Riesgo

El riesgo financiero se refiere a la incertidumbre en la evolución de un activo.

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  • El riesgo financiero se refiere a la incertidumbre en torno a la evolución de un activo, que puede provocar que una inversión ofrezca un rendimiento peor del esperado.
  • Aunque hay algunas medidas que pueden paliarlo, no existe ninguna inversión exenta de riesgo.
  • Si quieres entender cómo funciona la economía, la tecnología, el mundo empresarial y descubrir el significado de la mayoría de conceptos que escuchas cada día, no te pierdas nuestra sección Qué es.
  1. Qué es el riesgo en inversión
  2. Qué clases de riesgo existen en la inversión
  3. Cómo se puede lidiar con el riesgo en la inversión

Qué es el riesgo en inversión

Probablemente, el riesgo es la principal barrera que puede encontrar una persona a la hora de invertir. Por definición, ninguna inversión es totalmente segura, dado que cualquier activo lleva una serie de riesgos asociados.

El concepto de riesgo financiero hace referencia a la incertidumbre existente en torno a la evolución de un activo, en el sentido de que una inversión puede ofrecer un rendimiento diferente al esperado.

Esta falta de certidumbre es un factor que puede jugar tanto a favor como en contra del inversor, según el valor de la inversión sea al alza o a la baja.

Qué clases de riesgo existen en la inversión

Hay distintas tipologías de riesgo que es importante que valores antes de contratar un producto financiero. Estos son los más importantes:

Riesgo de mercado

Vinculado con el entorno macroeconómico, este es uno de los riesgos más comunes. Aspectos como los cambios fiscales y regulatorios, junto con otras tendencias globales, pueden tener un impacto considerable sobre el valor de una cartera. Entre estos riesgos de mercado, se encuentran los relacionados con el cambio de divisa, dado que operar con una divisa distinta a la local implica exponerse a la volatilidad en su valor. Esta tipología también incluye el riesgo de que los tipos de interés aumenten o disminuyan en un momento no deseado. Estas variaciones influyen en productos como los bonos e incluso en las acciones, además de repercutir en las hipotecas.

Riesgo de liquidez

La liquidez se refiere a la facilidad con la que un producto puede ser comprado o vendido en el mercado. Cuando más rápido puede convertirse en dinero, más líquido se considera. Sin embargo, determinados activos son eminentemente ilíquidos, como los inmuebles y las participaciones en empresas no cotizadas. Si un inversor cuenta con activos de este tipo, debe ser consciente de que no le resultará fácil venderlos de un día para otro. Así, tendrá que contemplar este riesgo en sus previsiones.

Riesgo de crédito

Se produce cuando una persona, una empresa, una institución o incluso un país en el que se ha invertido deja de tener la capacidad de cumplir con sus obligaciones de pago. De esta forma, el riesgo de crédito va ligado a la posibilidad de que tenga lugar un impago de la deuda. En el caso de los bonos, podría provocaría que los tenedores no reciban los intereses que esperaban, con la consiguiente disminución de valor o incluso pérdida del mismo.

Cómo se puede lidiar con el riesgo en la inversión

No cabe duda de que el riesgo es el precio a pagar por una inversión, puesto que no existe rentabilidad exenta de él. Pese a ello, hay algunas medidas que puedes aplicar para reducir el riesgo en la medida de lo posible:

  • Analizar los activos: reunir la mayor cantidad de información posible sobre los activos de inversión, así como de la rentabilidad que pueden ofrecer, es el primer paso para controlar el riesgo.
  • Anticipar escenarios: conocer los últimos cambios que se producen en el mercado y en el ámbito tecnológico ayudan a construir una estrategia más sólida y a tomar mejores decisiones
  • Diversificar: la cartera debe estar equilibrada, con la diversificación como uno de los principios fundamentales de la inversión.
  • Medir los resultados: evaluar y realizar un seguimiento de la inversión es fundamental para afianzar la estrategia.
  • Utilizar herramientas específicas: existen algunos instrumentos que facilitan la gestión del riesgo financiero, como los seguros.

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