Esta es la tecnología que usó el CNI para atrapar a Puigdemont

Christiane Drummond
| Traducido por: 
Esta es la tecnología que usó el CNI para atrapar a Puigdemont

Desde que Carles Puidgemont se subió al coche con matrícula belga en Finlandia para recorrer las carreteras europeas hasta llegar a Bélgica 12 agentes empezaron a acompañarle en su viaje de manera remota, facilitándole información a las autoridades alemanas que finalmente lograron detenerle tras cruzar la frontera desde Dinamarca.

Llevaban meses vigilando cada movimiento del político catalán exiliado, pero desde que el juez Llarena reactivó el día 23 la aplicación de la eurooden el CNI desplegó un plan para atrapar a Puigdemont donde la tecnología jugaba un rol clave.

Puigdemont cometió el error de abandonar Bruselas para viajar a Copenhague y acudir a un debate en la universidad de la ciudad el 22 de enero; después continuó su viaje hasta Ginebra, donde participó en un debate y acto en la ONU entre el 17 y 21 de marzo; la última parada antes de volver a Bélgica la hizo en Helsinki, donde paso el 22 y 23 de marzo para impartir unas charlas.

Con el objetivo de volver a su guarida en Bruselas, Puigdemont se subió a un Renault Espace y, junto a otras 4 personas, empezó a recorrer la ruta más directa de vuelta. Lo que no sabía es que le esperaban en la frontera de Alemania, donde finalmente fue detenido en la ciudad Schuby por los agentes alemanes, informa El Mundo.

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La detención de Puigdemont no habría sido posible sin la estrecha colaboración entre la Oficina Federal de Investigación Criminal Alemana, la Policía Nacional española y el CNI, y habría sido una operación mucho más compleja si no fuera por la tecnología.

Los agentes del CNI habían colocado una baliza – un pequeño localizador GPS del tamaño de una moneda basado en tecnología Bluetooth – en el coche en el que viajaba Puigdemont; sabían exactamente por donde pasaba y le retransmitieron la ubicación del político catalán a las autoridades alemanas, que esperaban pacientemente su llegada por la frontera con Dinamarca.

Además de usar la información aportada por la baliza, el CNI también le siguió la pista a Puigdemont gracias a la geolocalización de su móvil que, pese a hacer un uso reducido y cuidadoso del mismo, continuaba siendo útil para localizarle.

El uso de las balizas de seguimiento por la policía está regulada en España por la reforma de la LECrim LO 13/2015, que establece que los agentes deberán informar a las autoridades judiciales en un plazo de 24 horas para que estos aprueben la medida a fin de que la información aportada por el localizador GPS sea útil a efectos jurídicos.

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