La aerolínea de bajo coste Norwegian entra en concurso de acreedores acumulando una deuda millonaria

Cristian Reche
| Traducido por: 
Varios aviones de Norwegian en el aeropuerto de Arlanda, en Estocolmo (Suecia)

Norwegian, la compañía noruega de bajo coste que está inmersa en concurso de acreedores y se juega su futuro en los próximos meses, mantiene una deuda con empresas españolas que supera los 1,7 millones de euros (más de 17,3 millones de coronas noruegas).

Es la cifra que se desprende de la documentación depositada en los juzgados de Irlanda, país en el que la compañía se ha refugiado para proteger sus activos. En concreto, la aerolínea se ha sometido a un proceso conocido como examinership, que le blinda frente a reclamaciones de acreedores durante unos meses en los que puede aprovechar ese oxígeno para reestructurarse.

El proceso de protección de activos sigue su curso. Se espera que Norwegian lo supere y siga operando, aunque para ello necesitará recaudar capital por, al menos, 4.500 millones de coronas (439 millones de euros) en nuevas acciones. El gobierno de Noruega ya ha dicho que está dispuesto a contribuir con 1.500 millones de coronas.

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Siguiendo con la documentación consultada, Norwegian mantiene deudas con empresas del sector turístico como el gestor aeroportuario Aena o el proveedor tecnológico Amadeus. A ambas compañías se une también la aerolínea Iberia y hoteleras como Iberostar o Axor.

El porcentaje total de las deudas de las firmas mencionadas, junto a otras empresas más pequeñas (la consultora especializada en el sector aéreo ICTS Hispania, Canon España, Edreams la filial española de Groundlink o la patronal de las agencias de viajes ACAVE, entre otros), representa un volumen pequeño de dinero si se compara con el total del dinero debido a los acreedores: 162 millones de euros, 1.662 millones de coronas noruegas (NOK) al cambio. 

Sin vuelos de largo radio en España

Trabajadores de Norwegian protestan frente al Parlamento noruego en Oslo, en noviembre de 2020.
Trabajadores de Norwegian protestan frente al Parlamento noruego en Oslo, en noviembre de 2020.

A la espera de que se resuelva su futuro, la cotizada noruega ya ha tomado algunas decisiones que afectan a la operativa española. La más importante ha sido eliminar, de momento, los viajes de largo radio en todo el mundo y centrarse en su país madre.

El anuncio se conoció el pasado 14 de enero. La situación económica de Norwegian, agravada por la caída generalizada de la demanda del tráfico de pasajeros por culpa de la crisis sanitaria del coronavirus, le obligaba reducir a la mínima expresión su negocio mientras completaba la reestructuración de su deuda.

En España, la decisión de Norwegian restó vuelos a Barcelona, lo que inevitablemente se tradujo en reducción de plantilla. Las fuentes consultadas indicaron en un primer momento que el menor número de trayectos a la capital catalana conllevaría el despido de 485 trabajadores. Desde dicho anuncio no han trascendido más novedades.

Tampoco se conoce cuál es la situación de parte de sus filiales españolas. Las sociedades Norwegian Air Resources Spain, Red Handling Spain y Red Maintenance Spain han entrado en preconcurso de acreedores, procedimiento que les proporciona hasta seis meses para renegociar sus deudas y redimensionar su tamaño.

 

 Artículo original deEconomía Digital

 

 

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