Comprar petróleo barato para venderlo más caro en el mercado de futuros, la táctica que ha salvado a los gigantes del crudo del golpe del coronavirus

Unas gotas de petróleo
  • Las operaciones de compra venta de crudo han permitido a os gigantes del petróleo, Royal Dutch Shell y Total, salvar el trimestre del batacazo del coronavirus y la caída de los precios de las materias primas.
  • La caída de la demanda energética por la crisis del coronavirus y la guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia, propició un tipo de comercio llamado contango al que recurrieron Shell, Total o BP.
  • El contango consiste en llenar los almacenamientos en tierra y los petroleros con crudo barato y venderlo, en paralelo, en el mercado de futuros a precios más altos. Para una petrolera con gran infraestructura logística y de almacenamiento es, casi, dinero fácil.
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Los gigantes del petróleo, Royal Dutch Shell y Total, han esquivado el golpe del coronavirus y la caída de los precios del crudo en el segundo trimestre del año y lo han hecho gracias a las operaciones de compra venta de petróleo. Si bien ninguno de los grupos detalló cuánto ganaron de estas operaciones comerciales, sí les permitieron contrarrestar el histórico desplome de los precios del crudo de abril. 

Los inversores estaban atentos al impacto de la pandemia sobre el negocio de las compañías energéticas, tanto por la caída de precios del petróleo y el gas como por la depreciación del valor de sus activos. El beneficio ajustado de Shell se situó en los 638 millones de dólares (542,7 millones de euros) en el segundo trimestre, un 82% menos en términos interanuales pero por encima de las estimaciones de los analistas.

Mientras, Total obtuvo un beneficio de 126 millones de dólares (107,2 millones de euros), frente a las pérdidas pronosticadas de 443 millones de dólares (376,8 millones de euros). Ambas cifras excluyen los miles de millones en amortizaciones sobre el valor de los activos de la dos compañías por la caída de los precios del petróleo y el gas.

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Shell, Total o BP, las tres compañías gestionan grandes negocios de comercialización de petróleo que superan los 25 millones de barriles de crudo diarios. La caída de la demanda de crudo por la crisis del coronavirus y la guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia, propició un tipo de comercio llamado contango que consiste en llenar los almacenamientos en tierra y los petroleros con crudo barato y venderlo, en paralelo, en el mercado de futuros a precios más altos. Para una petrolera con gran infraestructura logística y de almacenamiento es, casi, dinero fácil.

Shell esquivó el batacazo “sacando ventaja de los arbitrajes abiertos en partes poco habituales del mundo y trabajando con una información de mercado tremendamente vital”, señaló el CEO de Shell, Ben van Beurden a Bloomberg. El directivo puso de relieve las operaciones de contango con el Brent, el índice de referencia internacional.  De hecho, es probable que el grueso de los ingresos de refino y comercialización de la compañía, del orden de 1.500 millones de euros, provengan de este tipo de comercio.

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Algo parecido ocurre en el caso de Total, que obtuvo beneficios gracias “al mejor rendimiento de la negociación”, apuntó el CEO de la petrolera, Patrick Pouyanne. Y el contango también salvó las cifras de la división comercial de Equinor ASA, que ganó 1.000 millones de dólares en el segundo trimestre del año. Aún así no todas las petroleras pudieron mitigar el impacto de la caída de la demanda y los precios del crudo. 

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