras preciosas. Además, con un privilegio añadido: el haber sido examinadas por ellos mismos.

Pero esto está a punto de cambiar. El negocio de los diamantes está empezando a desmoronarse y con él, el club de élite que lo rige. 

Durante mucho tiempo, ser elegido como comprador de De Beers ha sido considerado como el mayor logro de la industria. Pero, según cuenta Bloomberg, las ganancias que antes eran lucrativas, ahora están desapareciendo.

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En el año 1902, De Beers poseía el 95% de la producción mundial de diamantes. Convertirse en uno de los compradores de De Beers, conocidos como sightholders, era esencial para lograr el éxito y ganar dinero en la industria de estas piedras preciosas. 

Pero el sistema que se originó en la década de 1980, diseñado para beneficiar a los mineros y también a los clientes, ya no puede presumir de ser el mismo. 

"De Beers vende sus joyas a través de 10 ventas anuales en Gaborone, la capital de Botswana, y los compradores tienen que aceptar el precio y las cantidades que se les ofrecen", señala Bloomberg

De esta manera, los clientes reciben los diamantes a un precio de descuento y los mineros también obtienen sus beneficios. Pero el problema está en que este descuento se ha reducido, siendo en algunos casos el precio del diamante más alto que el tipo de cambio vigente. 

Esto ha obligado a los clientes a vender con pérdidas, haciendo evidente que, el que antes era un negocio muy lucrativo, ahora no trae tantas ganancias para los sightholders

Por qué comprar diamantes ya no es tan lucrativo

Las causas del problema en la industria se reducen a dos. Por un lado, es evidente cómo otras ofertas de lujo, como zapatos, bolsos y vacaciones están ganando terreno. Pero por otro, a las empresas que comercian con diamantes, cada vez se les está haciendo más difícil encontrar financiación debido a los fraudes y malos préstamos que han sufrido los bancos. 

A su vez, De Beers afirma que está gastando más dinero en marketing y en demostrar que los diamantes no están alimentando conflictos o abusos de derechos humanos.

Pero lo cierto es que la relación entre De Beers y sus sightholders se está tensando. La empresa mantiene sus elevados precios aunque eso signifique vender menos piedras.

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Aun así, los sightholders también se resisten y se niegan a comprar a los precios actuales.

Como consecuencia, algunas empresas especializadas han quebrado. Por ejemplo, Eurostar Diamonds. El que antes era uno de los mayores compradores de diamantes en bruto, ahora se declaró en quiebra a principios de este año. 

Sus clientes sufren financieramente pero también lo hace De Beers. Anglo American Plc es la empresa matriz de la compañía y, en la primera mitad del año, vio caer sus beneficios en casi un 30%, según cuenta Bloomberg. Incluso las ventas en los primeros seis meses del año fueron por lo menos 500 millones de dólares menores que los tres años anteriores. 

Los márgenes de beneficio de los sightholders son cada vez más reducidos. Antes, los clientes podían optar por un descuento de más del 5% pero ahora estos no superan el 3%. Incluso, en algunos casos este se ha reducido a tan solo un 1%.

Con estos estrechos márgenes de descuento las ganancias de las cajas desaparecen tras pagar un cargo por servicio y honorarios de los corredores. 

Cuenta el eslogan de De Beers que "un diamante es para siempre", pero ¿lo será el éxito de la compañía?

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