No soy jugador de PC pero me he comprado la Steam Deck y, a pesar de que me he sentido un usuario beta y hay mucho que depurar, me ha dejado francamente sorprendido

Siempre me han gustado mucho los videojuegos, pero a lo largo de toda mi vida he optado por dispositivos más cerrados, con un hardware específico y concreto y nunca me he calentado mucho la cabeza. 

Es decir, he optado desde siempre por consolas de sobremesa de Nintendo, Sony o Microsoft y lo cierto es que nunca he sido jugador de PC. 

Me parece un mundo algo más complicado porque considero que tienes que ser un poco manitas para dar con un ordenador que cumpla con lo que tú quieres. Sí, hay equipos montados específicamente para gaming, pero siempre se ha considerado mejor montártelo por partes para conseguir un rendimiento más alto y depurado. 

Es por ese motivo por el que nunca he sido un jugador de PC... hasta ahora. 

Cierto que tiene algo de trampa, puesto que no es un salto completo a la piscina. No he comprado un PC, pero lo que sí que he hecho es comprarme la Steam Deck, esa portátil PC de Valve que actúa como mini ordenador portátil y hardware más cerrado para jugar a videojuegos. 

Le he estado dando vueltas sobre cómo enfocar este texto. Al final, análisis sobre la máquina de la compañía americana hay en todas partes, como la de los compañeros de Hobby Consolas, dondehablan sobre todo el apartado técnico y las sensaciones a los mandos, por lo que era un poco complicado dar una visión algo diferente. 

Al final he optado por dar la opinión de Steam Deck desde la óptica de alguien que nunca ha tenido un PC y que siempre ha tenido un hardware más cerrado.

Es decir, la experiencia de usuario menos experimentado ante un hardware que da mucho juego, pero con el que tienes que saber trastear para sacarle más partido, los problemas del día a día por un software que constantemente está evolucionando y que te hace sentirte como una especie de usuario beta, así como aspectos menos habituales. 

¿Preparado? Aquí tienes mis opiniones sobre Steam Deck tras casi un mes de uso con la máquina de Valve. 

Un montón de juegos actuales y grandes clásicos al alcance de tu mano, aunque toca mejorar mucho la información relativa sobre si funciona o no en la máquina. 

Antes de entrar en detalle, hay que dejar algo claro: no todo el catálogo de Steam funciona en Steam Deck. 

Sí, es cierto que cada pocos meses Valve actualiza la lista de juegos que funciona bien en su máquina y los últimos datos, de septiembre de este año, hablan de más de 5.000 títulos compatibles. 

Hay un sinfín de títulos tanto nuevos como grandes clásicos que tienen un comportamiento ejemplar: God of War, Elden Ring, los clásicos de Tomb Raider, Spider-Mano Bioshock, por citar algunos. 

¿El problema? Que aunque tenga potencia suficiente para mover lo que sea, hay clásicos u obras más actuales que no funcionan por problemas de compatibilidad con el software: Total War: Three Kingdoms, Batman Arkham Knight o S.T.A.L.K.E.R., por ejemplo. 

La compañía americana ofrece 4 categorías: verificado, que funciona a la perfección en la máquina; compatible, que tiene algún posible defecto, pero se puede jugar; no compatible, que como podrás imaginar, no funciona en la portátil; y un interrogante, que representa que no ha pasado por la mesa de pruebas de Valve. 

Con respecto a esta última categoría, es la más conflictiva: puede funcionar o puede que no y lo cierto es que te la puedes jugar, comprar algo que te apetece y que luego no arranque. 

El problema es que no se da en juegos clásicos o con más tiempo en el catálogo, sino que ocurre en títulos nuevos. Por ejemplo, acaba de salir Triangle Strategy y tiene esté símbolo. Lo normal es que funcione correctamente, pero al final es lanzarte a la aventura o ponerte a investigar por foros para ver si hay algún valiente que lo ha probado y da su opinión. 

Eso sí, el sistema de devolución de Steam es tan bueno, que realmente tampoco da miedo probar, ya que puedes devolverlo sin ningún tipo de problema si cumples los requisitos. 

Otro problema que le veo es que la etiqueta para comprobar si un juego funciona en la Steam Deck, sobre todo en la app móvil o en la web, o bien no se encuentra en ninguna parte de la ficha del título o, de nuevo, toca bucear en foros para saber si va a funcionar bien. 

En cuanto a la experiencia de juego, no es sentarte y disfrutar, sino que durante la partida puede que tengas que tocar algún que otro parámetro para encontrar el rendimiento que necesitas.

Antes, un pequeño matiz: los juegos con el símbolo verde, es decir, los plenamente verificados por Valve, puedes abrirlos y no tener ningún problema durante la experiencia. 

La cosa cambia con los que simplemente son compatibles o incluso los que, según la compañía, no funcionan en la máquina. 

Porque sí, trasteando un poco o buscando en foros, puedes bajarte algún programa concreto desde el modo escritorio del que hablaré un poco más adelante para limar asperezas y que el juego pueda funcionar. 

Eso sí, aquí me he visto cada 2 por 3 abriendo el panel lateral que se esconde detrás del botón de los 3 puntos horizontales en la parte inferior derecha, en donde puedes cambiar distintos parámetros del juego para adecuarlo a tu gusto. 

Aquí puedes cambiar la potencia de la CPU o la GPU, cambiar el reloj interno de la consola o simplemente bajar el brillo de la pantalla o el volumen, por ejemplo. 

Hay determinados juegos que mientras estás jugando ves como caen los frames o se dan pequeños fallos de sonido y toqueteando algún parámetro que otro en este menú, puedes solucionarlo. 

Además, dependiendo del juego, el control no está bien configuradopor defecto o incluso muestra teclas de ordenador en pantalla, por lo que de nuevo vas a tener que entrar en los ajustes del mando para dejarlo como tú quieras para la partida. 

Unos ejemplos rápidos: 

• En Dorfromantik, título compatible, pero no verificado, tienes que cambiar los ajustes del mando para que funcione correctamente. 
• En Potion Permit, título que ha salido hace unas semanas, aparecen teclas de ordenador en los comandos, que no se corresponden con los botones del mando. 
• En Metal Gear Rising, juego verificado de hace ya algunos años, se dan algunos defectos gráficos, algo que se soluciona por completo ajustando el reloj interno en 1.6Ghz, por ejemplo. 

Y como podrás imaginar, hay más ejemplos de todo tipo. 

Es decir, no es sentarte y ponerte a jugar, sino que dependiendo del juego vas a tener que poner un esfuerzo extra para configurar la experiencia. ¿Lo bueno? Que puedes configurar estos ajustes por cada juego, por lo que solo tendrás que hacerlo una vez. 

Un software muy bueno que toca pulir y refinar y que tiene un problema: vas a tener que bucear mucho en tutoriales o webs para poder sacarle todo el partido.

En donde seguramente vas a pasar más tiempo durante el día a día es con el dispositivo en modo Deck. 

Es decir, el software personalizado para la máquina llamado SteamOS 3.0 que me ha gustado muchísimo, aunque también tengo claro que necesita pulido y refinamiento para brillar como merece y, sobre todo, necesidad de bucear mucho en tutoriales de YouTube o foros para sacarle mucho más partido. 

La navegación es sencillísima y todo es muy fácil de usar e interactuar, eso es indiscutible. 

El problema que le veo es que se nota que están trabajando en el software y constantemente salen versiones nuevas —a lo largo de este mes de uso han salido 4— que arreglan defectos, pero aparecen otros nuevos. 

Por ejemplo, a lo largo de este mes había comandos que dejaban de funcionar y al arreglarlo en una actualización de software, desaparecía el problema y aparecía otro que provocaba el fallo en otra parte, por ejemplo. 

Noto mucho que prácticamente los que se han lanzado a comprar esta consola son usuarios beta con los que ir mejorando poco a poco el sistema operativo y la experiencia en función de los comentarios. 

En este sentido también toca hablar de la construcción de la propia máquina. En mi caso no he tenido ningún problema, pero este aspecto de usuarios beta sí que le ha aparecido a muchos usuarios en defectos propios de la máquina. 

Un amigo cercano que ya lleva unos 6 meses con la consola la ha tenido que enviar a reparación por fallos en el ventilador hace unos días y de momento sigue esperando que se la devuelvan. Otros usuarios han tenido problemas con botones concretos y algunos con fallos de hardware más graves. 

Por suerte, toda la atención al cliente de Valve es muy buena, pero es un riesgo a considerar.

En el otro lado de la balanza es un sistema operativo que se presta muchísimo a la experimentación. Puedes hacer prácticamente cualquier cosa que tengas en mente: cambiar la pantalla de inicio, ajustar parámetros a tu gusto y muchas otras cosas, aunque para ello toca trastear de manera profunda y echar un ojo a lo que pulula por la red. 

También tiene un modo escritorio con Linux como sistema operativo y aunque entiendo el motivo, por ser un software muy ligero, personalmente no me ha convencido. Eso sí, puedes instalar lo que quieras, pero de nuevo toca investigar. 

Como te he anunciado antes, vas a pasar la mayor parte del tiempo en el modo deck, pero también cuenta con un modo escritorio que corre en Linux que se comporta como un mini PC. 

Entiendo la decisión de Valve de usar Linux como sistema operativo, ya que es muy ligero y no se come prácticamente memoria, pero lo cierto es que a mí personalmente no me ha convencido. 

¿El motivo? Se nota que es para usuarios más avanzados que les guste toquetear y buscar cosas por internet para ajustar la experiencia a su gusto. 

Por ejemplo: el software viene en inglés y para cambiarlo a español no vale con bajarse un paquete, sino que es necesario utilizar el terminal del ordenador para poder configurarlo por completo. 

También tiene un sistema de carpetas muy poco intuitivo y una navegación por la interfaz que necesita que le pongas algo de esfuerzo y que, de nuevo, se nota que está en fase experimental porque poco a poco a ido mejorando y añadiendo nuevos elementos. 

Lo bueno de todo esto es que, aunque suene lógico puede que no lo tengas en mente porque lo ves más como una consola: es un ordenador con todas las de la ley. 

¿Qué quiero decir con esto? Pues que puedes instalar lo que quieras

Por ejemplo, es posible instalar Windows, Xbox Game Pass o incluso una herramienta para poder mover juegos de Epic Games Store o GOG que simplemente tienes que instalar en el modo escritorio.

También desde aquí puedes bajarte extensiones propias que instalar desde aquí para así poder mover juegos que según la etiqueta "no compatible" que tienes en la bibloteca de Steam. 

Eso sí, de nuevo toca poner el matiz: de nuevo te va a tocar poner de tu parte. 

Aunque noto que es una prueba de Valve que necesita pulido y refinamiento y me he sentido como un usuario beta en algunas ocasiones, la Steam Deck me ha fascinado.

Veo muchas cosas que toca refinar, noto que es una máquina experimental, para usuarios valientes y que quieren algo diferente y, sobre todo, que les gusta trastear, toquetear, bucear en ajustes y parámetros propios. 

Es evidente que hace infinidad de cosas bien, pero sí que noto que los compradores de la máquina son una especie de usuarios beta para perfilar y mejorar cosas de cara a una Steam Deck 2 que tengo claro que saldrá en unos años. 

A pesar de estos puntos que se pueden ver como algo que puede sonar negativo y que parece dejar claro que es para un tipo de usuario muy específico, a mí personalmente me ha fascinado. 

Ya he dicho al principio que siempre he preferido tener un hardware cerrado para simplemente sentarme y ponerme a jugar, pero con la Steam Deck me ha gustado muchísimo bucear, encontrar cosas propias, ajustar la máquina a mis necesidades y, sobre todo, asombrarme con sus posibilidades. 

Es cierto que su precio de partida, 419 euros por su versión más básica —la diferencia con la estándar, mi opción de compra, es la memoria SD interna que sube a 549 euros— no es ninguna broma, sobre todo si lo que quieres es una máquina para simplemente sentarte a jugar y listo. 

Eso sí, como tengas curiosidad y quieras experimentar con un dispositivo que tiene cientos de opciones si trasteas un poco con ella, ya te aseguro que no te vas a arrepentir de la compra.