Este misterioso cuadro de hace 250 años muestra los horrores de la parálisis del sueño

La pesadilla

Detroit Institute of Arts

  • Las personas que sufren parálisis del sueño no pueden moverse ni hablar, aunque se encuentren despiertas, y también pueden padecer aterradoras alucinaciones visuales y auditivas.
  • Un cuadro del siglo XVII del pintor suizo Henry Fuseli plasma precisamente los horrores de esta experiencia: se llama La pesadilla o El íncubo.

Estás despierto y consciente, pero encerrado en tu propio cuerpo: no puedes hacer ningún tipo de movimiento ni tampoco hablar. En ocasiones, percibes a alguien sentado en tu pecho, sientes una presencia próxima o ves una sombra aterradora al lado de tu cama. Si reconoces estos fenómenos, probablemente hayas vivido parálisis del sueño

Desde WebConsultas la definen como un tipo de parasomnia que genera gran angustia y miedo, y que puede producirse cuando la persona está a punto de quedarse dormida, o bien al despertar. Su duración oscila entre unos pocos segundos y varios minutos.

 

La parte más espeluznante son las alucinaciones hipnagógicas, vinculadas a la parálisis de los músculos voluntarios: pueden ser táctiles, visuales o auditivas. Incluyen voces, pasos u objetos inexistentes. Muchas personas sienten que hay alguien cerca de ellos o visualizan una sombra. La han descrito incluso como "despertar con un demonio oprimiéndote el pecho".

La experiencia es tan tétrica que en muchas culturas tiene otros nombres: en México y América Latina la parálisis del sueño se llama "subida del muerto", en Europa se la conoce como "síndrome de la bruja nocturna", en Brasil es la "pisadeira" y en algunos países islámicos es "djinn", palabra que alude a seres fantásticos invisibles que a veces hacen acto de presencia.

En cuanto a su prevalencia en la población, le sucede al menos una vez en la vida a un porcentaje situado entre el 50% y el 60% de la población, mientras que se produce de forma repetida en el mismo individuo en el 3-6% de las personas.

¿Qué cuadro narra los horrores de la parálisis del sueño?

El cuadro de La pesadilla o El íncubo fue pintado en 1781 por el pintor suizo Johann Heinrich Füssli, o como le llamaron los ingleses, Henry Fuseli, cuya obra se encuadra dentro del manierismo no escatima en oscuridad, exagera las formas y apuesta los contrastes de luces y sombras o los colores intensos. 

William Blake dijo de él: “se ha adelantado cien años a la generación actual”. En este cuadro, una mujer dormida está poseída por un íncubo —un demonio que bajo la apariencia de hombre tiene relaciones sexuales con una mujer— mientras que un caballo espeluznante con ojos inquietantes contempla la escena. 

El demonio duda si poseer o ignorar a la mujer, envuelta en una luz de pureza y completamente entregada al descanso sobre el diván. 

La obra contiene los elementos temáticos más emblemáticos del autor: satanismo, horror, miedo, soledad y erotismo, motivos que mucho tiempo después obsesionarían a la vanguardia surrealista y hoy en día, a cineastas como David Lynch. La pesadilla nos acerca a la concepción de lo sublime.

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La disposición es clásica: la parte inferior corresponde a la realidad y la superior a lo soñado, tal como sucede. Los personajes oníricos son lúgubres, exagerados y de tonalidades oscuras, oprimiendo la blancura de la joven desplomada. Su inconsciente es el que provoca la irrupción de lo sublime. 

Se cree que el cuadro es una representación de la parálisis del sueño percibida como una visita demoníaca: así la perciben muchas de las personas que sufren este fenómeno.

Varios factores pueden asociarse a la parálisis del sueño: horarios irregulares, trabajos nocturnos, jet lag o dormir boca arriba. La teoría más aceptada es que se produce una disociación entre los mecanismos que provocan la relajación muscular en el sueño de movimientos oculares rápidos (sueño MOR) y aquellos que mantienen el estado de alerta. 

Si vuelves a tener parálisis del sueño, recuerda —aunque sea como consuelo— que Henry Fuseli lo pintó hace 250 años, y que todos esos demonios y presencias fantasmales no pueden hacerte daño.

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