Las marcas chinas están instalando sus fábricas Europa para saltarse los aranceles impuestos por la UE, pero esto solo perjudica a los fabricantes occidentales.
Los decepcionantes resultados de Tesla han despertado el nerviosismo en Elon Musk, que se ha tenido que enfrentar a preguntas que cuestionan su trabajo.
Tesla ha registrado un beneficio neto de 1.478 millones de dólares, lo que representa una caída del 45% en relación con el mismo periodo del año pasado.
Los fabricantes han lanzado descuentos en sus coches eléctricos para tratar de seducir a los usuarios que se muestran reacios a dejar los motores de combustión.
Un pequeño despiste del CEO de Tesla podría convertirse en un impedimento para sus negocios en China, con lo que le hacen falta los ingresos que consigue en el país.
Sébastien Guigues, director general de Renault y Alpine en España y Portugal, afirma que nunca se logrará la electrificación en España con coches a 60.000 euros.
La fábrica de Tesla en Berlín tiene un problema de tazas de café perdidas. Un directivo asegura que retirarán toda la cubertería hasta que acaben los robos.
Elon Musk ha afirmado que el negocio de taxis sin conductor de Tesla funcionará como «una combinación de Airbnb y Uber». Además, necesitan un tiempo extra.
Renault tiene claro su objetivo con sus coches eléctricos, por eso está pujando por producir hasta 400.000 vehículos en España, para lo que se apoya en el Perte.
Aunque ganan cada vez más dinero, los consumidores chinos se están apretando el cinturón y lastrando la economía, que creció solo un 4,7% en le segundo trimestre.
Las marcas chinas están consiguiendo crecer mucho porque han sabido calar en dos grupos sociales: el de los jóvenes y el de los usuarios que piden coches baratos.
Los SUV son cada vez más populares, pero suponen un problema: la industria automovilística parece dar prioridad al beneficio sobre la protección del medio ambiente.
Los científicos han encontrado PFAS en baterías de iones de litio en el aire, el agua, la nieve y el suelo cerca de plantas químicas de EEUU, Bélgica y Francia.