Jesús Gil puso en peligro la seguridad nacional al presentarse en Ceuta y Melilla: El Pionero estrena su último capítulo en HBO

Sofía Sánchez
Gil a la salida de los juzgados.
Gil a la salida de los juzgados.
  • Gil llegó a ser una amenaza para la seguridad de todo el Estado por las candidaturas que su partido presentó a Ceuta y Melilla.
  • Antonio Rubio, periodista de investigación, detalla en el tercer capítulo de El Pionero de HBO cómo sus candidaturas pudieron poner en riesgo la relación diplomática con Marruecos.
  • El Pionero, la serie documental de HBO, estrena este domingo su cuarto y último capítulo.
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Este domingo se estrena el último capítulo de El Pionero, en HBO. La serie documental sobre la vida y obra de Jesús Gil, el controvertido empresario y político que gobernó la ciudad de Marbella, explicará en su último episodio cómo murió Gil y el estallido de toda la Operación Malaya.

Pero antes de ello, la serie destaca en su tercer capítulo, disponible desde hace días, cómo el polémico Gil fue algo más que un clarividente ejemplo de la corrupción cañí en España. Con las candidaturas de su partido político en Ceuta y Melilla, Gil llegó a poner en peligro la seguridad nacional.

Lo detalla el periodista Antonio Rubio, presidente de la Asociación de Periodistas de Investigación, que siguió de cerca todas las corruptelas de Gil en el Consistorio marbellí y en el Atlético de Madrid cuando el club de fútbol estaba dirigido por su cuestionada figura.

GIL llegó a gobernar Ceuta, la ciudad autónoma, entre el año 99 y 2001. El Grupo Independiente Liberal, cuyas siglas se correspondían así con el apellido de su fundador, presentó como candidato a un 'extraño' para los vecinos de la urbe: un marbellí que no conocía la ciudad. Antonio Sampietro.

Consiguió gobernar esos dos años y su homólogo llegó a tocar poder, lo que provocó que los servicios secretos españoles se echasen las manos a la cabeza, así como el propio Gobierno central y las autoridades diplomáticas del país.

Pero, ¿por qué?

La clave: las tensas relaciones diplomáticas con Marruecos

Aunque las relaciones diplomáticas con Marruecos aparentemente son buenas, las tensiones entre el país europeo y el africano son constantes. Contrabando, narcotráfico, presión inmigratoria... Son varios los factores que obligan a España, como puerta de entrada a la Unión Europea, a mantener contento al reino alauita.

Esto hace cerca de 20 años era todavía incluso más evidente. Tanto, que como según recuerda Rubio en el tercer episodio de El Pionero, en HBO, existió el fundado temor a que la victoria política del GIL en las ciudades autónomas enturbiasen las relaciones con el país vecino.

Por supuesto, la Monarquía marroquí ni siquiera reconoce la soberanía de ambas ciudades autónomas. En todo este marco se puede comprender mejor la expresa visita del entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, a un joven Mohamed VI que acababa de ascender al trono tras la muerte de su padre, Hasan II.

Así, Gil llega "a ser una amenaza para la seguridad del Estado, porque se podían poner en riesgo dos ciudades tan importantes como Ceuta y Melilla para la seguridad del conjunto del Estado. Marruecos es un lugar complicado y las relaciones que España ha mantenido con él se han tenido que manejar con mucho tacto".

"Ceuta y Melilla son dos plazas en el norte de África, dos elementos de contención de la inmigración. Todo esto puesto en manos de gente que solo quiere un crecimiento económico puede ser realmente complicado", detalla Rubio.

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