Elon Musk, Tom Cruise o Leonardo DiCaprio: los 'deepfakes' afectan también a los famosos

Elon Musk junto a su 'deepfake'.
Elon Musk junto a su 'deepfake'.

Reuters/reAlpha

Desde Elon Musk hasta Tom Cruise, ninguno se salva de ser una víctima más de los deepfakes, los famosos montajes con inteligencia artificial que aparentan ser personas reales, pero no lo son. 

Algunos son más evidentes que otros. Por ejemplo, la firma tecnológica reAlpha subió un vídeo a YouTube de Elon Musk atado a una silla y conversando con la audiencia. No obstante, algunas zonas del cuello y el movimiento artificial de las expresiones faciales son pruebas de que no es real.

Aquí puedes ver este deepfake de Elon Musk:

Ciertos compañías están aprovechando en sus anuncios la proliferación de estos deepfakes para lograr que aparezcan celebridades que, de otra forma, no habrían conseguido. Como Leonardo DiCaprio o Bruce Willis.

Seguramente, esta tecnología incipiente puede lograr que se abaraten los costes publicitarios, ya que no sería necesario contar con la celebridad en cuestión para grabar. Aunque, por otro lado, también entraña un problema que, de momento, parece estar en un limbo legal: la autorización de los protagonistas.

O también todo lo relacionado con la reputación, ya que en caso de no contar con el permiso de la persona implicada, y lanzar una campaña negativa, sí podrían existir consecuencias legales.

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Algo muy parecido ocurrió en el mundo analógico con Woody Allen, que en 2009 apareció en una valla publicitaria de American Apparel, aunque el director no había consentido la aparición. Todo acabó en un juicio que ganó Allen.

En cuanto al mundo digital, los deepfakes son un gran avance en el terreno del aprendizaje automático, aunque también son la puerta de entrada a un mundo de desinformación. Con el perfeccionamiento de las herramientas disponibles, estas copias virtuales pueden constituir un peligro ante la desinformación.

"Ya estamos teniendo dificultades con la información falsa. Ahora tenemos deepfakes, que parecen cada vez más convincentes", ha explicado a Wall Street Journal Ari Lightman, profesor de medios digitales y marketing en el Heinz College of Information Systems and Public Policy de la Universidad Carnegie Mellon.

De momento, Musk no se ha pronunciado sobre su deepfake creado por reAlpha. Además, poco podría hacer el multimillonario, ya que la startup especifica concretamente en su vídeo que es educativo, satírico y cuenta con descargos de responsabilidad.

En este sentido, las personalidades implicadas no suelen denunciar, ya que saben que suelen ser parodias. Por lo pronto, el terreno legal de los deepfakes tiene muchos huecos que rellenar.

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