Goirigolzarri quiere que Bankia siga su camino hacia la privatización, pero sin "prisa"

“El modelo actual de Bankia no está en discusión”, ha dicho el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, respecto a la gestión de la entidad y el futuro de Bankia. El calendario establece que la entidad se privatice a finales de 2019 y Goirigolzarri considera que no hay “prisa” para la privatización, pero rechaza la idea de que la entidad se mantenga pública. 

“Bankia tiene un 60% de propiedad pública a través del Frob, pero los gestores de Bankia tenemos un mandato muy claro gestión profesional e independiente para generar valor a nuestros accionistas”, ha dicho el banquero en el seminario La economía ante el blockchain organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander.

“A 20 meses del cierre del plazo creo que tenemos tiempo para todo, para privatizar más o para cambiar el plazo, no tenemos agobios. Creo que cambiar el plazo año y medio antes no es necesario", ha dicho.

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Además, ha añadido que es "bueno" que institucionalmente haya una referencia sobre cuándo termina el plazo para privatizar la entidad. Aunque es cierto que es un plazo que el Gobierno puede cambiar, pero que "ya habrá tiempo" para modificarla en función de cómo evolucione la situación. 

No quiere que Bankia sea como el BEI o el ICO 

El presidente de Bankia ha señalado que al hablar sobre banca pública hay que diferenciar entre dos modelos: bancos de desarrollo, donde entrarían entidades como el Instituto de Crédito Oficial o el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

“El ICO ha jugado un papel anticíclico muy importante en esta crisis. Me parece que profesionalmente dirigido y objetivos claro cumple un papel económico y social muy importante”, ha dicho Goirigolzarri, aunque ha criticado que cuando decidió tomar el papel de los bancos comerciales se metió en “grandes problemas”. 

Cuando se habla de la banca pública, Goirigolzarri además ha señalado que se suele hablar de que una banca pública tiene que jugar un papel contracíclico en el crédito. “Nunca he entendido muy bien a qué se refiere”, ha apuntado para preguntarse retóricamente que si una banca pública tiene por ejemplo que dar crédito a quien nadie se lo da, quien pagaría las provisiones de esto.

A lo que ha añadido que también le genera dudas cuando se habla de banca pública de cómo medir el denominado interés público y a qué se refieren estas métricas.