ERTE

Camarera de un bar en Barcelona
  • El Expediente de Regulación Temporal de Empleo, más conocido como ERTE, es un mecanismo que utilizan las empresas que tienen problemas económicos, y que consiste en suspender temporalmente el contrato de trabajo.
  • Así afecta un ERTE a los trabajadores, estas son sus características y los tipos que hay.
  • Si quieres entender cómo funciona la economía, la tecnología, el mundo empresarial y descubrir el significado de la mayoría de conceptos que escuchas cada día, no te pierdas nuestra sección Qué es.
  1. ¿Qué es un ERTE?
  2. Cuánto dura un ERTE
  3. Qué tipos de ERTE hay
  4. Cómo afecta al trabajador y cuánto cobra
  5. Causas que justifican un ERTE
  6. Diferencias entre ERTE y ERE
  7. Ejemplos: casos prácticos para entenderlo mejor

¿Qué es un ERTE?

El Expediente de Regulación Temporal de Empleo, conocido popularmente como ERTE, es un mecanismo legal al que se pueden acoger las empresas que tienen problemas económicos.

El objetivo del ERTE es reducir o suspender de manera temporal los contratos de trabajo, hasta que la situación económica mejore y pueda regresar a la normalidad.

Las empresas sólo pueden aplicar el ERTE durante un tiempo determinado. Además, los trabajadores deben regresar a su puesto con las mismas condiciones que tenían antes.

Este instrumento se volvió esencial durante la pandemia de coronavirus. Las empresas afectadas por las restricciones sanitarias recurrieron al mismo para ahorrar en una época de baja demanda, mientras que los trabajadores cobraban un subsidio hasta volver a su trabajo.

Cuánto dura un ERTE

No existe un tiempo máximo ni mínimo para la aplicación del ERTE, según estipula el Real Decreto 1483/2012, de 29 de octubre, que es el que regula los despidos colectivos.

Las empresas tienen derecho a poner en marcha un ERTE durante el tiempo que consideren necesario. Eso sí, deben avisar a los trabajadores afectados sobre la duración del mismo, aunque después haya prórrogas.

Qué tipos de ERTE hay

No sólo existen los ERTE de suspensión de contrato. Resulta importante conocer los tipos que hay por si en tu empresa aplican uno.

Estos son los 2 tipos de ERTE principales:

  • ERTE de reducción de la actividad: la empresa reduce la jornada laboral de los trabajadores durante un tiempo determinado; la jornada se puede reducir entre un 10% y un 70%. Los trabajadores recibirán una prestación que compense la pérdida de salario.
  • ERTE de suspensión: la empresa suspende de forma temporal el contrato de los trabajadores, que volverán a su puesto cuando la situación mejore. Mientras tanto, cobrarán una prestación.

Cómo afecta al trabajador y cuánto cobra

El trabajador afectado tendrá que abandonar su puesto y responsabilidades durante el tiempo que la empresa estime oportuno.

En ningún caso podrá trabajar si se trata de un ERTE de suspensión. En caso de que la empresa lo pida, estará cometiendo un fraude.

La Seguridad Social es la encargada de abonar una prestación al trabajador. La ayuda será del 75% de la base reguladora durante los primeros 6 meses, y del 50% durante el tiempo restante.

Si el ERTE se justifica por causa de fuerza mayor, el empleado no consumirá tiempo de paro. En caso contrario, sí que lo hará. Una causa mayor fue, por ejemplo, la crisis sanitaria del coronavirus.

Durante estas situaciones, los profesionales afectados cobrarán en cualquier caso una prestación, aunque no hayan cotizado lo suficiente. Pero si se trata de una causa menor y no cumplen los requisitos para cobrar el paro, no tendrán derecho a ayuda.

Causas que justifican un ERTE

Es importante conocer las causas que justifican un ERTE para así saber si la empresa está actuando según la ley.

Estos son los motivos que pueden dar lugar a un ERTE:

  • Causas de fuerza mayor: son aquellas que no puede controlar la empresa, ya que dependen de elementos externos, por ejemplo, una catástrofe natural o una guerra.
  • Causas económicas: se produce cuando la empresa tiene problemas de solvencia; para ello tiene que haber una pérdida de ingresos durante 2 trimestres seguidos. Esto se compara con el mismo período del año anterior.
  • Causas técnicas: se produce cuando la empresa quiere o necesitar aplicar cambios en los elementos de trabajo.
  • Causas organizativas: la empresa necesita cambiar la forma de trabajar y reestructurar algunos departamentos, así que recurre al ERTE para que sea más sencillo.
  • Causas productivas: la demanda de los productos de la empresa ha caído drásticamente, aunque no haya necesariamente una pérdida de ingresos.

Diferencias entre ERTE y ERE

¿Cuáles son las diferencias entre un ERTE y un ERE? Seguro que alguna vez te has hecho esta pregunta.

Aquí tienes las claves que debes saber:

  • Un ERTE se aplica en crisis temporales, mientras que el ERE tiene lugar cuando la empresa sufre una crisis grave de solvencia.
  • El ERTE no da derecho a indemnización por despido, y además debe justificarse según otras causas, existiendo tipologías diferentes. Con un ERE el trabajador sí que cobrará una indemnización.
  • La principal similitud entre un ERTE y un ERE es que ambos dan al trabajador derecho a cobrar el subsidio por desempleo.

Ejemplos: casos prácticos para entenderlo mejor

Comprender cómo funciona un ERTE puede ser complicado, sobre todo si nunca te has enfrentado a esta circunstancia. Lo mejor en estos casos es ilustrar con un ejemplo.

Este es un caso típico de ERTE:

  • Una empresa sufre problemas económicos desde hace meses, ya que ha caído la demanda de sus productos.
  • Después de varios intentos de solventar la crisis, decide poner en marcha un ERTE por causas económicas. 
  • La empresa justifica sus pérdidas ante la autoridad laboral: los últimos 2 trimestres han caído en ingresos respecto al mismo período del año anterior, por lo que quiere reducir la jornada de algunos trabajadores y suspender temporalmente el contrato de otros. 
  • Cuando la situación económica sea algo mejor, estos trabajadores volverán a sus puestos con las mismas condiciones que tienen en este momento.
  • La autoridad laboral da el visto bueno al ERTE. Así que los trabajadores con suspensión de contrato cobrarán el 75% de la base reguladora durante 6 meses, mientras que aquellos con reducción de jornada tendrán una prestación que compense parte del sueldo que dejan de recibir.
  • La empresa continúa con su labor durante varios meses, aprovechando la menor carga salarial para plantear otras estrategias.
  • Una vez ha conseguido solventar la situación, los trabajadores con reducción de jornada pasan de nuevo a la jornada completa, mientras que los que estaban en un ERTE con suspensión de contrato regresan a su trabajo, cobrando lo mismo que antes y en idénticas condiciones. Si no se cumple esto, podrían reclamar ante la justicia.

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